Ejemplos con tierra

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Por ellas podemos saber también algo de cómo Juan Ramón vivía de pequeño en aquella tierra andaluza, limpia, suave y clara, donde se formó su espíritu.
¡Y cuidado si los españoles de muchachos gozamos cuando nos es dado trabar amistad con algún asno, burro o pollino de los innumerables que en nuestra tierra hay y que llevan sobre sus lomos tantas cargas y son el consuelo y alivio de los pobres! Borriquitos de España, que con vuestro pasito corto andáis y reandáis nuestros caminos polvorientos y abrasados trayendo el agua de la fuente, llevando la ropa al río, la retama al horno, la comida a los segadores y a los mozos de las eras, cabalgadura sumisa de viejos, niños y mujeres, que aguantas ancas, hambre y malos tratos, sobre la que viajan cantando o durmiendo arrieros, gitanos y campesinos: borriquitos de España, alegres y trágicos, bien merecéis que os paguemos el bien que os debemos y el mal que os hacemos con un poco de amor y de piedad.
En torno, abril había adornado la tierra húmeda de grandes lirios amarillos.
¿Verdad que ves pasar por la cuesta roja de la Fuente vieja los borriquillos de las lavanderas, cansados, cojos, tristes en la inmensa pureza que une tierra y cielo en un solo cristal de esplendor?.
de vez en cuando de cuando en cuando dejar de + allá arriba tierra adentro.
Van tierra adentro, huyendo de la tempestad marina.
Eché pie a tierra y, con una espina y una crin, le prendí la vena rota.
echarse en la tierra llegarse poco a poco adormilarse igual que un niño.
Luego se echa en la tierra tosca y, a la larga copla de madre, se adormila, igual que un niño.
Ojalá vosotros, muchachos y muchachas americanos, que estudiáis con entusiasmo la lengua española, podáis percibir también en estas páginas breves y vibrantes algo del encanto de aquella tierra misteriosa y lejana de donde salieron los primeros hombres blancosde un blanco atezado y moreno como el de Juan Ramónque llegaron a las costas maravillosas de América.
Y así este poeta aristocrático, que no habla nunca más que de lo más íntimo de su alma, crea una poesía que contiene en forma pura, selecta y personal todo lo que constituye el encanto único de la tierra andaluza donde vió el sol, una poesía llena de matices de color y de olores delicados e intensos, de flores y de jardines, de fuentes rumorosas en el misterio de las noches estrelladas, de muchachas soñadoras y pálidas, de pueblos dormidos, de paisajes dolientes, de soledad sonora y luminosa, de dulce y triste recogimiento interior.
El espíritu, sobre la tierra, existe con conciencia de sí propiopues antes existía a ciegasdesde hace diez y nueve siglos, desde San Pablo.
Estas tres virtudes teologales le bastan al cristiano para triunfar sobre los caducos principados de la tierra.
En las narices, en los ojos, en los oídos, en la lengua, en el tacto, en el alma, recibe usted una impresión de verdín, lo que en Pilares llaman verdín, ese moho fofo y viscoso que nace, junto con las lombrices de tierra, en los rincones húmedos, sombríos y silenciosos.
Era la sazón otoñal, de color de miel y niebla aterciopelada y argentina, a manera de vello, con que la tierra estaba como un melocotón maduro.
El sonido descendía, y luego llegaba a lo largo del silencioso pavimento hasta él, a menudos y leves saltos, como los pájaros cuando caminan por la tierra.
Que me oigan los cielos y la tierra, Dios y Satanás.
¿Qué has de saber tú, si no vives en la tierra? Ni sospecha tendrás.
Entre el bosque innumerable de menudos y apretados chorros de agua, desde la tierra al cielo, y cuya tupida y abovedada ramazón eran las nubes grises y cárdenas, el tembloroso lamento de las campanas basilicales se extraviaba y desfallecía.
¿Es verosímil que los hombres inventasen así, a secas, el drama? ¡Qué desatino! Los hombres inventaron una especie de calzado, el coturno, que les alzaba más de un palmo sobre la tierra, pues con esto, ya estaba inventado el drama.
Este hombre desconcertante e inaudito, ¿es un humorista? ¿Es un genio lóbrego, en bruto, como la piedra diamante escondida en el seno de la tierra? ¿Es un loco? Y el buen Estudiantón se hacía un lío.
Belarmino pensaba hallarse providencialmente metido en la entraña de la tierra, colocado en la raíz y cimiento de las cosas, y que para conocer a los hombres lo mejor era verles nada más que los pies, que son la base y fundamento de las personas.
Yo quisiera que todos los hombres de toda la tierra tuviesen mesa abundante a hora fija, porque así se suprimirían casi en absoluto las tentaciones de renegar de Dios.
Pues vean ustedes lo que son las cosas, en el acto mismo de adoptar la pobreza, me encontré con que poseía más riqueza que los más opulentos ricachos y potentados de la tierra.
Pero, ¿qué remedio? Mi padre arrancó las raíces que le sujetaban a la hermosa tierra gallega y tomamos el portante para otra región, no menos hermosa.
La carta póstuma del conde yacía por tierra.
El otro, un pie asentado todo a lo largo, la planta sobre la tierra, con su inscripción: Pie planípedo, plantígrado o semítico, plebeyo.
Leí en un ensayista francés: ¡Quién poseyera la retina de la mosca! ¡Qué formidable panorama de la creación le ha sido otorgado a la mosca y negado al que llamamos rey de la tierra! Pues con penetrar un poco en todas las ciencias, así puras como aplicadas, se descompone al punto una imagen en millares de imágenes, como ya he esbozado en el paradigma del árbol.
Las ideas, aun las más puras, son evaporaciones biológicas, vahos de la carne efímera, son como las nubes, que parecen nacidas del firmamento y exentas de la grave jurisdicción terrena, no obstante que de la tierra se desprenden y a la tierra tornan, y al volver la fecundan.

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