Ejemplos con pesia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¿Qué tengo de dormir, pesia a mí respondió Sancho, lleno de pesadumbre y de despecho, que no parece sino que todos los diablos han andado conmigo esta noche?.
¿No le he dicho que sí, pesia a mi linaje? dijo Sancho.
¡Pesia a mí, y cómo que le dice vuestra merced ahí todo cuanto quiere, y qué bien que encaja en la firma El Caballero de la Triste Figura! Digo de verdad que es vuestra merced el mesmo diablo, y que no haya cosa que no sepa.
¡Ah, pesia tal replicó Sancho, señor nuestro amo! No soy yo ahora el que ensarta refranes, que también a vuestra merced se le caen de la boca de dos en dos mejor que a mí, sino que debe de haber entre los míos y los suyos esta diferencia: que los de vuestra merced vendrán a tiempo y los míos a deshora, pero, en efecto, todos son refranes.
-¡Pesia tal!-dije yo entre mí-¿Pues tras ser el camino tan trabajoso es la gente que en él anda tan seca y poco entretenida? ¡Para mi humor es bueno!.
-¡Oh, pesia tal!-dije yo-.
¡Pesia tal!-decía yo-, si deste juicio hubiera allá, no digo parte, sino nuevas creídas, sombra o señas, otra cosa fuera.
-¡Pesia tal!-dijo el muerto, que era impaciente-, ¿estáis loco? Que si no hubiera casamenteros, hubiera la mitad de los muertos y desesperados.
¡Téngase, cuerpo de tal, conmigo! ¡Bueno sería que, en lugar de habernos venido a holgar, quedásemos aquí hechos plasta! ¡Téngase, señor Sansón, pesia a mis males, que se lo ruegan buenos!.
-¡O, pesia tal! -respondió-.
¡Pesia! ¡Pobre señor Lorena! Qué amargas calabazas le florecían.

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