Ejemplos con áspid

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pocos días más tarde, ante la deshonra que suponía desfilar encadenada en el triunfo de Octaviano, Cleopatra se suicidó mediante la muerte ritual por mordedura de áspid.
En el antiguo Egipto, cada ciudad tenía el dios particular de la región, Ajmin con Min, Tebas con Amón, Menfis dedicada al dios Ptah, Abidos a Osiris, Heliópolis el culto a Ra y una multitud de ciudades y pueblos menores tenían su dios local, a modo de patrono de la ciudad, por ejemplo Buto con la diosa Uadyet simbolizada con un áspid egipcio, visto comúnmente como un atributo real en las coronas de los faraones.
Lamió suavemente la llama el reciente pasto que le ofrecían, y al fin comenzó a clavarle sus lenguas de áspid, arrancando con cada beso ardiente un chasquido de dolor.
Y de la América, a cuya revelación, sacudimiento y fundación urgente me consagro, esta es la cuna, ni hay para labios dulces copa amarga ni el áspid muerde en pechos varoniles, ni de su cuna reniegan sus hijos fieles.
Seguía teniendo las mismas ganas de morder a alguien, y creo que mi linda boca tan codiciada, habría sido un áspid, si en carne humana hubiera posado sus secos labios.
-¡Bien dice San Bernardo que la mujer es el horno del diablo! ¡Bien dice San Gregorio, ese fénix de las escuelas, señores, que la mujer tiene el veneno del áspid y la malicia del dragón! Damiana, baje esos brazos, abra esos puños y desarme esa cólera, que aquí todos somos amigos y no hemos de reñir por vocablo de más o de menos.
oigan ustedes qué órgano tan admirable: es González Bravo, un mozo terrorista, más listo que Cardona y con más veneno que un áspid.
Dos pendientes en forma de balanza, con perlas en cada platillo, temblaban a la luz a ambos lados de sus pálidas mejillas, un collar de oro, de cuentas en forma de pera, caía sobre su pecho que semidescubría el descuidado pliegue de un peplo de color paja con una greca negra bordada, un lazo negro y dorado se introducía y brillaba entre sus cabellos de ébano, porque había cambiado de vestido al volver del teatro, y alrededor de su brazo, como el áspid alrededor del brazo de Cleopatra, una serpiente de oro, cuyos ojos eran piedras preciosas, se enrollaba repetidas veces y trataba de morderse la cola.
Mientras alzaba la cabeza, no advirtió que pisaba un áspid dormido, el cual, revolviéndose, le mordió.
mas no su muerte venga, el áspid silba,.
Quiero saber qué áspid ha podido picar en lo más hondo de las entrañas a mi niño mimado y emponzoñar de tal manera su limpia y generosa sangre.
mordidos sobre el áspid de la desilusión,.
¡De tan seguro modo, con tan viva certidumbre habíamos ambos por igual, esperado aquel desenlace! Mas, luego de sentir como si el áspid hubiérase colado por las venas de mi propio cuerpo, invadióme instantánea, súbita, misteriosa satisfacción ¡Misteriosa satisfacción! ¡Si señor!.
¡Hubiese huido cuando se reconoció débil para resistir, y no hubiera abrigado en su seno al áspid que había de emponzoñar la sangre de sus venas!.
-¡Mataros vos! exclamó Ataulfo como picado de un áspid, ¿vos decís? Desistid de ello, señora, dejad caer sobre mi frente todo el peso de la desventura que viene a visitar nuestro destino.
-¡Mentís, indignamente! gritó la condesa con un acento amenazador y como si hubiera sido picada de un áspid, sois un miserable y no podéis abrigar un pensamiento digno de un caballero, de un noble, como blasonáis serlo.
Y ya el anzuelo me llegaba a la garganta, cuando de pronto mis ojos se dilataron y retrocedí como si hubiese visto un áspid.
Que es un áspid oculto entre las flores,.
El monte bajo la blanquísima nieve oculta devastador volcán, así la lisonja, bajo la apariencia de los más puros afectos, oculta el áspid de la venganza y la traición.
Teme de áspid dormido el mortal diente,.
porque es rara la flor en que no anide un áspid.
Algunos dijeron asimismo que en el brazo de Cleopatra se habían notado dos junturas sumamente pequeñas y sutiles, a lo que parece dio crédito César, porque en el triunfo llevó la estatua de Cleopatra con el áspid agarrado al brazo.
Otros sostienen que el áspid había estado guardado en una vasija, e irritado y enfurecido por Cleopatra con un alfiler de oro, se le había agarrado al brazo, pero nadie sabe la verdad de lo que pasó.
Dícese que el áspid fue introducido en aquellos higos y tapado por encima con las hojas, porque así lo había mandado Cleopatra, para que sin que ella lo pensase le picase aquel reptil, pero que cuando le vio, habiendo tomado algunos higos, dijo: “¡Hola, aquí estaba esto!”, y alargó el brazo desnudo a su picadura.
Encontró, pues, que entre todos sólo la picadura del áspid producía sin convulsiones ni sollozos un sopor dulce y una especie de desmayo, en virtud del que, con un blando sudor del rostro y amortiguamiento de los sentidos, perdían poco a poco la vida los que habían sido picados, sin que fuera fácil despertarlos y hacerles volver en sí, a manera de los que tienen un sueño profundo.
Todo entra en la variedad deste libro, mordiendo el áspid al vicio sin sacarle sangre al.
del áspid que hoy entre los lilios mora,.
Si astuto el áspid se escondió en lo ameno.
Al verlas, Enrique retiró bruscamente la mano, cual si hubiera tocado un áspid.

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