Ejemplos con tribuna

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se trasladaron los bancos de suplentes y se construyeron los vestuarios en esta nueva tribuna.
Se construyó una tribuna techada y cinco habitaciones para los jugadores.
Actualmente se esta trabajando sobre la tribuna doble bandeja de Mercedes y en la tribuna Miranda se colocaron las butacas para que el sector se convierta en platea.
- Integración a las actividades políticas convocadas por la máxima dirección de la Revolución como son: las marchas, concentraciones y actos en la Plaza de la Revolución, la Tribuna Antiimperialista y otras, siempre junto al pueblo cubano en la lucha por el Socialismo, contra el Terrorismo y por la construcción de un Mundo Mejor.
A los pies del templo se localiza un coro bajo, en la parte inferior de la tribuna, con un bello antepecho tallado.
El bosque bravío cubre la capital de remotas épocas, pasa el cazador salvaje por donde en otro tiempo eran recibidos los caudillos vencedores con aparato de semidioses, pacen las ovejas y sopla el pastor en su caramillo sobre las ruinas que fueron tribuna de leyes muertas, vuelven a agruparse los hombres y surge la cabana, la aldea, el castillo, la fábrica, la ciudad enorme, y se repite lo mismo, siempre lo mismo, con una diferencia de centenares de siglos, como se repiten de unos hombres en otros iguales gestos, ideas y preocupaciones en el transcurso de unos cuantos años.
Así, pues, si usted me da su permiso, vuelvo a mi tribuna a tomar algunas notas sobre la sesión de hoy.
Pero su entretenimiento favorito era el Congreso, y ya con su mujer, ya solo, rara era la sesión que él no presenciara desde la tribuna pública.
Y para acabar de perderlas, en el momento de levantarse para hablar, vió en la tribuna de periodistas, que tenía enfrente, a su jurado enemigo, de pie, en primer término, con el lápiz en una mano y el papel en la otra, mirándole con ojos de basilisco.
La tribuna destinada al público era demasiado asquerosa para entrar en ella una persona decente.
Allí se le veía tan pronto en la tribuna, predicando, como se le veía en el periódico, en el informe, en la revista literaria, en la traducción, en el libro de versos.
Y Martí tomó asiento y escuchó tranquilo, de labios pálidos de cólera, alusiones injustas, y cuando fue a la tribuna él, y el público esperaba que se desatara en denuestos, que vaciara su ira sobre cuantos le eran contrarios, fueron sus palabras como voces de perdón.
Una noche de conmemoración gloriosa, en ese tiempo, al ir a ocupar Martí la tribuna, el auditorio pidió con marcadas muestras de hostilidad, que hablara otro antes que él, otro que era.
Hablando de Bolívar dijo, entre otras muchas cosas grandilocuentes: ¡Oh no! En calma no se puede hablar de aquel que no vivió jamás en ella: ¡de Bolívar se puede hablar con una montaña por tribuna, o entre relámpagos y rayos, o con un manojo de pueblos libres en el puño y la tiranía descabezada a los pies!.
Colgando de la pared, sobre la tribuna, había una mapa de Cuba, y cuando Martí, lleno del más tierno lirismo hacía una invocación a su patria llorosa y rodeada de cadenas, cuando la concurrencia, suspensa de su palabra, temblaba de emoción, el mapa cayó como una corona sobre su cabeza.
En esa época y no obstante estudiar sin descanso, el tiempo no le faltaba para escribir folletos, para pronunciar discursos desde la tribuna de la logia Armonía , para hacer versos, y para hablar con sus paisanos de las enfermedades de la patria y de sus curas posibles y necesarias.
Con este amado nombre por bandera y por escudo, escalo esta tribuna.
La constante difusión de las luces, el espíritu incansable e investigador del siglo, la rapidez y la facilidad en las comunicaciones, la escuela, el libro, la prensa y la tribuna, han eliminado esas eminencias, cúspides de la humanidad.
Está allí como prisionero, y mandóme que llegase secretamente a decírtelo para que vieses manera hablarle por la sala de la tribuna.
¡Qué susto grande! Escuché una voz que salía de lo más fondo de la capilla, al pasar por la sala de la tribuna.
Buenos sepultureros estamos ¿Oye, me romperé una pierna si me dejo caer desde la tribuna al otro lado?.
Por eso vamos a descolgarnos por la tribuna.
Recibiéronle ellos como a un Hércules bajado del cielo para emprender de nuevo a su lado los doce trabajos sobre la tierra, y en el momento en que le encontramos volviendo de Biarritz al lado de Currita, traía ya lograda, con ayuda de esta fiel amiga, la senaduría vitalicia, altísima tribuna desde donde pretendía escalar, al lado del excelentísimo Martínez, el Olimpo ministerial, una vez efectuada la temida y esperada maniobra que con gran sigilo preparaba el taimado.
El padre Bonnet, inspector en el estudio, mirábale desde lo alto de la tribuna, asombrado de tanta laboriosidad, creyendo tener ante los ojos la conversión de san Agustín o el trueque de Saulo en Pablo.
En un ángulo de la plaza estaba la tribuna de la música, un tablado bajo, cuyas barandillas acababan de cubrirse con telas de colorines manchadas de cera, como recuerdo de las muchas fiestas de iglesia en que se habían ostentado.
Tenemos entrada en una tribuna del Congreso, crédito en las fondas, tertulias que nos aprecian, sastre que nos soporta.
Hay notabilidades de la tribuna o de la prensa, que han aprendido en los cafés todo lo que saben.
Los días siguientes fueron de tregua, don Pedro salía bastante, y se le veía mucho en el Casino, junto a la tribuna de los maldicientes.
Lucía el Casino entre su maltratado mueblaje un caduco sofá de gutapercha, gala del gabinete de lectura: sofá que pudiera llamarse tribuna de los maldicientes, pues allí se reunían tres de las más afiladas tijeras que han cortado sayos en el mundo, triunvirato digno de más detenido bosquejo y en el cual descollaba un personaje eminentísimo, maestro en la ciencia del.

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