Ejemplos con negaba

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Pero tampoco le salía la cuenta, porque se levantaba una figura ruin y mal trajeada, que, con voz de grillo mal emitida, soltaba un aluvión de párrafos enmarañados que nadie se tomaba la molestia de desenredar, o un finchado presuntuoso, que entre período y período de su discurso ponía una eternidad de paseos en corto, estirones de chaleco, montaduras de lente y mares de agua con azúcar, ya un perezoso desaplomado Adán, que parecía las pocas y desmadejadas frases que decía a fuerza de restregarse contra el banco y de tirar de sus bragas hacia arriba, o un mozo encanijado y presumido, que sin ciencia, sin virtudes, sin voz y sin palabra, quería convencer como los sabios y convertir como los justos, ya un osado boquirrubio, cuyo único afán era medir sus fuerzas con las de los del Parlamento, que se guardaban muy bien de replicarle, ya un viejo atrabiliario, cuyos furores causaban risa y cuyos chistes hacían llorar de compasión, ya una especie de cuáquero mugriento, demagogo impenitente, que vociferaba sobre justicia y amor al prójimo, no en nombre de Dios, a quien negaba, blasfemo, sino de una razón que parecía faltarle a él, ya que no a los que en santa calma le escuchaban.
Realza, no menos que la revelación cristiana, la dignidad de los humildes esta nueva revelación, que atribuye, en la naturaleza, a la obra de los infinitamente pequeños, a la labor del nummulite y el briozóo en el fondo obscuro del abismo, la construcción de los cimientos geológicos, que hace surgir de la vibración de la célula informe y primitiva todo el impulso ascendente de las formas orgánicas, que manifiesta el poderoso papel que en nuestra vida psíquica es necesario atribuir a los fenómenos más inaparentes y más vagos, aun a las fugaces percepciones de que no tenemos conciencia, y que, llegando a la sociología y a la historia, restituye al heroísmo, a menudo abnegado, de las muchedumbres, la parte que le negaba el silencio en la gloria del héroe individual, y hace patente la lenta acumulación de las investigaciones que, al través de los siglos, en la sombra, en el taller, o el laboratorio de obreros olvidados, preparan los hallazgos del genio.
Y Poseidón distinguía entre todas a la nereida de la espuma, la blanca Anfitrita, que se negaba a aceptar su amor.
Se negaba a continuar su carrera: quería embarcarse, alegando que para esto se había hecho piloto.
Debiste pedirle permiso, y si te lo negaba ¡paciencia! ¿No te he dicho, mujer, que para ser buena casada, y hacer el viaje en paz, metieses en las maletas un par de arrobas de paciencia? Se nos olvidó, y mire las resultas.
Era propiedad de una vieja devota que, por legar toda su fortuna a la Iglesia, se negaba a vender el edificio a Sánchez Morueta, dándose la satisfacción de tener por inquilino a uno de los primeros ricos de Bilbao.
Su estómago, herido por las privaciones, se negaba muchos días, con horribles náuseas, a recibir el pan áspero y el cazo de rancho.
Al que se insolentaba con el tribunal, multa, al que se negaba a cumplir la sentencia, le quitaban el agua para siempre y se moría de hambre.
Llegó a llamarle ladrón porque se negaba a devolverle su arma.
¿No quería oirle el amo? ¿Se negaba a darle una esperanza? Pues bien, él en su casa esperaba, si el otro quería algo, que fuese a buscarle.
A más de esta sociedad cotidiana, no se negaba doña Luz a asistir a otras de más ancha base.
No se negaba a asistir a los bailes, tertulias y otras fiestas que en el lugar se daban.
Él era informal, ligero, casquivano, tenía novias en los cuatro distritos de la ciudad, salía de noche para dar serenatas amorosas, y ella, bajo su exterior abobado de muchacha tímida y devota, ocultaba un carácter varonil, un genio insufrible, el mismo estallido de nerviosidad iracunda y atronadora que se manifestaba en el cuando le salía mal un negocio o un deudor se negaba a pagarle.
A él le era imposible vivir si Amparito se negaba a amarle, necesitaba, para no aborrecer la vida, que ella se decidiese a ser su musa, su inspiración.
Se negaba resueltamente a firmar otro pagaré garantizando el crédito de su madre, y menos consentía aún en hipotecar su huerto para adquirir los tres mil duros.
Los protestantes decían que la mujer aquella les había pedido limosna y protección, doña Guillermina lo negaba, acusándoles de haberla sonsacado y de haber ido a buscarla a su propia casa.
Por la tarde, Plácido comunicó a la señora que la mujer aquella se negaba a poner a su hijo en pechos de nodriza, aunque esta fuese bajada del Cielo, insistía en que tenía leche, el niño berreaba, dando a entender que su mamá faltaba descaradamente a la verdad En fin, señoraagregó Estupiñá con oficiosidad sañuda, que a esa mujer hay que matarla.
Ido del Sagrario se negaba a tomar copas y su amigo Izquierdo, que bebía aguardiente como si fuera agua, se burlaba de la sobriedad del profesor de instrucción primaria, el cual aseguró haber comido y no hallarse muy bien del estómago.
Ya afirmaba la culpabilidad de , ya la negaba.
Ballester había recomendado que se le diera carne cruda, pero como él se negaba a comerla, doña Lupe discurrió el darle menudillos, corazones de aves, y suprimir para él el cocido y los feculentos.
Y cuando él lo negaba, la ofendida esposa, que sentía en su alma la convicción profundísima de la autenticidad del hecho, irritábase más: No lo niegues, no me lo niegues, pues yo sé que es cierto.
Julián sabía que aquella gente maleante y retozona era capaz de llevarlo por fuerza, si se negaba a ir de grado.
La zopenca del ama negaba el hecho, cosa que enfurecía a la madre.

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