Ejemplos con tibiezas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

«¡Por qué diversos modos y caminos vienen aparejadas las grandes desventuras de la vida!... La sed ardiente, el agua junto a los labios, y luego el conocimiento de que en sus transparentes cristales hay ponzoña que mata. ¡La muerte bebiendo, la muerte resistiendo la sed! En la edad de los sueños floridos, cuando nacen las esperanzas, y los horizontes del deseo no tienen límites, y la imaginación es cuadro maravilloso en que se pinta el mundo poblado de armonías y fragancia, para mí sólo hubo penas y tristezas. Dios quiso que en medio de ellas brotara en mi pecho el amor, que es fuente de consuelo y de fortaleza. Dios quiso también que aquello mismo que yo había recibido como prenda segura de mi felicidad se trocara súbitamente en instrumento de martirio... ¡Y qué martirio!... Las deslealtades se olvidan, las tibiezas se perdonan, porque el amor lo suple y lo engrandece todo, pero la causa de esta tribulación, ni admite indulgencia por su índole, ni por su arraigo deja esperar que algún día se desvanezca. Le pierdo y se pierde. ¡Con estos dos filos hiere el puñal de mi pena, dándome con un solo golpe dos muertes!».
Pasaron sus tibiezas a desvíos, encendiendo más con esto.
Y cuando entendí que don Manuel diera orden de sacarme de esclava y cumplir lo prometido, volvió de nuevo a matarme con tibiezas y desaires, tanto que aun para mirarme le faltaba voluntad.
Fue como un huracán tonante y luminoso que trocó las emociones discretas en violentos accesos de furia pasional, deshizo los gastados moldes, infundió nueva fuerza y recursos nuevos al arte histriónico, electrizó al público, y lanzó al campo de la crítica, en espantable remolino, los ardientes entusiasmos revolcándose con las tibiezas rutinarias.
A estas tibiezas daba por disculpas sus ocupaciones, y sus amigos, y con ellas ocasión a mis tristezas y desasosiegos, tanto, que ya las amigas, que adoraban mis donaires y entretenimientos, huían de mí, viéndome con tanto disgusto.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba