Ejemplos con sucedían

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Mientras se sucedían las giras apoteósicas, participé en un disco de Sergio Makaroff cuyo título no recuerdo en este momento.
Los asaltos alemanes se sucedían a lo largo del día.
La novela incorporaba, como en su anterior trabajo, nuevos datos a medida que los acontecimientos se sucedían.
La mayor parte de estos hechos sucedían sin ninguna interferencia por parte de las fuerzas de la ley, y a menudo hasta con su cooperación.
Lord Townshend , se inspiro en los métodos que había visto practicar en los Países Bajos , drenó el suelo , lo abonó con estiercol , inició los cultivos que se sucedían en rotaciones reguladres sin agotar nunca la tierra ni dejarla improductiva.
La ciudad vivía intensamente el deporte y se sucedían las visitas de equipos grandes para jugar amistosos.
Tras el primer derrocamiento de Aráoz, se enfrentó con su sucesor, Abraham González, y luego apoyó a todos sus sucesores, que se sucedían a veces semanalmente, hubo doce gobernadores en un año.
Las traiciones se sucedían y pronto se asesinó a toda la familia del joven soberano.
Los conciertos sucedían por montones y las críticas eran favorables al grupo incluso desde otros países no hispanohablantes.
Y de este modo se sucedían con una rapidez fantástica el día y la noche, como si se hubiese trastornado para siempre el curso del tiempo.
Cuando las reacciones sucedían en España a las revoluciones, los realistas, para celebrar su triunfo, asaltaban las platerías de los , se apoderaban de sus riquezas y hacían hogueras con los muebles, arrojando a las llamas hasta los crucifijos ¡Crucifijos de antiguo judío, que forzosamente habían de ser falsos!.
Como quiera que el Estudiantón había, afortunadamente, comenzado por oír explicar a Belarmino la sinonimia de camello y dromedario, no le cabía duda que cada una de las voces usadas por el zapatero encerraba una representación fija, que las voces se sucedían las unas a las otras con ilación gramatical y lógica, y, en definitiva, que esta ilación formal contenía un fondo de pensamiento original.
Experimentaba cierta alarma al considerar la frecuencia con que se sucedían en París los fallecimientos de personas conocidas: políticos, artistas, escritores.
Ni menos requiere ser descrito el espectáculo, caro a los novelistas, de las febriles peripecias que en torno de las mesas se sucedían.
El sol trazaba sobre la blancura del techo y de las sábanas una red inquieta de oro, cuyas mallas se sucedían incesantemente: era el reflejo del agua invisible.
Al pie del balcón se sucedían de hora en hora los músicos ambulantes, cantando voluptuosas barcarolas y serenatas de amor.
Ulises empezó a sentir la saciedad de los días voluptuosos, que se sucedían siempre iguales.
Los dos amigos vivieron en los días siguientes una vida febril, considerablemente agrandada por la rapidez con que se sucedían los acontecimientos.
Se sucedían con atropellamiento los sucesos, todos en una misma dirección: la guerra.
Pero se tranquilizaba al considerar la solidez de la bóveda: vigas y sacos de tierra se sucedían en un espesor de varios metros.
La montaña tronaba incesantemente: se sucedían los rugidos de los proyectiles, el horizonte, todavía silencioso, se iba erizando de negras columnas salomónicas.
El viejo no vaciló: ¡adelante! Y empezó a caminar por una carretera blanca, recta, polvorienta, entre tierras llanas é iguales que se sucedían hasta el infinito.
Y las lágrimas sucedían a las lágrimas, trazando luminosas tortuosidades sobre el fondo mate de su cutis.
Algunas noches cuando la tempestad alumbraba con cárdenos reflejos las cumbres de la serranía, me complacía yo en admirar los fuegos de la tormenta, los relámpagos que se sucedían sin cesar con el estrépito de mil truenos que, repetidos por los ecos, aumentaban la grandeza de aquel espectáculo celeste, como si a toda carrera cruzaran por el cielo cien trenes de guerra, al estallido de mil y mil cañones.
Los dependientes no tenían manos para enseñar, y Aurora estaba rendida de trabajo, porque los encargos de y se sucedían sin interrupción.
Si ante él sucedían tales cosas, a la mesa por ejemplo, Julián torcía la cara, haciéndose el distraído, o alzaba el vaso para beber, o fingía atender a los perros, que husmeaban por allí.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba