Ejemplos con tibios

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El Padre Kino se opuso pero en vano, se dieron órdenes de salvar cuanto pudiera regresar en los barcos, embarcaron y los tibios vientos alejaron las embarcaciones de las inhóspitas tierras de la península y el sueño de Kino de convertir a los nativos californios y crear un rosario de misiones en la península de Baja California llegó a su fin.
En vez de dos eran ahora tres los partidos enfrentados: los monofisitas declarados, los diofisitas declarados y, además, los tibios de ambos campos que aceptaban la fórmula imperial de fe.
Además de ser contracciones leves, son esporádicas, no tienen un patrón definido y tienden a desaparecer con el descansar, cambiar de posición, baños tibios y la hidratación.
Él era quien había dado este nombre, al verla blanca y hermosa como las flores que echa el almendro cuando terminan las heladas y vienen del mar los soplos tibios anunciadores de la primavera.
No de otra suerte que los amantes, por certificarse del amor recíproco, ponen el amor del otro a prueba, por medio de ordenamientos y exigencias caprichosas, por aquello de que obedecer es amar, así la Iglesia impone a sus fieles algunas obligaciones disciplinarias, por espolear a los tibios a que ejerciten y muestren el amor.
Currita, deseando despertar la emulación en provecho de los pobrecitos heridos, distribuíalos de esta suerte, y era verdaderamente un encanto, que arrasaba en lágrimas los ojos, ver aquellas tiernas parejas de inocentes doncellitas de quince a veinte años, y castos mancebitos de veinte, treinta y hasta cuarenta, sacando hilas del mismo trapito, sosteniendo por lo bajo pláticas caritativas que les animaban a la santa obra, todo, por supuesto, bajo la inspección de la angelical condesa de Albornoz, que iba de un lado a otro distribuyendo las parejas, repartiendo los trapitos, recogiendo en bandejas de plata, ayudada de sus micos, la obra ya hecha, animando a los perezosos con una sonrisa, enfervorizando a los tibios con una palabra, prendiendo por todas partes el fuego de caridad que la abrasaba a ella misma.
Los tibios rayos del sol, que ya iban haciendo jirones en la niebla, comenzaron a reverberar en la limpia superficie del agua, sobre la cual caía con rumor unísono y constante el chorrito del surtidor.
Había visto días, los menos, eso sí, en que brillaba echando chispas el sol del alma, seguidos de otros en que se apagaba casi por completo, pero nunca vio una tan inalterable y mansa corriente de días tibios, iguales, de penumbra dulce y reparadora.
Julián, no sabiendo qué hacer de su persona, quedóse pegado a don Eugenio, y le vio realizar dos proezas cinegéticas y meter en el morral dos pollitos de perdiz, tibios aún de la recién arrancada vida.
Tienen estos en contra suya la fatalidad de verse abandonados de improviso por los amigos tibios, por los servidores asalariados y hasta por los que todo lo deben al infeliz que cae, de modo que a las manos del odio justo o injusto, se unen para rematar la víctima las manos de la ingratitud, el más canalla de todos los vicios.
-Sí -dijo el Curro-, porque si uno se deja dominar por esos tibios, se queda uno atrás, y no están los tiempos para quedarse uno atrás.
¿No ve usted cómo están , , y ? ¿No ve usted cómo los liberales exaltados truenan contra los que llaman tibios, es decir, contra los que apoyan al Gobierno y forman la mayoría llamada en las Cortes? Pues bien: el pueblo está furioso contra esos tibios, ya usted sabe cómo se ha logrado encender esa ira.
-Nuestra idea -continuó Alfonso-, es combatir a esos republicanos tibios que van a las Cortes y a los clubs para sermonear sobre el orden y la moderación.
Se portaría como hija, y aún más, porque las hijas no prestan cuidados tan íntimos, no ofrecen su calor juvenil, los tibios efluvios de su cuerpo, y en eso justamente creía don Fortunato encontrar algún remedio a la decrepitud.
Reuniéronse en la ya desierta braña de la iglesia, donde se veía la enorme calva, hecha por sus mismos y otros tan saltadores pies, en el fino, verde y tupido césped, muy cerca del negro montón de ceniza que había dejado allí, por todo rastro, la hoguera, y en alegre comparsa, por la burlona Tasia dirigida, encamináronse, alumbradas ya por los tibios rayos del sol naciente, a la mies cercana.
los tibios perfumes, los huertos cerrados,.
hígado de ganso, el champaña seco, los tintos tibios,.
recibir los besos tibios de la primavera.
Los aviñoneses enemigos del Pontífice convencían a sus compatriotas tibios o neutrales, afirmando que el rey de Francia iba a cerrar el puente, sitiando por hambre a Aviñón si no tomaban todos partido contra el español.
Volvía a saturar su imaginación con los calores tibios que los deseos de los hombres emanaban siempre a su paso.
Su conversión debía ser solemne, para escarmiento de pícaros y enseñanza saludable de los creyentes tibios.

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