Ejemplos con pobre

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El mismo cubo ,- beber de una vez ,- el pobre Villegas.
La luna está ahora llena, y a su pálida plata, el pobre cantor, en la mano cándida de Blanca, parecerá el pétalo mustio de un lirio amarillento.
Es verdad que el pobre estaba ya muy viejo.
niña pequeña flor hijo viejo libro casa gitana silla nube caballo pobre.
Comprendo con pena que el pobre Platero es menos inteligente de lo que yo me figuro.
Ahora de nuevo, trescientos años después, el poeta español que sabe más de ternura, pureza y elegancia sentimental, ha pasado su mano delicada sobre el lomo peludo de la pobre bestia esclava, y a la caricia de su mano y de su mirada ha surgido Platero a la vida inmortal.
Vamos al jardín para ,- el pobre canario.
El pobre se removió todo bruscamente, y dejó una mano arrodillada.
# #lo que habría sido del pobre Platero#,.
El pobre hombre, mi amigo muy querido.
Estas ofrendas en especie al santo indican que aquello que, al parecer sobra, es precisamente lo que falta en el asilo, para que se enteren las almas caritativas que por allí caen rara vez a cumplir en una obra de misericordia, y que sus dádivas sean las que más se han menester en la pobre casa.
¿Qué es lo que me dices? Pero, ¿es que la Xuantipa estaba infiel al pobre Belarmino? Yo lo ignoraba.
Pero pensé: ¡Si se las devuelvo al pobre Belarmino, creerá que es manía.
El señor Colignon se retiró pensando: No tiene remedio el pobre hombre.
Y al pobre Chapaprieta no le tenemos ya de obispo, porque a ése, tan engurruñado, soso y melifluo, nada se le puede hacer, como no sea madre abadesa.
No sea usted cruel, señora, el pobre Manolín un cachalote.
Me gustaría que el pobre Facundo la oyese.
Era una caridad, una limosna que harías a la pobre Angustias.
Angustias y yo no poníamos nada de nuestra parte, nos dejábamos llevar por Felicita, y en verdad que si grande era nuestro gozo no era menor el de la pobre solterona.
Recuerde usté lo del pobre Belarmino.
Y yo conducía mi pobre vida, mi pobre alma, como otro fardo, pero insostenible, abrumador.
Pensó: A ver si este pobre hombre posee más sindéresis de lo que yo sospechaba.
¿Qué va a ser de mí? ¿Qué va a ser de esa pobre neñina inocente? Porque yo, bien lo sabe Dios, perdono, hago como que no sé.
Parecen botas de un pobre de los caminos.
Pero aquí, en este triste cuartucho y frente a usted, no puedo incorporar la voz de la conciencia, sino que soy una pobre concavidad sombría en donde la voz de la conciencia hace eco.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba