Ejemplos con pasadizo

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuenta con un pasadizo a la izquierda que da acceso a la sacristía, con puerta rematada por frontón roto en volutas.
El tercer linaje es el de los tepanecas, que quiere decir la gente de la puente, o pasadizo de piedra, derívase su nombre de tepanohuayan, que quiere decir puente de piedra, el cual compuesto tetl, que es piedra, y panohua, que es vadear el agua, y de esta partícula yan, que denota lugar.
Su destino es el destino del arca que según se cree, se hallaría en un pasadizo subterráneo de la Fortaleza de Santa Teresa, en Uruguay.
La puerta principal, abierta en el frente noroccidental, dispone de un pasadizo en bóveda.
El palacio tiene un trazado sencillo y escasamente ornamentado, excepción hecha de algunas partes, caso de la portada situada en el pasadizo del Panecillo, junto a la Basílica Pontificia de San Miguel, sin duda su elemento de mayor valor artístico.
Ocupa una manzana de forma triangular, delimitada por la plaza del Conde de Barajas, las calles de la Pasa y de San Justo, el pasadizo del Panecillo y la plaza de Puerta Cerrada.
Hallan un libro que indica como realizar una autopsia del cerebro, al que Eden describe como una lectura ligera , además descubren un pasadizo secreto, localizado detrás de un espejo que los conduce a una especie de santuario, las paredes cubiertas por sangre y un mapa con aquellos humanos evolucionados, pero con muchas más personas.
Detrás de las simas, se encuentra el estrecho de Gloca, un pasadizo donde los vientos adquieren velocidades de vértigo.
Mas allá del estrecho pasadizo de San Juan y en una gruta cercana al manantial de Tobares,siguiendo la senda que nace tras la cabecera de la iglesia parroquial de Santa María, aparece una pequeña necrópolis medieval, compuesta por unas tumbas antropomorfas que ocupan una sola roca.
Aquí y allá se abrían en ese pasadizo numerosas bocas de túneles que llevaban aire fresco a la gran caverna.
La otra, menor, sería la puerta de la servidumbre y está situada en un lado contiguo bajo un pasadizo que une la torre a un edificio más moderno.
Demoura es el primer enemigo con el que se topan Ichigo Kurosaki, Uryû Ishida y Yasutora Sado a su llegada a Hueco Mundo, estos atraviesan la Garganta y aparecen en un pasadizo custiodiado por el propio Demoura, este los persigue a través de él para llevarlos a una amplia sala con unas escaleras, es ahí donde su compañero Iceringer le corta el paso a Ishida y se descubre que era una simple pero efectiva emboscada.
La mayor parte de los restos conservados pertenecen a una reconstrucción llevada a cabo durante el mandato de Trajano, es de destacar la existencia de un pasadizo subterráneo que comunicaba dicho anfiteatro con el Coliseo.
En las mismas escaleras que llevan al Panteón Real, -en el segundo descanso, a la derecha, un pasadizo cerrado por una puerta de madera conduce a un lugar prohibido para los mortales.
Posteriormente Iceringer es el primer enemigo con el que se topan Ichigo Kurosaki, Uryû Ishida y Yasutora Sado a su llegada a Hueco Mundo, estos atraviesan la Garganta y aparecen en un pasadizo custiodiado por Demoura, este los persigue a través de él para llevarlos a una amplia sala con unas escaleras, es ahí donde Iceringer le corta el paso a Ishida y se descubre que era una simple pero efectiva emboscada.
Bajo el otro balcón hay un pasadizo que conduce a la fuente de la Panoja, al lavadero viejo, a la carretera y al Centro Cultural del Matadero, de egregia memoria.
En la primera destaca su pasadizo bajo el Arco del Deán que comunica la casa de este con la Seo.
Pedro Fernández de Castro y Andrade, VII Conde de Lemos, el que zanjaría la cuestión cerrando el pasadizo, que resultaba oprobioso a la comunidad monacal:.
Sin embargo, recientes estudios de documentación original del convento, en poder de una familia particular, han revelado la certeza de la existencia de un pasadizo que unía el palacio y la iglesia, y que tenía el fin de dar un acceso directo de los condes a esta.
La leyenda provocaría deformaciones en la tradición oral, que llegan a especular con la existencia, no ya de un pasadizo entre el palacio condal y el Monasterio, sino con la existencia de un corredor subterráneo que llegaría desde el palacio al río Cabe, supuestamente para poder abrevar los caballos en un posible asedio.
En una de las versiones la represalia tiene su origen en una disputa relativa a la propiedad de ciertos terrenos, y en otras en una negativa de los monjes a abrir el citado pasadizo, esta última es la versión que Antolín López Peláez, en su obra Los Benedicitinos de Monforte, afirma haber escuchado en la tradición oral, otras versiones, como la de Galo Salinas, incluyen la particularidad de que un judío facilita al abad una pócima para conseguir sus objetivos.
Básicamente la trama argumental gira en torno a un pasadizo subterráneo que uniría el palacio condal de Monforte de Lemos con la iglesia de San Vicente del Pino, durante una ausencia del Conde de Lemos, que parte a cumplir con encomiendas reales, el abad del Monasterio benedictino de San Vicente, se habría servido del corredor para mantener un romance con la hija del conde, en algunas versiones, sin embargo, se trata de su esposa.
Al ponerle al corriente del caso, ambos examinan el pasadizo y descubren el laboratorio de Cornelius, que conecta con la torre del sabio y con una salida secreta del castillo.
Uecker y Kennedy bajaron por un pasadizo que se hacía estrecho por la presencia de una máquina de hielo ubicada en la pared derecha y una mesa de vapor en la izquierda.
Guió don Recaredo a los expedicionarios por una vieja, ancha y sucia escalera de pocos tramos, y llegaron a un gran pasadizo, cuyo tillado, carcomido a trechos, se cimbreaba al andar sobre él.
Y el buque viraba, huyendo de este pasadizo acuático lleno de escollos.
Hacía brusco recodo el angosto pasadizo, y se hallaron de pronto en otra galería, abierta como una boca, donde se internaban los tubos, comidos de orín, gracias a la perenne humedad.
El tío Frasquito, cepillado ya, limpio y resplandeciente, con sus finísimos guantes de piel de Suecia en una mano y un ligero cabás de Leopoldina Pastor en la otra, entró en el comedor y pidió un refresco de grosella No llegó a tomarlo: una muchacha de las del servicio apareció dando gritos, sin poder articular, haciendo gestos desesperados de que la siguiese En un pasadizo cerca de la cocina, frente a una puerta entreabierta, estaba Diógenes, tendido boca arriba, con los brazos en cruz, doblada una pierna, revestido el semblante de una palidez cadavérica, sobre la que se destacaba sus rojas manchas granujientas, amoratadas entonces, casi negras: parecía muerto.
Comunicábanse las habitaciones de Currita con las de Villamelón por la alcoba, y por un cuarto contiguo al del baño, con un largo pasadizo, terminaba este por un lado en el cuarto de Kate, la doncella inglesa, y por otro en una estrecha escalerilla que iba a parar a un jardín muy reducido.
Engolosinado, olvidando el peligro del juego, el marqués echó detrás de la prima, que se había desvanecido ya en las negruras del pasadizo.

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