Ejemplos con oposición

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Uno ministerial, otro de oposición radical, y otro, don Simón, indefinido,.
El de oposición se llevaba las grandes masas , y en cuanto a don Simón, no contaba en aquel instante más que con lo que le rodeaba, pero así y todo, bien sabía él que no era el más desamparado de los tres.
Hízosele saber, como dato muy importante, que el candidato de oposición daba, a cada elector que le votara, media libra de pan y un trago de vino.
Era, pues, necesario, para ganarse simpatías y prosélitos, hacer por los electores un poquito más que el más rumboso de los candidatos, y como don Simón era rico, y en ciertas ocasiones no se paraba en barras, autorizó a sus agentes para que hiciesen saber en el distrito que él daba a sus votantes lo mismo que el candidato de oposición, más dos docenas de castañas, y, en caso de apuro, un cigarro de dos cuartos.
Según él, esto último era lo más conveniente, pues, bien mirado, el Gobierno no era mejor que otros muy malos, pero tampoco era peor, y, al cabo, para hacer algo por el país, mejor se estaba al calorcillo ministerial, que en el infierno de la oposición o en el limbo de los independientes.
Y lo creía tanto, que, días después de elegido, se indignaba, con la mejor buena fe, al hablar de las ejercidas contra él por el pobre candidato de oposición durante las elecciones.
Al otro día no tuvo valor para hojear los periódicos de oposición, pero una fuerza irresistible le hizo fijarse en.
Cuando tales cosas decía de él un diario ministerial, que poco antes le había puesto en los cuernos de la luna, ¿qué no dirían los que, amén de ser de oposición, no tenían que guardarle miramiento alguno? Jamás supo el pobre hombre hasta qué punto le maltrató aquel día la prensa de todos matices.
Al abrirse aquél, volvió a combatirle, desbordada, la prensa de oposición, probó, sin gran dificultad, que semejante operación era el síntoma más evidente de la bancarrota que amenazaba, cundió la desconfianza, y del primer tirón bajó el papel diez por ciento.
¿Cómo votaba él con la oposición?.
Y tienen razón, si esto se entiende como en oposición a naturalista de escuela.
Se ha observado más de una vez que las grandes evoluciones de la historia, las grandes épocas, los períodos más luminosos y fecundos en el desenvolvimiento de la humanidad, son casi siempre la resultante de dos fuerzas distintas y co-actuales, que mantienen, por los concertados impulsos de su oposición, el interés y el estímulo de la vida, los cuales desaparecerían, agotados, en la quietud de una unidad absoluta.
La oposición entre el régimen de la democracia y la alta vida del espíritu es una realidad fatal cuando aquel régimen significa el desconocimiento de las desigualdades legítimas y la substitución de la fe en el en el sentido de Carlylepor una concepción mecánica de gobierno.
Eran rastros de un débil intento de oposición durante la ausencia del dueño al iniciar los alemanes el despojo de establos y salones.
Las flotas de barcas permanecían en seco, se cerraban los talleres, ya no humeaba la olla, los caballos de la gendarmería cargaban contra la muchedumbre protestante y famélica, la oposición gritaba en las Cámaras y los periódicos hacían responsable de todo al gobierno.
En Zaragoza obtuvo Martí, el grado de doctor en Derecho a título de suficiencia, y el de doctor en Filosofía y Letras, a pesar de la marcada oposición del claustro de aquella Universidad carlista.
De una carta en que hacía referencia a su oposición a ese movimiento revolucionario y al silencio en que se mantuvo por un espacio de tiempo, es este párrafo: Crear una rebelión de palabras en momentos en que todo silencio sería poco para la acción, y toda la acción es poca, ni me hubiera parecido digno de mí, ni mi pueblo sensato lo hubiera soportado.
Y, ¡cómo persigue a María Vargas ese caballerete que ha venido de París, con sus versos copiados de François Coppee, y su política de alquiler, que vino, sirviendo a la oposición y ya está poco menos que con el Gobierno! El padre de María Vargas va a ser Ministro y él quiere ser diputado.
El chantre es, por derecho, el jefe de los cantores, y el chantre es un canónigo cualquiera, que nombra Roma sin oposición y que no conoce ni una nota del pentagrama.
