Ejemplos con repugnó

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Después de Sedgemoor tuvo que participar en las sangrientas persecuciones y represalias de los sediciosos, cosa que le repugnó hasta el punto de que alejarlo progresivamente del que era su rey, patrón y amigo.
Recientemente tuve la oportunidad de ver un video de un espectáculo de comediantes de la isla y me repugnó.
Aunque en mi albergue modesto y patriarcal abundaban los utensilios de caza y pesca, no se me ocurrió entretenerme en ningún deporte, pues siempre me repugnó la persecución y matanza de inocentes animales del aire y de las aguas.
Lo cierto era que, como en casa del señor de Ágreda quien satisfacía todo gasto era Paz, a Pepe le repugnó la idea de que fuese ella quien le pusiera en la mano el puñado de duros ofrecido por su padre.
No alcanzó a más su sagacidad, y aun esto le repugnó sobremanera, pues toda tardanza se le antojaba complicidad en el mal y todo fingimiento le parecía indigno del noble fin a que enderezó la voluntad.
Yo te esperaba siempre, tú no venías, se presentó ese hombre, me repugnó, la casa de tu tío estaba a punto de arruinarse, me puso mamá en la necesidad de elegir entre esta ruina o aceptar la mano del que podía salvar de la miseria a toda la familia,.
De modo que en una ocasión, habiendo Temístocles propuesto una cosa conveniente, la resistió, sin embargo, y repugnó, aunque no pudo estorbarla, y al retirarse de la junta pública prorrumpió en la expresión de que no podría salvarse la república de Atenas si a Temístocles y a él no los arrojaban en una sima.
Los que califican estos hechos de lisonja y adulación a la muchedumbre encuentran el desengaño en todo el tenor del gobierno de Cimón, que siempre se inclinó a la aristocracia, como que con Aristides repugnó e hizo frente a Temístocles, que daba a la muchedumbre más alientos de lo que convenía, y después se opuso a Efialtes, que para ganarse el pueblo quería debilitar el Senado del Areópago.
y sin embargo de que, dado el mando a Pompeyo, el Senado lo repugnó, y de que habiendo César derrotado a trescientos mil germanos, fue Catón de dictamen de que aquel fuera entregado a los vencidos para que recayera sobre él la ira del cielo por el quebrantamiento de la paz, el pueblo, no haciendo cuenta de Catón, ofreció sacrificios de victoria por quince días seguidos, y se mostró muy contento.
Cuando quisiéramos decir que todo esto fue inventado por los que escribieron contra él, que no fueron pocos, todavía no tendríamos medio ninguno para hacer creer que no había visto con ojos codiciosos los presentes que por obsequio y honor le hacían los reyes, ni esto era tampoco de esperar de quien daba a logro sobre el comercio marítimo, pero en cuanto a Cicerón, ya tenemos dicho que, habiéndole hecho ofertas y ruegos para que recibiese presentes los sicilianos cuando fue edil, el rey de Capadocia cuando estuvo de procónsul y sus amigos al salir a su destierro, los resistió y repugnó en todas estas ocasiones.
Mas después, cuando los Lacedemonios acometieron a Megalópolis, habiendo de prestarle auxilio, rehusó dar asidero a Cleómenes, que provocaba a batalla, y repugnó a los deseos de los Megalopolitanos, no siendo por una parte inclinado de suyo a estas batallas de frente, y teniendo por otra pocas tropas para oponerse a un hombre osado y joven, cuando ya en él decaían los humos y estaba amortiguada la ambición, pues, creía que si Cleómenes adquiría una gloria nueva a fuerza de arrojo, él debía conservar con cuidado la que ya tenía adquirida.
Se acogió a la jurisprudencia, pero pronto le repugnó aquel connaturalizarse con la disputa y con la mala fe.
Nuestra ciencia está en nuestra mística hasta tal punto, que cuando algún sabio español, como Servet o Raimundo Lulio, ha hecho un descubrimiento, le ha hecho incidentalmente en una obra de discusión teológica o filosófica, porque nuestra naturaleza repugnó siempre la ciencia de segundo orden, que ahora ha venido a ocupar el primer lugar.

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