Ejemplos con lúgubremente

En el pueblo lúgubremente callado de Montgomery, una muchedumbre atacó otro autobús lleno de pasajeros por la libertad, provocando que John Lewis perdiera el conocimiento con una caja de madera y golpeando al fotógrafo de la revista Life, Don Urbrock con su propia cámara.

Había quien se pasaba toda la mala noche tocando lúgubremente las campanas de la iglesia.

Todo se desquició lúgubremente en la casa de Rucanto desde aquel punto y hora.

El perro de , excitado por los disparos, ladraba lúgubremente.

En aquella sazón los afanes matrimoniales no permitieron el paso a los pensamientos ultramundanos que ahora soplaban lúgubremente por su cerebro vacío.

Le abrasó completamenteresume, por fin, don Segis lúgubremente.

En esto nos hallábamos frente a la inmensa mole de la casa de los Reyes, huraña y obscura, contrastando lúgubremente con las luminarias de la Burguesía infatuada y de la Aristocracia enloquecida.

Los cañones de una y otra parte callaban lúgubremente.

-Hoy, señores, hoy -manifestó Milagro lúgubremente-, al llegar a mi oficina.

Andrés guardó silencio y concentró también lúgubremente su atención sobre la maltrecha planta.

¡Y, cual si esto no fuese bastante, el viento silbaba lúgubremente, y la lluvia se divertía, como los pastores de la Arcadia, en hacer correr a las doncellas.

—¡Si así lo hicieres, Dios te lo premie, y si no, te lo demande!—añadiste lúgubremente, levantando los ojos al techo y perdiéndote entre la muchedumbre.

Porque todo se puede conllevardijo Ido bajando la voz lúgubremente, menos la infidelidad conyugal.

La sociedad española empezaba a presumir de , es decir, a vestirse lúgubremente, y el alegre imperio de los colorines se derrumbaba de un modo indudable.

, la primera noche de orfandad, cuando dejaron de tañer las campanas y de sonar las remotas músicas del entierro, cuando hasta las tinieblas le advertian que ya estaba solo sobre la tierra, cuando comenzaba a figurarse que él tambien habia muerto y sido sepultado, oyó una voz ronca y áspera, la voz de un sacerdote grueso y feo, que le decia lúgubremente:.

¡Aquel grupo de resucitados blancos que sube hacia , y aquel otro grupo de resucitados negros que marcha lúgubremente por la siniestra, son interesantes y bellos hasta lo sumo para los que en el arte buscamos algo más que forma o postura académica y realidad anatómica!.

Detúvose un instante ante las barracas y al andar de nuevo, habló así lúgubremente:.

La caja batía marcha lúgubremente.

Al cabo, convencido de que perdía su latín, cambió de tono, dio con el taco unos formidables golpes a la puerta, que repercutieron en el interior lúgubremente, y retirándose, llenó de injurias al rufián.

Los cohetes al explotar repercutieron lúgubremente en el interior de la casa y muchas rameras se asomaron en paños menores a la puerta de sus cuartos para imponerse de lo que sucedía.

Tras haber andado un sinnúmero de corredores, vio Dantés abrirse una puerta con un candado de hierro, como en respuesta a tres golpes que dio el comisario con un martillo de hierro, y que sonaron lúgubremente en el corazón del preso.

Si yo creyera, a lo vulgar, que había Fortuna, también creyera, amigo canónigo y señor, que su casa era la casa con dos puertas, muy diferentes la una de la otra, y encontradas en todo, porque la una está fabricada de piedras blancas, dignas de la más dichosa urna en el mejor día, y la otra, su contraria, de piedras negras, que en su deslucimiento agüeran su infelicidad, majestuosamente alegre aquélla, y ésta lúgubremente humilde.

Entonces sus labios temblaron a impulsos de los sollozos que lo sofocaban, por sus pómulos se deslizaron las últimas lágrimas, levantó al Cacique en sus brazos que seguía aullando lúgubremente y dio vuelta para tomar el camino que conduce a la salida del cementerio.

Finalmente una nueva descarga de mosquetes se dejó oír, y esta vez las balas vinieron a estrellarse sobre los guijarros alrededor de los cuatro amigos y a silbar lúgubremente en sus orejas.

Los sucesos de la calle de la Chanvrerie vagaban como una nube en su memoria, los confusos nombres de Eponina, Gavroche, Mabeuf, Thenardier y todos sus amigos envueltos lúgubremente en el humo de la barricada, flotaban en su espíritu, la extraña aparición del señor Fauchelevent en aquella sangrienta aventura le causaba el efecto de un enigma en una tempestad.

Ya resuenan lúgubremente en los empedrados de la antigua Tutia las herraduras de las caballerías que suben y bajan por estas empinadas calles y carreras, ya se me hace fúnebre como el Dies irae el ladrido de los perros en largas noches, y hasta el matutino canto de los gallos me suena como una invitación a que tomemos el portante.

La comida comenzó lúgubremente.

-¡Pobre mártir! -repitió lúgubremente María, clavando sus ojos en un lugar vacío de la atmósfera, en un punto donde no había objeto ni forma alguna, sino la vaga indeterminable proyección de un pensamiento.

-Mañana -dijo León lúgubremente, mirando al suelo- te abriré la única posible.

-¡Juntos! -respondió lúgubremente la guipuzcoana-.