Ejemplos con obstinada

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

A la derecha del II Cuerpo estadounidense, el XIII Cuerpo británico experimentaba una lucha igualmente obstinada en un terreno igual de difícil.
Se había comprometido también a conseguir que el clero ortodoxo aceptase la supremacía de Roma y adoptase el rito latino, pero se encontró con una obstinada resistencia.
La fuerte creencia de Vance en los derechos políticos de autogobierno de los estados lo condujo a ejercer una obstinada oposición al gobierno confederado.
Obediente, obstinada y oscura, como una sombra, Emilie sigue a su marido.
Para otros críticos, la decisión de Vallejo de hablar en primera persona, rompe la más obstinada tradición literaria: la del narrador omnisciente que todo lo sabe y que todo lo ve, el novelista obicuo que puede atravezar con su mirada las paredes y leer los pensamiento.
Maxilom se recuerda mejor por su obstinada negativa a entregarse a las fuerzas ocupacionales estadounidenses justo cuando sus correvolucionarios en Manila y Cebú estaban empezando a capitular o colaborar con el nuevo poder colonial.
Antes de que falleciese de fiebre, y justo después de la captura de Limerick, Ireton mandó a colgar algunos de los dignatarios de la ciudad por su obstinada defensa de la ciudad, entre los que estaban el concejal y obispo católico Terence Albert O Brien, y el oficial realista inglés llamado coronel Fennell.
Sanada es un médico con un carácter muy peculiar, que lleva a cabo una obstinada lucha contra las enfermedades y que tiene la costumbre de consumir alcohol.
Su personalidad obstinada sumado al innato espíritu de liderazgo entre sus pares lo han llevado a triunfar dentro de los más variados escenarios.
Las circunstancias del drama pesan por turno sobre una hija obstinada en vengar al padre, una esposa infiel y un hijo en plena lucha por encontrarse a sí mismo y dejar de vivir para cumplir mandatos ajenos.
Las circunstancias del drama pesan por turno sobre una hija obstinada en vengar al padre, una esposa inconsciente y un hijo en plena lucha por encontrarse a sí mismo y dejar de vivir para cumplir mandatos ajenos.
Los pueblos celtíberos emprendieron una lucha obstinada contra la hegemonía romana.
Cuando gritaron los españoles Lautaro era muerto los guerreros aliados de Itata, Ñuble y Renoguelen huyó de cualquier manera que podrían, dejando solamente Mapuche de Lautaro luchando una batalla de seis horas con el Mapuche que ponía encima de una resistencia obstinada a pesar de la muerte de su líder.
En la segunda mitad de octubre se hacía cada vez más evidente al general Alexander que a pesar de la lucha obstinada en los llanos empapados de la Romaña y en las montañas de los Apeninos, con el otoño bien avanzado y el agotamiento y las pérdidas en combate que cada vez más afectaban a la capacidad de sus tropas, no se iba a lograr abrir brecha en las defensas alemanas antes de que llegase la primavera.
Con la ayuda de una princesa obstinada, un bardo exagerador y una ostigante criatura llamada Gurgi, Taron intentará salvar al mundo de Prydain de los planes del Rey del Mal.
El pato Donald visita dicha localidad y conoce a los lugareños, incluyendo a una obstinada llama.
Juan Minelli, el protagonista de esta novela, vuelve a Venecia para encontrarse por última vez con Joyce, la mujer con la que ha vivido un romance intenso y oblicuo, marcado desde siempre por un destino lábil y por una obstinada persistencia en la memoria.
Pero esta obstinada resistencia dio su fin al agotarse todo recurso para la vida y la defensa.
El ave fatídica se cernía obstinada sobre el jardín.
Pero la Juana es obstinada y de cortas entendederas.
Y ante aquella chata y obstinada frente dirigida en tranquila recta a la tranquera, los caballos comprendieron humildemente su inferioridad.
Y un inglés pequeñitocontinuó Maltrana, que usted habrá visto con su traje a cuadros y su pipa, derramaba lágrimas en la copa, repitiendo con una incoherencia obstinada de beodo: Yo he entrado en el buque con el corazón puro, y puro quiero sacarlo de él.
Esta idea se refería sin duda al hombre que estaba cerca de ella, a su obstinada insistencia en la obra de destrucción, a la esperanza aun viviente de doblegarlo, de hacer que volviera a tener creencias, pues la Condesa proseguía, horrorizada:.
Treinta y cuatro años, ninguna arruga en la frente, ¡pero cuántas arrugas en el alma! El recogimiento en la reflexión, el asiduo examen interior, el inveterado instinto y la obstinada necesidad de mirar dentro de sí mismo, lo habían envenenado.
Pero la de Castro cedió sin mostrarse obstinada, dejando al caballero todo el goce de su delicadeza.
Lo que comenzó a guisa de vulgar conquista, iba transformándose en drama psicológico, sin puñalada, pistoletazo, ni catástrofe, pero muy serio: acaso con su catástrofe y todo, porque ¿quién era capaz de prever las complicaciones a que podría dar ocasión el odioso Martínez? Pero lo grave era que la mujer antes perseguida y deseada sólo por gentil y graciosa, se había trocado en hechicera enigmática: ya no era don Juan un temperamento atraído por la belleza, sino una voluntad obstinada en descubrir el arcano que llevaba una mujer dentro del pecho.
Las escenas y momentos que Cristeta se complacía en evocar, no le venían a la memoria como delirio de imaginación viciosa obstinada en reproducir mentalmente lo que aun para el pensamiento debe ser pudoroso, eran reminiscencias espontáneas, dispersas e incompletas, rememoradas como versos sueltos de un poema leído en días venturosos.
La condesa, por hallarse en presencia de un extraño, no soltó la ira que a borbotones quería escapársele del pecho, al ver en su hijo la obstinada genialidad, que amenazaba echar por tierra todos sus proyectos, mas conociendo yo que aquel volcán necesitaba cumplido desahogo por el cráter de la boca y quizás por el de las manos, juzgué prudente retirarme.
¡Qué lucha aquélla, tan obstinada y tan cruenta! El patriotismo exclusivo era una hidra que asomaba diez cabezas nuevas, cuando yo creía haberle cegado y quemado otras tantas.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba