Ejemplos con ronco

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Conocido como el Coronta o el Ronco Moren Brito está asociado a las acciones más crueles de la represión contra los disidentes de la dictadura de Augusto Pinochet.
Las campanas de San Francisco son las que lanzan el ronco lamento del campanario de Santa Bárbara.
Otros personajes que aparecen en el libro son: Dani, Mai y los compañeros de Sylvia, el periodista Ronco y los futbolistas del equipo de Ariel, Daniela, Wilson y el grupo de inmigrantes ecuatorianos, y Osembe, una prostituta nigeriana.
Babydaddy ha sido considerado como un oso por muchos miembros de la comunidad de LGBT debido a su marco ronco, barba y comportamiento amistoso.
Salvador estaba muy lejos de la paz gimiente del valle y del cantar ronco del.
Quiso llamar a su mujer, y la voz se quebró en un ronco arrastre de garganta reseca.
Sólo pudo echar sus brazos sobre la cabeza y hundirse a lo largo de él con un ronco suspiro.
Se alejó luego al paso, inundando el pasto de sangre, hasta que a los veinte metros se echó, con un ronco suspiro.
Y acurrucado en su minarete, en medio de las tinieblas perforadas por luminosos parpadeos, existía el centinela invisible, el ronco cantor de las horas, espía avanzado que escrutaba los hostiles misterios de la noche y del mar.
Un gallo ronco lanzaba, de tiempo en tiempo, su canto de ensoberbecido sultán.
La calle estaba desierta, al través de los visillos del balcón se divisaba el centelleo de las estrellas y a lo lejos sonaba el bramido ronco y tenaz que subía de la playa.
Y, finalmente, pensad en una despedida eterna, en una de esas separaciones que mutilan el alma, que acaban con unos amores, que tuercen en sentido contrario el rumbo paralelo de dos existencias: pensad en el relój que suena como la campana de agonía, en el silencio de los dos , que, careciendo de tiempo para decirse todo lo que sienten, no quieren ofender su mutua desesperación diciendo demasiado poco: pensad en la mirada intensa, profunda, atónita, desconsolada, que dirigís por última vez a la persona querida, en el ronco que abre un abismo entre vosotros, en el postrer apretón de manos que consagra el pacto de vuestra eterna desdicha.
En la campiña se oía el ronco graznido de los cuervos, tras el biombo, la niña lloriqueaba, inconsolable.
Lázaro, apoyados los codos en el antepecho de una ventana de su cuarto, y hundido el rostro entre las palmas de las manos, sentía llegar hasta su oído por cima de las enramadas del jardín el rumor sordo y constante que se alza de la villa y corte en las primeras horas de la noche, rumor semejante al ronco y prolongado rugir de una fiera que se estira y se espereza antes de tumbarse a dormir.
Con el temor les cogió el silencio, y un postillón que en traje de demonio les pasó por delante, tocando en voz de corneta un hueco y desmesurado cuerno, que un ronco y espantoso son despedía.
Comieron, y después de alzado los manteles, y después de haberse entretenido un buen espacio con la sabrosa conversación de Sancho, a deshora se oyó el son tristísimo de un pífaro y el de un ronco y destemplado tambor.

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