Somos clérigos como los canónigos, llegamos a beneficiados por oposición, hemos estudiado como ellos las ciencias religiosas, y además somos músicos, pues a pesar de esto, cobramos casi la mitad del sueldo de un canónigo, y para recordarnos a todas horas nuestra ínfima condición, nos hacen sentar en la sillería baja.
Mas era hombre capaz en sus rencores de comprender y practicar aquella venganza de los chinos, que consiste en ahorcarse a la puerta de su adversario para atraer sobre él la cólera celeste y el odio de los ciudadanos, lleno, pues, de saña, rechazó con altivez la oferta, y creyendo alcanzar por sus propias fuerzas lo que de grado no le habían querido dar, alistóse de nuevo entre sus antiguos amigos los revolucionarios aún no resellados, que capitaneaba a la sazón el excelentísimo Martínez y prometían formar una oposición formidable el día en que se decidieran a reconocer la monarquía de Alfonso XII.
Prometía la primera campañas parlamentarias nunca vistas, hacía esperar el segundo diversiones y regocijos jamás disfrutados, y unas y otros discutíanse y aun preparábanse en los salones de Currita, centro por aquel tiempo de los más importantes hombres políticos de la futura oposición dinástica, a la vez que de lo más , lo más de la alta sociedad madrileña.
Sus de los viernes llegaron a tener fama, y con igual facilidad se concertaba en ellos un gabinete que se desconcertaba un matrimonio, se ganaba un diputado para la oposición que se perdía una muchacha para siempre, minada al amparo bienhechor de la dama, por esa galantería de algunos salones, que llama un autor, nada asustadizo por cierto,.
Entre estos dos grupos principales que ocupaban ambas cabeceras sentábanse el resto de los convidados: la señora de López Moreno, que redondeaba a la sazón su inmensa fortuna prestando al veinte por ciento, la marquesa de Valdivieso, que no atestiguaba ya sus sentencias con la autoridad de Paco Vélez, sino con la de Fermín Doblado, la condesa de Balzano, divorciada de su marido y en pleito con sus hijos, el duque de Bringas, declarado pródigo por los tribunales a instancias de su esposa, don Casimiro Pantojas, buscando siempre el de algún verbo griego, dos diputados novatos, cándidos provincianos todavía, a que la ilustre condesa, de acuerdo con el excelentísimo Martínez, tendía el anzuelo de sus banquetes para pescarlos en la oposición futura, el espiritual Pedro López, que pagaba su cubierto todos los viernes con algunas columnas de de prosa , y el marqués de Sabadell, que al notar las siete bajas habidas en el número de convidados, dirigía a Currita miradas impacientes, que hacían en la comprimida cólera de esta el efecto que el viento hace en el fuego, y parecían demostrar en ambos el pesar de ver frustrado en parte algún plan que proyectaban.
Yo les he probado que no es natural, sino artificial, el diputado que de aquí enviamos, y, como ahora está en la oposición, el Gobierno le derrotará con mi auxilio en las nuevas elecciones, que serán pronto.
Aunque el diputado natural esté en la oposición, conserva el distrito por dos razones.
Ha hecho oposición a una placita en el Tribunal de Cuentas y la ha ganado.
No se recataba ya para estudiar, y hacía público alarde, con la mayor desvergüenza, de su decidida inclinación a tomar el grado aquel mismo año, llegando hasta la audacia de escribir un trabajo muy bueno sobre la dextrina, e ilusionándose con la idea de hacer oposición a una cátedra.
Don Pedro, diputado de oposición o independiente o conforme les dé la gana de llamarle, servirá de tanto a los suyos como la carabina de Ambrosio.
Rióse don Quijote de las afectadas razones de Sancho, y parecióle ser verdad lo que decía de su emienda, porque de cuando en cuando hablaba de manera que le admiraba, puesto que todas o las más veces que Sancho quería hablar de oposición y a lo cortesano, acababa su razón con despeñarse del monte de su simplicidad al profundo de su ignorancia, y en lo que él se mostraba más elegante y memorioso era en traer refranes, viniesen o no viniesen a pelo de lo que trataba, como se habrá visto y se habrá notado en el discurso desta historia.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba