Ejemplos con vocerío

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

A lo lejos sube sobre el pueblo, como una corona chocarrera, el redondo vocerío, las palmas, la música de la plaza de toros, que se pierden a medida que uno se va, sereno, hacia la mar.
Los gritos de los niños en la cubierta alta, jugando insensibles al sol y al calor, sonaban con extraordinario eco, recordando el vocerío de la chiquillería en la plaza blanca de un pueblo meridional a la hora de la siesta.
Con más curiosidad que espanto miraron y oyeron los arrumacos y el vocerío masónicos.
Al vocerío de Hinojosa y el traqueteo de los palos acudieron de una parte el mozo y conserje, de otra los compinches de mi enemigo.
Madrid ardió en alborotos, vocerío de vivas y mueras.
Valero de Tornos, alfonsino, y Ramón Cala, republicano, me llevaron al Congreso, y en pasillos, tribunas y Salón de Conferencias noté agitación y vocerío que me recordaban , pronóstico de Ferreras.
Aterrados entramos mi amo y yo en el corral, y al punto nos obligó a salir de nuevo un gran vocerío, clamor inmenso, como si todos los gemidos del dolor humano se tradujeran al lenguaje de la mar brava revolcándose en la playa pedregosa.
Como en gran número habían acudido al vocerío y escándalo, todas fueron blanco de la rociada.
No caí al hondo, donde habría perecido, porque mi desesperación se agarraba con ferocidad a los cuellos, a los brazos de los mismos que querían arrojarme, porque hice presa con los dientes en alguna oreja, en algún trapo de turbante, y porque, al fin, mi noble amo acudió a mi vocerío angustioso y al veloz llamamiento de.
Fiados en la ligereza de sus caballos, los árabes hacían simulacro de retiradas, volaban hacia los montes, volvían de improviso con veloz carrera y vocerío formidable.
No pudimos permanecer allí, porque el vocerío de aquella infeliz gente nos agobiaba.
El piso entarimado temblaba con la trepidación del vapor, cuyos resoplidos se escuchaban cercanos, y de otros talleres, debilitado por el vocerío y la distancia, venía rumor de herrajes golpeados y zumbido de máquinas mezclado a cantos de mujeres.
Sonaban los pitos, el vocerío era grande en torno de los ojos inflamados de los coches, y el público esperaba impacientemente el momento de emprender el viaje, entonando canciones a coro, en las cuales, sobre las voces aguardentosas, destacábanse otras jóvenes, claras, argentinas.
Y los músicos, azorados por el vocerío, iban hacia el tablado abriéndose paso en la muchedumbre.
Las criadas, endomingadas, huían despavoridas al escuchar el vocerío, y pasaba la tribu al galope, dando furiosos saltos, con sus caretas horriblemente grotescas y esgrimiendo por encima de sus cabezas enormes navajas de madera pintada con manchas de bermellón en la corva hoja.
En aquel instante levantaban frente a nosotros a cincuenta pasos de la acera, un árbol de fuego, la pieza principal, que era saludada por los granujas con jubiloso vocerío.
¡Qué bien se harmonizaba aquel vibrante vocerío con el despertar de valles y montañas, con los preludios del pueblo alado, con el susurro de las arboledas, con el canto idílico del Pedregoso, con el centellear de los luceros, y con el mugir de las vacadas en el cercano ejido!.
Desde lejos percibiréis el olor del mole que hierve en grandes cazuelas, y os dejarán aturdidos el incesante vocerío de los vendedores, el gritar de los chicos, y el cantar báquico de los artesanos que han cogido la zorra.
Otra vez la bulla, el vocerío, el cerrar de libros y el estrépito de gavetas.
No bien entramos en la salita se oyó el vocerío de la turba escolar, festiva, retozona.
En de alquiler va una familia extranjera mirando a todas partes ansiosa de color local, armada de paraguas y gemelos, y en su , alta la frente y provocativa la mirada, descuella la hermosura alquiladiza de alguna pecadora que, al sentarse en delantera de grada, será acogida con expresivo vocerío.
Por la tarde, mucho después de haber cesado el peligro, cuantos chicos había en el vecino pueblo de Urquilezo subieron a Monte-Dalarza, ansiosos de ver el sitio del combate, resonando su vocerío de rapaces traviesos donde poco antes tronaron los cañones.
Al sonar cercanos los ecos de la banda se abrieron algunos balcones, asomándose las muchachas privadas de salir, los ancianos y niños faltos de quien les llevase a paseo, y por las bocacalles inmediatas vinieron a escape enjambres de chicos, que con gran algazara y vocerío corrían unos a ponerse junto a la escuadra de gastadores, otros a rodear la charanga, acompañándola buen trecho, hasta que al cabo de un rato se volvían hacia sus casas, temerosos de reprimenda o paliza.
Se armó tal zaragata, que tuvo que intervenir Ido con frases de concordia, y Segunda manoteaba, echando la culpa al calzonazos de su hermano, y este increpaba a Encarnación, y la chiquilla daba de rechazo contra Maxi, y fue tal el vocerío que hubo de presentarse en la puerta, que estaba abierta, Estupiñá, y penetró en la casa con ademanes policiacos, mandando callar a todo el mundo y amenazando con traer una pareja.
Limpia estaba la calle, más limpia ya que una patena: silencio profundo había sustituido al vocerío, a los y a la cencerrada feroz.
Por detrás de la tapia del huerto se oyó entonces vocerío alegre y argentinas carcajadas.
Y el barullo y vocerío tomaron proporciones tales que los porteros nos amenazaron con echarnos a todos a la calle.
El vocerío, el calor, la angustia, la vergüenza, le aturdieron hasta el punto de hacerle perder la claridad del conocimiento.
-Armarán un escándalo y será tal el vocerío, que se oirá en Getafe.
Notábase allí gran vocerío y movimiento, lo mismo dentro que fuera.

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