Ejemplos con viéndolos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

No obstante, con las sílabas anteriores hay unos cuantos caracteres distintos con significados también distintos, que viéndolos escritos no dan lugar a dudas, y en el lenguaje hablado, aunque suenan igual entre sí, se pueden distinguir por contexto.
¡Cómo corremos! ¿Adonde iremos a parar? Y Febrer sonreía, apiadado de su simpleza, viéndolos ufanarse de la rapidez de su progreso, cuando estaban en el mismo sitio, de la velocidad de una ascensión que emprendían por milésima vez y había de ser seguida fatalmente por el descenso cabeza abajo.
Algunos de estos charcos tenían sus canales para comunicarse unos con otros, sus ensenadas y sus golfos, viéndolos, yo me figuraba que así, en gran tamaño, serían los océanos del mundo.
¡Los hombres! Los unificaba en su pensamiento, viéndolos con idéntica contracción de espasmo lúgubre y el mismo ronquido de agonía, eternos gestos con los que terminaba para ella indefectiblemente toda intimidad.
Por fin, viéndolos frente a , desde tierra los aclamaban, agitando pañuelos, toallas y hasta sábanas para significar el gozo de la visita.
Viéndolos aquellos cimerios venir contra sí, entraron a deliberar lo que sería bien hacer siendo tan grande el ejército que se les acercaba.
Creíalos, viéndolos consternados y reducidos a hacerle súplicas, pero luego, unos le ponían los zapatos, otros le en- volvían en la toga, para que no dejase de ser conocido, y habiéndole así escarnecido y mofado por largo tiempo, echaban la escala al agua y le decían que bajara y se fuera contento, y al que se resistía le cogían y le sumergían en el mar.
Viéndolos, pues, con semejantes proyectos, hizo esfuerzos Nicias por disuadirlos, pero halló muy pocos hombres de poder e influjo que se pusieran a su lado, porque la gente acomodada, por no dar idea de que huían de servir y de contribuir para el armamento de las galeras, nada hicieron o dijeron.
Desde entonces, reconociendo a los soldados, les hacían agasajos, y en viéndolos éstos en las marchas se regocijaban, esperando algún buen suceso.
Pelópidas, viéndolos a todos consternados con este accidente, creyó que no convenía violentarlos en su terror y desaliento, ni tampoco aventurar en la empresa las vidas de siete mil ciudadanos, así, ofreciéndose por sí solo a los Tésalos, y tomando únicamente consigo trescientos extranjeros de a caballo que voluntariamente le siguieron, partió, contra la opinión de los agoreros y el deseo de los demás ciudadanos, a quienes parecía que aquella señal del cielo no se hacía sino por un varón ilustre.
Epaminondas ya muy de antemano tenía inflamados a los jóvenes, porque en los gimnasios los hacía que asiesen de los Lacedemonios y luchasen con ellos, y luego, viéndolos muy ufanos de que los vencían y quedaban encima, les hacía cargo de que era una vergüenza que por cobardía estuvieran sujetos a aquellos a quienes tanto aventajaban en esfuerzo.
Los Romanos entonces, viéndolos desarmados, usaron ya de sus sables, y hubo gran mortandad de los que estaban en primera línea, huyendo los demás por aquellos campos, porque Camilo había hecho tomar los collados y todas las alturas, y en cuanto al campamento, no teniéndole fortificado por la nimia confianza, se sabía que sería tomado fácilmente.
varas de nariz, un hombrecillo de media, que viéndolos admirados, les dijo:.
Con esto, viéndolos ya tan hombres y tan a la francesa, sin.
Viéndolos huir, los atenienses, los corintios, los sicionios y los trecenios, pues estas eran las tropas reunidas en aquella ala, cada cual por su orden, cargándoles de cerca en la huida, lograron entrar con ellos dentro de sus reales.
