Ejemplos con metimos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se hicieron los preparativos con extraordinaria reserva, el marqués y sus padrinos, con las cajas de pistolas, fueron a primera hora de la mañana, y yo, con los míos, nos metimos en una barca después de comer.
Nos metimos en la despensa y llevamos a nuestra cámara provisiones para quince días, dos barriles de vino y de ron, embutidos, carne seca, galletas, luego entramos en el pañol del pan y lo dejamos casi vacío.
Nos metimos en la ballenera y quedó uno de guardia en un alto.
Nos metimos en la barca y remamos con furia hacia el centro del río, la corriente nos llevaba hacia el mar, así que nuestra única preocupación fué alejarnos de la orilla.
Hecho éste, metimos una aguja y miramos a ver si salía algo del orificio.
Luego cogimos del colgador las ropas de otros reclusos y las metimos en nuestras hamacas.
Nos metimos valientemente en el pantano, hasta llegar a una zona en que era lo bastante espeso para sostener el cuerpo de un hombre, aunque no para permitirle andar.
Nos metimos en la lancha y comenzamos a remar, sustituyéndonos alternativamente.
No quisimos entrar en el pueblecito con aquellas trazas, y subimos por el arenal, y escalando unas dunas, sin que nos viera nadie, nos metimos en el cementerio de la aldea, y tendidos entre dos sepulcros, resguardados del viento, pudimos descansar y dormir.
Ello sucedió porque nos metimos en una fonda con ánimo de pasar la noche, y apenas viose Silvestra bajo techo se puso tierna, indolente, mimosa, aquejada de esa insana languidez que sólo se cura con los melindres afectivos.
Nos metimos en la Aduana, de cuyo administrador y ministriles era amigo mi protector, y al cabo de otro rato invertido en saludos cortos y coloquios luengos acerca de la paz, llegó con mi maletita y el billete de mi pasaje en el vapor.
Allí nos metimos, y el señor Arcipreste, desembarazado de la gorra de piel y del capotón, se me presentó en toda su gallardía simpática.
Retrasados por la tardanza en encontrar embarcación, dadas las siete metimos a bordo nuestros equipajes, mi escopeta y cartuchos, luego nuestras personas, y en marcha, aguas abajo.
Hace dos meses, una mañana que llovía muchísimo y tú te habías llevado el coche, nos metimos ahí al lado por no ir hasta la catedral.
A lo que el señor Sansón dijo que se deseaba saber quién, o cómo, o cuándo se me hurtó el jumento, respondiendo digo que la noche misma que, huyendo de la Santa Hermandad, nos entramos en Sierra Morena, después de la aventura sin ventura de los galeotes y de la del difunto que llevaban a Segovia, mi señor y yo nos metimos entre una espesura, adonde mi señor arrimado a su lanza, y yo sobre mi rucio, molidos y cansados de las pasadas refriegas, nos pusimos a dormir como si fuera sobre cuatro colchones de pluma, especialmente yo dormí con tan pesado sueño, que quienquiera que fue tuvo lugar de llegar y suspenderme sobre cuatro estacas que puso a los cuatro lados de la albarda, de manera que me dejó a caballo sobre ella, y me sacó debajo de mí al rucio, sin que yo lo sintiese.
De frase en frase nos metimos en la política, y Sagasta hizo el panegírico de la Monarquía constitucional, prometiendo a España días muy felices.
nos metimos en el chinchorro, y bogamos mar afuera, bogamos, bogamos, con toda el alma en los puños.
Fui a Gibraltar, metimos el contrabando y fuimos a echarlo en Estepona.
Retrasados por la tardanza en encontrar embarcación, dadas las siete metimos a bordo nuestros equipajes, mi escopeta y cartuchos, luego nuestras personas, y en marcha, aguas abajo.
Allí nos metimos, y el señor Arcipreste, desembarazado de la gorra de piel y del capotón, se me presentó en toda su gallardía simpática.
Nos metimos en la Aduana, de cuyo administrador y ministriles era amigo mi protector, y al cabo de otro rato invertido en saludos cortos y coloquios luengos acerca de la paz, llegó Ibrahim con mi maletita y el billete de mi pasaje en el vapor.
Oímos atentos y conmovidos esta corta homilía mi mujer y yo, y metimos mano por segunda vez a las bizcotelas y bollos, dejando las bandejas poco menos que limpias, y apuramos los vasos de limón, que con el calor de aquel día y el sofoco de la ceremonia, nuestra sed no acababa de aplacarse.
La hice leer I Promessi Sposi, y advirtiendo su predilección por lo que más hería su sensibilidad, nos metimos con los poetas, prefiriendo los modernos, para huir del estorbo de los arcaísmos.
Desde que nos metimos en la guerra se me fue del alma el rencor contra usted.
Animéme algo con saber que no me buscaban, y después de coser todas mis joyas y algunos doblones en parte donde los trujese conmigo sin ser vistos, y dispuesto lo necesario para nuestra jornada, pasados cuatro o seis días, una noche nos metimos Octavio y yo de camino, y partimos la vía de Alicante, donde iba a embarcarse mi ingrato amante.
- Al contrario: por poco apego que nos hayáis tomado a los que la llevamos a término, os interesará muy mucho ver los grandes trabajos que nos costó, los atolladeros en que nos metimos, cómo escapamos de ellos, y las preciosas caras que contemplamos en medio de todo, a guisa de providencial recompensa de nuestros afanes.
:Nos metimos las manos en los bolsillos, sin querer, y la frente sintió el fino aleteo de la sombra fresca, igual que cuando se entra en un pinar espeso.
-Y llegando el tren, en él nos metimos.
»Como, según el chiquillo, ese señor se encaminaba a mi casa, en seguida me dio la espina de que sería algún amigo o pariente de usted, llamé a tres feligreses, les hice encender ''fachucos'' de paja bien retorcidos para que durasen, y nos metimos por la sierra, busca que te buscarás al viajero.
lo cierto del caso es que no metimos en un puño a aquellos.

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