Ejemplos con seguridad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Tenía mesa puesta a hora fija, cama limpia en sitio fijo también, y la seguridad de que ni la una ni la otra sufrirían zarandeo o zozobrarían, según el vaivén de los negocios.
La lógica humana, en su origen, es rudimentaria e ilógica, porque procede por tanteos y no en derechura ni con seguridad.
¿Esas tenemos? ¿Con escrúpulos de monja nos venimos? Pues cuente usted desde ahora con que le han de ocurrir en el distrito doscientos lances por el estilo, y si usted está resuelto a hacerles ascos a todos, ya puede volverse a su casa en la seguridad de no sentarse en los bancos del Congreso.
Al cabo, perdiendo en cada luz una esperanza, como Colón antes de ver la tierra que buscaba, salvando nuevos precipicios y lloviendo siempre y haciendo cada vez más frío, llegó la expedición a puerto de seguridad.
¡Y poco que se burlaba el buen sacristán de la seguridad con que hablaba yo de mis pretensiones! Cuando me consagraron obispo, cree, Tomasa, que me acordé mucho de él, sintiendo que hubiese muerto.
Los españoles sabrían morir, pero tenga usted la seguridad de que los invasores no necesitarían más allá de dos batallas campales para acabar con todos nuestros medios de guerra.
Gabriel hablaba de ellos y de su vida con absoluta seguridad.
Se siguen las ceremonias del culto por rutina, porque hablan a la imaginación, pero nadie se toma el trabajo de conocer el fundamento de las creencias que profesa, se acepta todo sin reflexionar, se vive a gusto, con la seguridad de que a última hora basta morir entre sacerdotes, con un crucifijo en la mano, para salvar el alma.
Era un sillar más de la montaña de piedra, se movía y hablaba como un hombre, pero tenía la seguridad de perecer apenas saliese de su jardín.
Se lanzó por entre las cañas, bajó casi rodando la pendiente de una de las orillas de la acequia, y se vio metido en el agua hasta la cintura, los pies en el barro y los brazos altos, muy altos, para impedir que se le mojase la escopeta, guardando avaramente los dos tiros hasta el momento de dispararlos con toda seguridad.
El padre era el único que salía, mostrándose tan confiado y tranquilo por su seguridad, como cuidadoso y prudente era para con los suyos.
Después se presentaba el tío caminando con seguridad por aquella tierra conocida, pero con el cayado por delante, único auxilio de sus moribundos ojos.
Bajo las frondosidades de esta selva minúscula y alentados por la seguridad de su guarida, crecían y se multiplicaban toda suerte de bichos asquerosos, derramándose en los campos vecinos: lagartos verdes de lomo rugoso, enormes escarabajos con caparazón de metálicos reflejos, arañas de patas cortas y vellosas, hasta culebras, que se deslizaban a las acequias inmediatas.
El bolsista, saboreando su dicha, aseguraba mentalmente que Dios es muy bueno, y no sabía ya qué desear, pues la seguridad de que en breve sería millonario teníala por indiscutible.
Los guardas salieron a cobrar no sé qué gabela de seguridad pública, con lo cual no había contado el pobre estudiante escaso de dineros.
Husmeaba la ganancia a cien leguas, colocaba los capitales ajenos con la mayor seguridad, tenía esclavizada la fortuna, y a pesar de esto, ¡qué sencillo! ¡Con qué modesta afabilidad trataba a los pequeños! Era un señor pequeñín, enfermizo por el exceso de trabajo, con gafas de oro y esa sonrisa atractiva y cándida cuyo secreto sólo poseen los grandes hombres de negocio o los Padres de la Compañía.
Pues sí, en Abril vuelvo, y para entonces tengo la seguridad de que.
Tengo la seguridad de que vendría, es una idea que se me ha clavado aquí.
Creo lo mismo pero a mí me gustaría tener la seguridad de que Es un ejemplo, un por si acaso nada más.
Tengo la seguridad de que arrastrada y todo como eres, loca y sin pizca de juicio, tus faltas nacen del amor y no del interés, y los mismos disparates que haces por un hombre poderoso, que te da grandes cantidades, lo harías si fuera un pobre pelagatos y tuvieras que comprarle tú a él una cajetilla.
El herrero se excusaba con voz balbuciente, y por fin hizo juramento de dar los gatillos para el jueves, sí, para el jueves, con toda seguridad Había tenido un encargo con muchas prisas pero en seguida se pondría con los gatillos de la señora, y los tendría, los tendría para el día señalado.
Al punto se envalentonó, y recobró la seguridad de su lenguaje, diciendo: Tú eres demasiado inexperta para conocer la importancia que tiene en el mundo la forma.
Por el camino, doña Lupe decía: Es lástima que Nicolás se haya ido a Toledo hace dos días, pues si estuviera aquí, él daría pasos por su hermano, y con seguridad le sacaría hoy mismo de la cárcel, porque los curas son los que más conspiran y los que más pueden con el Gobierno Ellos la arman, y luego se dan buena maña para atarles las manos a los ministros cuando tocan a castigar.
He visto a la Virgenrepitió Mauricia con una seguridad y aplomo que dejaron a la otra como quien no sabe lo que le pasa.
Maximiliano es un tarambanaafirmó el clérigo con la seguridad burlesca del que se siente frente a un interlocutor demasiado débil, y usted lo debe conocer como lo conozco yo.
El ex-alabardero era enemigo de las hipotecas con seguridad legal y rédito prudente.
Después de viuda, viéndose con cuatro cachivaches y cinco mil reales, imaginó fundar una casa de huéspedes, pero Torquemada se lo quitó de la cabeza, ofreciéndose a colocarle sus dineros con buen interés y toda la seguridad posible.
Comprendí que me había conocido y que mis miradas la cohibían ¡Pobrecilla! Lo elegante no le quitaba lo ordinario, aquel no sé qué de pueblo, cierta timidez que se combina no sé cómo con el descaro, la conciencia de valer muy poco, pero muy poco, moral e intelectualmente, unida a la seguridad de esclavizar ¡ah, bribonas!, a los que valemos más que ellas digo, no me atrevo a afirmar que valgamos más, como no sea por la forma En resumidas cuentas, chico, está que.
No había más que verle para comprender que no respondía de la seguridad de quien en él se sentase.
Pero Barbarita, con aquella seguridad del talento superior que en un punto inicia y ejecuta las resoluciones salvadoras, se encaró con Juanito, y de buenas a primeras le dijo: Mañana mismo nos vamos a Plencia.

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