Ejemplos con podréis

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Y es que por muchos halagos y alabanzas que deposite sobre esta obra maestra, no podréis imaginar su magnitud hasta que saquéis el cartucho y encendáis la consola.
Aquí podréis encontrar miles de vídeos de los Battlebots, y de los videojuegos que los emulan.
Podréis encontrar una lista de recetas de cócteles en la página web de Kinnie.
Vuestra ceguera os hace creer que a traves de un régimen así podréis conseguir quebrar el espíritu de nuestro pueblo.
Sólo cuando penetréis dentro del inviolable seguro podréis llamaros, en realidad, hombres libres.
Mi política es la natural y podréis maldecirla, pero no sustituirla, porque ante la guerra no hay más política que la guerra.
No podréis imaginar la confusión, el espanto de los que estábamos sobre cubierta.
Por de pronto, podréis tener por vuestros los vastos dominios que se extienden desde el Roncal a Carranza, salida y puesta del sol, por Septentrión, el Cantábrico mar y cordillera pirenaica, y al Sur montañas de Burgos, curso del Ebro.
De lo que acabo de referir, salió, como podréis suponer, mayor desventura mía, y el trabajo hercúleo de tener que triplicarme con diarias fatigas y combinaciones.
¡Y las mujeres, y los niños, y los viejos, y los enfermos, gritarán entre el fuego, y vosotros cantaréis y yo también, porque seré yo quien os guíe! Nacisteis pobres, y no podréis rebelaros nunca contra vuestro destino.
Astucias y malas artes de , ya nada podréis contra las invencibles armas de.
Lo más que los filántropos podréis decir en vuestro abono es que vuestro egoísmo es un egoísmo bien entendido, un egoísmo provechoso para todos.
¡Bailad tranquilos, granujas alegres e insolentes, mirad la , burgueses bondadosos, reíd como gallinas cacareadoras, mujercillas que celebráis las contorsiones de los monigotes! Todos ignoráis que el volcán ruge a pocos pasos de vosotros, no sabéis que hay un hombre que prepara la más horrible de las tragedias, y mañana, cuando salga en los periódicos la extensa relación de lo ocurrido, no podréis imaginaros que la fiera en figura humana que mató al rival, a la novia y hasta a la mamá, si es que se decide a bajar, era el joven dulce y simpático que, pálido como un muerto, estaba hecho un poste cerca del cafetín.
No tengo ahora la cabeza para cuentas, pero creo que arreglando tus negocios todavía salvaré algún piquillo de tu embrollada fortuna, y con esto y lo que yo os daré podréis vivir como viven esas personas honradas y modestas a las que llamáis cursis despreciativamente.
—Vosotros, africanos, haréis lo mismo en Ceuta: vosotros, asiáticos, podréis reunir vuestra cuota en Bombay: vosotros, americanos, en la Habana, y vosotros, habitantes de la Oceanía, girad sobre Manila, que es ciudad española.
Félix Montero Moralejohemos tenido lo bastante para aprender en pocas horas cuanto puede saberse acerca de , como vosotros, lectores, podréis aprenderlo también en un momento, si nos prestáis vuestra benévola atención.
Señora de mi alma: Yo soy un caballero natural de Búrgos: si alcanzo de dias a mi padre, heredo un mayorazgo de seis mil ducados de renta: a la fama de vuestra hermosura, que por muchas leguas se estiende, dejé mi patria, mudé vestido, y en el traje que me veis, vine a servir a vuestro dueño: si vos lo quisiéredes ser mio, por los medios que mas a vuestra honestidad convengan, mirad qué pruebas quereis que haga para enteraros desta verdad, y enterada en ella, siendo gusto vuestro, seré vuestro esposo, y me tendré por el mas bien afortunado del mundo: solo por ahora os pido que no echeis tan enamorados y limpios pensamientos como los mios en la calle, que si vuestro dueño lo sabe, y no los cree, me condenará a destierro de vuestra presencia, que seria lo mismo que condenarme a muerte: dejadme, señora, que os vea, hasta que me creais, considerando que no merece el riguroso castigo de no veros el que no ha cometido otra culpa que adoraros: con los ojos podréis responderme a hurto de los muchos que siempre os están mirando, que ellos son tales que airados matan, y piadosos resucitan.