El destrozo en suma fue tal y tan grande, que los jefes de la armada, recelosos de que los tésalos, viéndolos tan abatidos y mal parados, no se dejasen caer sobre ellos, hicieron de las mismas tablas y reliquias del naufragio unas altas trincheras alrededor de su campo.
Formados así en filas, pasó casualmente por entre ellos una liebre, y apenas la vieron cuando corrieron todos tras ella, viéndolos Darío agitados con esto y gritando todos a una contra el animal, preguntó qué alboroto era aquel de los enemigos, y oyendo que perseguían a una liebre, vuelto a aquellos con quienes solía comunicar todas las cosas: —«Verdaderamente, les dijo, que nos tienen en vilísimo concepto esas hordas atrevidas, y que ahora nos están zumbando, de suerte que me parece que Gobrias atinaba con el sentido de sus dones.
Ya habían pasado muchos años, pero él se acordaba, como si estuviera viéndolos, de aquellos ojos sin pestañas, ribeteados de rojo, horribles para los demás, pero amorosos para él, de aquella mano seca que al acariciarle la cerdosa cabeza manchábala de pringue meloso, de aquella cama en que soñaba abrazado a su madre, y ahora.
Pero la mayor parte de los escitas acabaron a manos de Ciaxares y de sus medos, los cuales en un convite que les dieron, viéndolos embriagados, los pasaron al filo de la espada.
En viéndolos ocupar posición muy elevada, sea por reputación, sea por las funciones que ejercen, nos inclinamos naturalmente a suponerles en todo un objeto fijo, con premeditación detenida, con vasta combinación en los designios, con larga previsión de los obstáculos, con sagaz conocimiento de la verdadera naturaleza del fin y de sus relaciones con los medios que a él conduzcan.
»Y viéndolos ABEN CHOCHAR juntos y con ellos una grande tropa de gente armada.
¡me embobaba escuchándolos, y me aturdía viéndolos bullir y revolverse y cautivar los ánimos! Serán grandes jurisconsultos, brillarán en el foro, escribirán libros, irán a las Cortes.
¡Cuando pensaba en lo que le había costado a él, el tesón, la constancia, la paciencia de que se había armado, los bochornos que había sufrido, los julepes que había pasado, lo que había vivido muerto de miedo, soñando con asesinos, viéndolos en cada essquina, contándose entre los difuntos ya!.
¡Y qué paciencia han necesitado! Desde la punta del muelle a San Martín, donde estaba el vapor, había constantemente un cordón de botes conduciendo curiosos: los puentes del ''Himalaya'', así por lo espaciosos como por lo concurridos, parecían la calle de Alcalá, y sus magníficas cámaras y demás departamentos me recordaban, viéndolos atascados de personas boquiabiertas y preguntonas, al Museo de Pinturas en domingo en que no llueve, o al salón bajo de Trinidad durante las rifas de la Inclusa.
Vosotras tres los veréis, mas habéis de conservar, viéndolos, toda la castidad de vuestros pensamientos y toda la virginidad de vuestras almas, amando, empero, cada una a uno de los tres, con un amor santo e inocente.
Y la verdad es que, aun viéndolos desde lejos, hubiese sido igual.
Se abrieron los salones del Casino, sucursal del café de la Oliva, hasta hubo su poquito de buffet, a pesar del acuerdo de la Junta, y lo mejor de la población acudió a tomar sorbetes y a contemplar de cerca, y vestidos en traje de sociedad, a los cantantes ilustres que tantas veces había aplaudido viéndolos en las tablas, llenos de abalorios y galones dorados.
Pidieron a una buena mujer que les diese albergue por aquella noche, lo que ella, viéndolos tan bonitos y tan modositos, les concedió gustosa.
Yo, viéndolos, dije:.
Una zorra que por allí pasaba, viéndolos extenuados por la lucha y con el cervatillo al medio, se apoderó de éste y corrió pasando tranquilamente entre ellos.

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