Ejemplos con viéndolo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Él también se muestra irritado ante el Y de nuestro tiempo-espacio, viéndolo como alguien débil e indeciso, aunque parece que él desprecia a Y por su propia incapacidad de salvar a su Haruka.
En el final de la película se muestra que Amanda está trabajando con Jigsaw, viéndolo como una figura paterna y estando de acuerdo en hacerse su aprendiz.
En realidad, viéndolo bien, ni siquiera tenía bolsillos.
Homer, sin la autorización de Marge, compra un auto llamado Pequeño Bandido que pertenecía a Snake, quien, viéndolo todo desde la ventana de la cárcel, jura matar a Homer por comprar su auto.
Viéndolo todo perdido, Belgrano ordenó la retirada hacia el sur.
Aun así, si hace eso, Shephard acaba viéndolo cuando se teletransporta a un lugar en Xen unos cuantos metros lejos de Gordon, antes de caerse en medio del espacio.
El guardia le pregunta que hacia él viéndolo con eso, sin decir respuesta, lo golpea y le da un ultimátum, o confiesa que estaba haciendo o acciona el arma contra él.
El libro termina con Bella permitiéndole a Alice organizar su boda, viéndolo como una buena oportunidad para despedirse de sus padres y amigos, y que de alguna manera supieran que donde quiera que estuviese ella estaría feliz y con Edward, permitiéndoles saber al menos una parte de su decisión, lo máximo que podía compartir con ellos.
Finalmente, de vuelta en casa, Homer decide mirar programas por televisión, pero la familia disfruta más viéndolo poner su ojo en la boca de la manguera, mojándose a sí mismo.
Viéndolo en realidad, ellos se preparan para recogerlo.
El mayor de los niños, que lo cuidaba, viéndolo yerto en el fondo de la jaula, se ha apresurado, lloroso, a decir:
Ferragut, con la humildad de la admiración, se quedaba siempre abajo, viéndolo todo al través de sus piernas.
Paseó largo rato por el vestíbulo, mascando rabiosamente su cigarro, hasta que se decidió a abordar al portero, cabeza morena y astuta que asomaba al borde de su pupitre, sobre unas solapas azules con llaves de oro bordadas, viéndolo todo, enterándose de todo, mientras parecía dormir.
Se durmió inmediatamente, pero apenas la noche hubo caído sobre sus ojos, volvieron éstos a abrirse, o a lo menos él creyó que se abrían, viéndolo todo bajo una luz que no era la del sol.
No había en el mundo una bebida que pudiese con él Y al segundo refresco del tío quedaba sumido en plácido nirvana, viéndolo todo de color de rosa y considerablemente agrandado: el mar, los buques cercanos, los y la montaña de Montjuich, que servía de fondo.
Una cortina iba a correrse en su pasado, viéndolo todo bajo una nueva luz.
Cuando Margarita pudo volver al estudio de la , Julio, que vivía en perpetuo mal humor, viéndolo todo con sombríos colores, se sintió animado por un optimismo repentino.
Así habían pasado las últimas semanas, hablando del viaje, discutiendo sus preparativos, forjándose ilusiones sobre los resultados, pero viéndolo siempre en lontananza, hasta que, de pronto, les avisaba el zarpazo de lo inmediato, de lo inevitable.
Para eso había trabajado él, y algo le cosquilleaba la vanidad, la idea de que, con el tiempo, toda Olaveaga, los descendientes de los que le habían conocido descalzo y despechugado, remando en la ría, entregarían las vidas a su sobrino, viéndolo llegar como una esperanza y llamándolo a todas horas señor doctor.
Sentíase empujado de un lado a otro por los empellones de los combatientes, viéndolo todo al través de una niebla gris, como si el sol se hubiera ocultado.
El millonario se enorgullecía viéndolo tan hermoso, con una belleza afeminada que reflejaba la de la madre, sin ningún rasgo de él.
El estaba satisfecho de Luna viéndolo solo.
Gabriel, viéndolo lloroso y quebrantado por su amenaza de marcharse, creyó llegado el momento decisivo, y abrió la puerta del cuarto de Sagrario.
Indudablemente, allá arriba había alguien viéndolo todo: lo mismo lo que pasaba por las tardes en una alcoba, que lo que ocurría por la noche en un paseo solitario entre dos mendigas pequeñas y un hombre más niño que ellas.
Y siempre el maldito caballo ocupando su pensamiento, viéndolo con los ojos de la imaginación tal como estaba en su cuadra al salir ellas de paseo, panza arriba, estirando convulsivamente las patas.
Nada le importaba Andresito, pero a pesar de esto, sentía cierta satisfacción pensando que estaba a sus espaldas viéndolo todo.
Había leído más de veinte veces , y el fruto que sacó de esta lectura fue que los aprendices se burlasen de él viéndolo un día en el almacén, envuelto en un guiñapo colorado, con un rabo de escoba en la cadera y contoneándose como si fuese el mismo D’Artagnan con todas sus jactancias de espadachín.
Y cuando se apagó completamente, yo seguía viéndolo.
Alfonso hubiera llegado a Marsella, que se embarcase para Barcelona en la , y viéndolo entrar en Madrid habría de negar que estaba entre nosotros.
Seis dias se pasaron sin que saliese de casa, sino era de noche, que iba a ver a Tomas, y a preguntarle del estado en que se hallaba, el cual le contó que despues que habia dado el papel a Costanza, nunca mas habia podido hablarla una sola palabra, y que le parecia que andaba mas recatada que solia, puesto que una vez tuvo lugar de llegar a hablarle, y viéndolo ella le habia dicho ántes que llegase:.

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