Ejemplos con nigromántico

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Antes de que las cosas llegaran a tal altura, Venegas, presidente del nigromántico senado, supo o sospechó que Canta Claro era mi amigo Porras, y acometió la empresa de llevarle al círculo para que presenciara las maravillas que allí se producían.
-¿No me conoces?-dijo- ¿La redoma y las tajadas no te advierten que soy aquel famoso nigromántico de Europa? ¿No has oído decir que me hice tajadas dentro de una redoma para ser inmortal?.
El nigromántico agareno le prometió que, dentro de tres días, le daría con que la misma dama se le viniese a su poder, como lo hizo, que como ajenos de nuestra católica fe, no les es dificultoso, con apremios que hacen al demonio, aun en cosas de más calidad, porque, pasados los tres días, vino y le trajo una imagen de la misma figura y rostro de doña Inés, que por sus artes la había copiado al natural, como si la tuviera presente.
Los niños que habían celebrado la fiesta eran los pajes del rey Godofredo, disfrazados por orden de su señor de diferentes modos, y habían arrojado al fuego un líquido extraño compuesto por un célebre nigromántico de la ciudad que tenía el singular poder de sumir en un prolongado sueño a todo el que lo aspirase.
Había hecho que unos mensajeros enviados hacia los Tesprotos, allá cerca del río Aqueronte, consultasen al oráculo nigromántico acerca de cierto depósito de un huésped.
-Fue santo rey, y de virtud incomparable -dijo el nigromántico- según leí yo en las estrellas pronosticado.
-¡Oh, doyla al diablo -dijo el nigromántico- por vengarme del mismo diablo, que no sé que pueda darla a nadie sino por hacerle mal.
-No he de salir de aquí -dijo el nigromántico- hasta que los pleitos se determinen a garrotazos, que en el tiempo que por falta de letrados se determinaban las causas a cuchilladas decían que el palo era alcalde, y de ahí vino «júzguelo_el_alcalde_de_palo».
-Por ninguna cosa saldré de aquí -dijo el nigromántico-.
-No estoy dos dedos de volverme jigote -dijo el nigromántico- para siempre jamás.
Os había anunciado a mis amigos como un hombre fabuloso, como un mago de las ''Mil y una noches'', como un nigromántico de la Edad Media, pero los parisienses son tan sutiles y materiales, que toman por capricho de la imaginación las verdades más indiscutibles, cuando estas verdades no entran en todas las condiciones de su existencia cotidiana.

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