Ejemplos con oiría
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
En él se oiría el vuelo de una mosca.
Si hubiera sido mentira, usted se habría reído al oiría.
¡pero le oiría! Tal vez trajese el ánimo dispuesto a concesiones.
En esta tu casa reina un silencio tan profundo, que se oiría cenar a un gusano metido en una calavera.
Si aplicara el oído a la pared, oiría quizás claramente, pero no se atrevió a aplicarlo.
¿De dónde procedía este cuento, variante de la leyenda del ogro? ¿Lo oiría Perucho en alguna velada junto al , mientras hilaban las viejas y pelaban castañas las mozas? ¿Sería creación de su mente excitada por los terrores de un día tan excepcional? Una empezaba el cuentoera un rey muy malo, muy galopín, que se comía la gente y las vivas.
Yo la respondí: «Señora, claro es que quien busca comodidad en Alcalá que no anda avisado en decir que tiene el fiador en Madrid», mas que había respondido conforme a su pregunta, porque oírme buscar por dónde fuese estudiante y quererme hacer pastelero, era de las donosas cosas que en mi vida oiría.
Con buenas y sabias Cámaras, que debían ser presididas por un Obispo, y sujetas al rigor dogmático, podrían los hombres de estudios ilustrar las cuestiones, y el Rey desde su real tribuna lo oiría todo, conservando la libertad de hacer lo que le diere la real gana, que para eso era ungido de Dios.
Aunque no nos oyese, que sí nos oiría.
Por el contrario, se diría que la multitud se hallaba convidada para una fiesta, y si el observador se acercaba a los grupos oiría sólo imprecaciones, en escala cada vez mayor, a la memoria del difunto.
Ella le oiría.
Al ver al califa y al oír el sonido de su voz, cesó el baile de improviso, las jóvenes quedáronse inmóviles en el lugar que ocupaban respectivamente, y se interrumpió tan por completo el ruido, que se oiría resonar una aguja que cayese en el suelo.
sangrar se oiría.
Y esto lo vería y esto lo oiría siempre y a todas horas: en el cristal del espejo, y en la soledad de la alcoba, y en las estampas de la sala, y en la fragata del tejado, y entre los arcos de su alcázar, y en los rosales del jardín.
bien que ya usted me oiría.
A un mismo tiempo, sin poder valernos los unos a los otros, caeríamos como enjambres de moscas, no se oiría ni la queja.
