Ejemplos con verderones
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
En cuanto a la observación de fauna, adquieren mayor importancia las aves que se localizan en este enclave tales como carboneros, herrerillos, ruiseñores, mirlos, alcaudones, lavanderas, jilgueros, mitos, pinzones, petirrojos, verderones, oropéndolas.
Aguilucho cenizo, Lechuza, Búho real, Cigüeña común, Garza gris, Tórtola común, Palomas, Estorninos, Cuervos, Vencejo, Avión común, Golondrinas, Oropéndolas, Jilgueros, Verderones, Codornices, Perdices, Urracas y todo tipo de Patos y Ánsares emigrantes.
En el interior de la isla de Cabrera, en los antiguos campos de cultivos, están muy bien representados los paseriformes, abundando de una manera especial los jilgueros, verdecillos, verderones, pinzones, lúganos y entre las que destaca por su interés la curruca sarda.
Los salvajes gorriones, como los verderones y jilgueros, están a la cuarta pregunta por causa de mi pena.
Los salvajes gorriones, como los verderones y jilgueros, están a la cuarta pregunta por causa de mi pena.
Y, todo el año, los jilgueros, los chamarices y los verderones te pondrán, en la salud perenne de la copa, un breve techo de música entre tu sueño tranquilo y el infinito cielo de azul constante de Moguer.
Sólo el que frecuentara la casa habría podido separar bien aquellos dos rostros y caracteres, destruyendo la aparente combinación o cambio molecular que entre ellas había, y dar a cada una lo suyo, presentando a Teresa cual mujer sesuda, grave y de bien sentados razonamientos, haciendo ver, por el contrario, en doña Isabel un cerebro soliviantado y dentro del cual parecía que trinaban con más gusto que en sus jaulas todos los verderones y jilgueros que en la casa había.
El aire huele a incienso música de amor tañen las ondas de la acequia, nupciales himnos cantan, entre matas y arbustos, los verderones y jilgueros, las hierbas cuchichean lascivamente en los bancales.
En el rosal de rosas amarillas unos verderones tenían su nido de hierbas secas y motas de lana blanca.
