Ejemplos con pendenciero

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Nacido en el seno de una familia burguesa, judía no practicante, Kun, recibe en su infancia frecuentes palizas de su padre, un borracho pendenciero notario del pueblo.
Es un poco pendenciero con otros perros, pero demuestra entusiasmo por los juegos, especialmente junto a los niños.
Fue criticado en diversas ocasiones por ser grosero, un líder débil, egoísta, sicofántico y pendenciero.
Mulford, desde un bebedor de whisky pendenciero a un vaquero héroe que no fumaba, bebía o profería juramentos y que siempre dejaba que el villano empezara la pelea.
Su fuerza y destreza se notan, para el caso, con este hecho: Cierta vez un cowboy pendenciero estaba a punto de abandonar la ciudad en su caballo después de hacer algunas fechorías.
Se lee en un fragmento de esta obra ¿De qué o de quién depende que la vida se desarrolle en circunstancias difíciles de soportar? De un arriero, mestizo de negro, más traicionero que víbora-liana, jugador, borracho, pendenciero, asesino: Pantaleón Mancuello, quien impone su fuerza funesta a todo un pueblo de la región Oriental del Paraguay.
Chaplin se aleja del personaje alborotador y pendenciero, con un final triste que muestra que es mayor su preocupación por los otros que por sí mismo.
Pero dado su carácter pendenciero los problemas no tardan en llegar de nuevo.
El celo pendenciero de los machos es usado para pelearlos como gallos.
La leyenda afirma que fue un niño pendenciero, violento, díscolo y travieso, se fugó de casa y marchó a Jaén.
El paje de Cuenca, el pendenciero de Sevilla, avanzaba tierra adentro con unos pocos hombres, hasta llegar al campo del cacique.
Pero habiendo rodado por Sevilla y Cádiz, algo también por Melilla, adoptó la pronunciación de aquellas tierras, por creerla más en armonía con sus pensamientos audaces, revoltosos y su natural pendenciero.
En esta confusión, mi desgraciado padre saltó por la ventana de la bodega, uniéronsele dos de su anterior partida, el tal José Díaz y otro muy pendenciero a quien llaman , escaparon a la sierra los tres solitos, a caballo, y de allí se fueron al Cuartel General de Córdova.
Era el tal, jugador, holgazán, pendenciero, pero, sobre todo, borracho, y con tan mal vino, que su desdichada compañera podía contar las copas que empinaba por los guantazos y empellones que ella recibía luego.
Los hechos de guerra fueron parecidos y semejantes, pero en diverso modo, siendo Éumenes por carácter belicoso y pendenciero, y Sertorio amante de la paz y del reposo.
Exacerbado con ellas el humor pendenciero de D.
«Pueblo minero -dice el refrán-, pueblo vicioso y pendenciero».
Era agresivo, pendenciero, gustaba de llevar la contraria, y si, por ejemplo, se hacía en la mesa política progresista, que era lo más común, salía él, como un rehilete, defendiendo el espadón de Narváez.
Referíase de él que, soldado en los tercios de Chile, había desertado de la guarnición y pasado al Tucumán, Potosí y Cuzco, de cuyos lugares lo obligara también a salir lo pendenciero de su carácter.
Perseguido una vez por pendenciero, escapó de caer en manos de alguaciles, tomando asilo en los claustros de San Agustín.
Por lo mismo, como que concedieron con razón el derecho de ciudad a aquella diosa que se finge nacida de Ares y Afrodita , para que lo pendenciero y belicoso se uniese con lo que participa más especialmente de la persuasión y de las gracias y resultase un gobierno que fuese el más solícito y más arreglado, arreglándolo todo la armonía.
La mujer apacible y prudente y buena consigue fácilmente imprimir su carácter al marido irascible, pendenciero y malo.
El ladrón roba, el liviano se desmanda, el pendenciero riñe, cuando se presenta la oportunidad, estimulando la pasión, que si estuviesen abandonadas de continuo a sus malas inclinaciones serían verdaderos monstruos su crimen degeneraría en demencia, y entonces el decoro y buen orden de la sociedad reclamarían imperiosamente que se los apartase del trato de sus semejantes.
Y era, que, también por primera vez, él, jugador, pendenciero, mal esposo y calavera insigne, se había apartado de la probidad y del honor.
-Era este un militar -contábanos una noche, rodeada de siete niñas, mamá Teresa, antigua nodriza de la familia, negra cordobesa ladina y sentenciosa, que había manejado los pañales de tres generaciones-, era un militar jaranista y pendenciero.
pendenciero y alborotador, y de tal modo estorbó con su actitud agresiva la armonía del jolgorio que el dueño de casa, cansado de la acción perturbadora del ebrio, lo cogió por el cuello y lo arrastró hasta la carretera donde lo derribó, aturdido, de un puñetazo.
Pendenciero, borrachín, mala persona, pero valiente y, en sus horas, trabajador de verdad.
El gaucho neto, es el criollo errante, que hoy está aquí, mañana allá, jugador, pendenciero, enemigo de toda disciplina, que huye del servicio cuando le toca, que se refugia entre los indios si da una puñalada, o gana la montonera si ésta asoma.
Al fin y al cabo no tenían hijos y podrían criar esa yunta de cachorros, pues abundaba carne y hubiesen considerado un crimen abandonarlos en manos de aquel padre borracho y pendenciero.
Yo era un estudiante pendenciero, jugador, aficionado a mujeres y muy desaplicado.

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