Ejemplos con venciendo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Venciendo mil dificultades, Belgrano aumentó el número de sus fuerzas con milicianos de la región de Mesopotamia y dio ordenes.
El juego cuenta con mortiferos combos, que conseguiras venciendo a tus enemigos.
Durante las semanas siguientes el ejército español avanzó en dirección a Lisboa, venciendo la escasa resistencia de las ciudades que encontraron por el camino.
Cada partida tendrá cinco juegos como máximo, venciendo el equipo que antes consiga ganar tres de los juegos.
En ciudad Lylicove May gana su tercer listón con Combusken venciendo a una chica y a su Grumpig, Ash y sus amigos toman curso hacia Isla Mosdeep comenzando su viaje por el océano, además visitan una escuela de árbitros.
A continuación, pasó a Asia, venciendo a Antíoco III en la Batalla de Magnesia.
repitió consulado con su colega Ruliano, venciendo a los samnitas cerca de Maleventum.
Este es el modo más importante del juego ya que ganándolo estarás venciendo al juego.
Allí se enfrentaron tropas bolivianas al mando de José Ballivián con tropas peruanas al mando de Agustín Gamarra, venciendo las tropas bolivianas y muriendo el general Gamarra.
Inspirada por la carrera pornográfica de su prima, ellos comenzaron en Internet el negocio pornográfico con su web personal, venciendo los problemas iniciales porque ella empezó tarde en la pornografía, y además nunca había posado desnuda.
Y lo fue venciendo en largas y duras etapas.
La Corte del Sur, a manos de Kusunoki Masanori, aprovechó la ocasión para tomar militarmente Kioto en la Batalla de Shichij miya, venciendo a Ashikaga Yoshiakira, hijo de Takauji y heredero del shogunato, en esta toma se realiza el secuestro de los retirados emperadores de la Corte del Norte: el Emperador K gon, el Emperador K my y el Emperador Suk , adicionalmente del Príncipe de la Corona, el Príncipe Imperial Naohito.
Cuerpo superior: Situado sobre el cuerpo único sobre un frontón se sitúa la Fe venciendo sobre la Herejía, a su izquierda la Prudencia y la Justicia y a su derecha la Templanza y la Fortaleza.
tuvo un papel destacado en la Cuarta Guerra Macedónica, venciendo a Andrisco, un supuesto hijo de Perseo de Macedonia, aspirante al trono.
Más tarde ayuda a Ash en su segunda victoria contra la líder de Gimnasio Gardenia venciendo a su Cherubi.
Una necesidad poderosa me dirigió a caminar venciendo el miedo hacia la caja registradora.
La coalición de granadinos y meriníes de Gibraltar se encontró con las tropas mandadas por Castilla en las proximidades del río Palmones venciendo Alfonso XI y obligando a capitular a la ciudad.
Denver Nuggets, uno de los cuatro componentes de la American Basketball Association que se encontraban en aquella liga el año anterior, se convirtió en el primero de ellos en ganar una serie en playoffs, venciendo a Milwaukee Bucks en siete partidos en las Semifinales de la Conferencia Oeste.
Ash enfrenta su último desafío ante Luana, venciendo en una Batalla doble, y ganando la Medalla Estrella de Jade.
Había peleado con los más feroces usureros de la isla, insultando a unos, venciendo a otros en astucia, valiéndose de la persuasión o de la bravata, avanzando dineros para satisfacer los créditos más urgentes, cuyos tenedores amenazaban con el embargo y la venta.
Veinte años más de paz, y los alemanes serían los dueños de los mercados del mundo, venciendo a Inglaterra, su maestra de ayer, en esta lucha sin sangre.
Ulises adivinó que las últimas palabras del patrón contenían el móvil que le había hecho aproximarse, venciendo su timidez.
Crecía la sombra, y de uno de los vagones, venciendo el ruido de la lenta marcha del tren, brotaba un coro apasionado y triste en lengua extraña, un zortzico, entonado a plena voz, por multitud de jóvenes vacos, que, juntos, iban a Bayona.
Detrás de los imperios victoriosos estaban ocultos los verdaderos amos, los que cambiaban la faz de la tierra, venciendo a la naturaleza para arrancarla sus tesoros, la gran república de los capitalistas, silenciosa, humilde en apariencia, y sin embargo, dueña de la suerte del mundo.
El capital al servicio de la industria había civilizado territorios salvajes, había destruido fronteras históricas, estableciendo mercados en todo el globo: él era quien surcaba las tierras vírgenes con los rails de los ferrocarriles, quien removía los mares para tender los cables telegráficos, quien ponía en comunicación los productos de uno y otro hemisferio, venciendo los rigores de la naturaleza y evitando las grandes hambres que habían hecho rugir a la humanidad en otros siglos.
Una cena que fuese digno final de la hazaña, pues en la misma noche seguramente quedaría terminada la apuesta venciendo al otro hermano.
¡Las vueltas del mundo!decía dando las de la escalera y venciendo con fatiga los peldaños.
Allí se detuvo el insecto, y allí también Julián, con el corazón palpitante, con la vista nublada, y el espíritu, por vez primera después de largos años, trastornado y enteramente fuera de quicio, al choque de una conmoción tan honda y extraordinaria, que él mismo no hubiera podido explicarse cómo le invadía, avasallándole y sacándole de su natural ser y estado, rompiendo diques, saltando vallas, venciendo obstáculos, atropellando por todo, imponiéndose con la sobrehumana potencia de los sentimientos largo tiempo comprimidos y al fin dueños absolutos del alma porque rebosan de ella, porque la inundan y sumergen.
Tan deshecha y acabada le parecía al capellán la señorita, que un día se atrevió, venciendo recelos inexplicables, a llamar aparte a don Pedro, preguntándole en voz entrecortada si no sería bueno avisar al señor de Juncal, para que viese.
—Yo, señor español, soy Lorenzo Bentibolli, si no de los mas ricos, de los mas principales desta ciudad, ser esta verdad tan notoria servirá de disculpa de alabarme yo propio: quedé huérfano algunos años ha, y quedó en mi poder una mi hermana, tan hermosa, que a no tocarme tanto, quizá os la alabara de manera, que me faltaran encarecimientos por no poder ningunos corresponder del todo a su belleza: ser yo honrado, y ella muchacha y hermosa, me hacian andar solícito en guardarla, pero todas mis prevenciones y diligencias las ha defraudado la voluntad arrojada de mi hermana Cornelia, que este es su nombre: finalmente por acortar, por no cansaros este que pudiera ser cuento largo, digo que el duque de Ferrara, Alfonso de Este, con ojos de lince venció a los de Argos, derribó y triunfó de mi industria, venciendo a mi hermana, y anoche me la llevó y sacó de casa de una parienta nuestra, y aun dicen que recien parida: anoche lo supe, y anoche le salí a buscar, y creo que le hallé y acuchillé, pero fué socorrido de algun ángel, que no consintió que con su sangre sacase la mancha de mi agravio: hame dicho mi parienta, que es la que todo esto me ha dicho, que el duque engañó a mi hermana debajo de palabra de recebirla por mujer: esto yo no lo creo, por ser desigual el matrimonio en cuanto a los bienes de fortuna, que en los de naturaleza el mundo sabe la calidad de los Bentibollis de Bolonia: lo que creo es que él se atuvo a lo que se atienen los poderosos, que quieren atropellar una doncella temerosa y recatada, poniéndole a la vista el dulce nombre de esposo, haciéndola creer que por ciertos respetos no se desposaba luego: mentiras aparentes de verdades, pero falsas y mal intencionadas.

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