—¡Gentil ánimo para jitano! ¿cómo podréis, Andres, sufrir el tormento de toca, pues no podeis llevar el de un papel?.
—Ahora pues, ya que vos no consentís que yo goce a la que tanto me ha costado, y no quereis que por amiga me entregue en ella, a lo ménos no me podréis negar que como a mujer legítima no me la habeis, ni podeis, ni debeis quitar.
El Panza antes que otro respondiese, dijo Sancho aquí esta, y el don Quijotísimo asimismo, y así, podréis, dolorosísima dueñísima, decir lo que quisieridísimis, que todos estamos prontos y aparejadísimos a ser vuestros servidorísimos.
Ya, buen escudero Trifaldín de la Blanca Barba, ha muchos días que tenemos noticia de la desgracia de mi señora la condesa Trifaldi, a quien los encantadores la hacen llamar la Dueña Dolorida, bien podéis, estupendo escudero, decirle que entre y que aquí está el valiente caballero don Quijote de la Mancha, de cuya condición generosa puede prometerse con seguridad todo amparo y toda ayuda, y asimismo le podréis decir de mi parte que si mi favor le fuere necesario, no le ha de faltar, pues ya me tiene obligado a dársele el ser caballero, a quien es anejo y concerniente favorecer a toda suerte de mujeres, en especial a las dueñas viudas, menoscabadas y doloridas, cual lo debe estar su señoría.
Hermano, si sois juglar replicó la dueña, guardad vuestras gracias para donde lo parezcan y se os paguen, que de mi no podréis llevar sino una higa.
De allí, de noche, me podréis sacar sin miedo y llevarme a la barca, y mira que has de ser mi marido, porque si no, yo pediré a Marién que te castigue.
Cada día descubro en vos valores que me obligan y fuerzan a que en más os estime, y así, si quisiéredes sacarme desta deuda sin ejecutarme en la honra, lo podréis muy bien hacer.
Dígolo porque ya habéis visto, señores, con manifiesta experiencia, el que de mí habéis recebido, en pago del cual querría, y es mi voluntad, que, cargados de esa cadena que quité de vuestros cuellos, luego os pongáis en camino y vais a la ciudad del Toboso, y allí os presentéis ante la señora Dulcinea del Toboso y le digáis que su caballero, el de la Triste Figura, se le envía a encomendar, y le contéis, punto por punto, todos los que ha tenido esta famosa aventura hasta poneros en la deseada libertad, y, hecho esto, os podréis ir donde quisiéredes a la buena ventura.
genio? ¿No podréis recordar su nombre? ¿Queréis decirme.
-De esa manera -dijo la prudentísima Angustias-, podréis veros y charlar los dos enfermicos, y nos será fácil a Rosa y a mí atender a ambos desde la sala, la noche que a cada una nos toque velaros.
-¡Gentil ánimo para gitano! ¿Cómo podréis, Andrés, sufrir el tormento de toca, pues no podéis llevar el de un papel?.
De allí salen y van en derechura desde su congreso a arreglar las enjalmas de sus borricos, que trajeron cargados de paja, para volverse a su lugar, donde, si vais, veréis a estos ministros, que se creen con más talento que un Floridablanca, empezar a palos con sus mujeres, y dirigir pésimamente a sus hijos, que no saben arreglar ni enseñar a leer y escribir, y si os familiarizáis más con ellos, os darán pruebas convincentes de su ilustración, que podréis criticar en algún cuaderno.
-Ya que sabéis tanto, ¿a que no me podréis contestar a tres preguntas que os voy a hacer? Y si no halla S.

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