Ejemplos con lugares

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el Seminario se murmuraba que era muy galanteador y que se introducía siempre entre la muchedumbre y en lugares muy concurridos, por disfrutar de apreturas con las mujeres.
Déjate de resabios de fraile y lugares comunes.
Pero no es menos verdad que si la naturalista nada tiene que ver con semejantes horrores, la de los naturalistas, lejos de rehuírlos, los busca con fruición, habiéndose llegado a crear dentro de la escuela una especie de derecho consuetudinario que los autoriza y recomienda, y que hace creer a los mentecatos que la novela naturalista ha de ser forzosamente un arte de mancebía, de letrina y de presidio, como si sólo de tales lugares se compusiese esta inmensa variedad de la naturaleza y de la vida.
Este cargo, repetido hasta la saciedad por otros críticos, dió ya motivo a una vigorosa réplica de Pereda en el prólogo de sus , pero como todos los lugares comunes, y más si son irracionales, traen aparejada larga vida, no es de temer que desaparezcan tan pronto del vocabulario de los críticos de Pereda los términos de , como tampoco aquellos otros , ni siquiera el de.
Nunca comprenderán los extraños de qué manera suenan para nosotros en el libro una porción de nombres de lugares y de personas, y qué fuentes tan escondidas van a buscar en el alma de aquellos para quienes el libro ha sido principalmente escrito, de aquellos cuyo aplauso desea Pereda más que otro alguno.
El presidente de Castilla recorría los lugares de la provincia, acompañado del verdugo, para despojar a los labradores de sus escasas cosechas.
Un teniente gana menos que ciertos obreros, y tiene que costearse uniformes vistosos, ir limpio, y frecuentar, cuando necesita esparcimiento, los mismos lugares que los ricos.
Viendo las ceremonias del culto, que en otros tiempos le conmovían, sentía impulsos de protesta, deseos de gritar a sacerdotes y acólitos que se retirasen, pues su tiempo había pasado, la fe había muerto, y únicamente por rutina y por miedo a la opinión ajena volvía la gente a aquellos lugares que antes llenaba de la mañana a la noche el fervor religioso.
En la batalla de las Navas da el ejemplo metiéndose en lo más recio de la pelea, por lo que el rey, después de la victoria, le da el señorío de veinte lugares y el de Talavera de la Reina.
La barraca, vomitando lejos de ella su digestión de gentío, quedó muda, sombría, con ese ambiente lúgubre de los lugares por donde acaba de pasar la desgracia.
Interrumpiendo su ristra de lugares comunes, dichos campanudamente, como si estuviera en la escuela, añadió en voz baja, guiñando maliciosamente los ojos:.
Jaime en Villafría, al cabo de los cuales fue menester proseguir la comenzada tarea de visitar todos los lugares del distrito.
Por respeto a su amiga, y porque en los lugares no anda la gente con sutilezas etéreas o pasadas por alambique, y porque con decir ella algo hubiera dado pie para que se añadiese mucho, doña Manolita ni a su padre confió el resultado de sus observaciones.
El que no lleva pajitas al nido rara vez moja la barba en cáliz, he oído decir con frecuencia al personaje más sentencioso de aquellos lugares.
En los lugares, ni más ni menos que en las grandes poblaciones, abundan las malas lenguas, pero concurrían en esta ocasión mil circunstancias que evitaron que la maledicencia se cebase en tan inocentes relaciones y las interpretase en sentido avieso.
Si cualquier hombre del mundo, conocedor de la vida de Madrid o de otra capital de Europa, y conocedor del modo de vivir de nuestros lugares de Andalucía, hubiera entrado allí, se hubiera sorprendido agradablemente y hubiera dudado de lo que veían sus ojos.
Acisclo? Con cierta moral alambicada, que don Acisclo no podía conocer, acaso hubiera salvado los intereses del marqués, acaso hubiera hecho durar otros cuantos años más el esplendor de la casa, pero pedir esto por aquellos lugares era pedir cotufas en el golfo.
Al contrario, siempre se ha obstinado en creer que no vale menos la gente de los lugares que la más encopetada de la corte.
Había ido a las ferias de los lugares cercanos y a algunas romerías, y no esquivaba la conversación de las gentes, aunque con tan juicioso y bien templado decoro, que atinaba a desechar la familiaridad excesiva, sin ofender al vidrioso y sin alentar al audaz y confiado.
Los recién llegados, después de saludar a la mamá, deseándola felicidades y ensartando los lugares comunes propios del caso, sentáronse cerca de las dos niñas, que se mostraban complacidas y ruborosas.
Él, tan metódico y cuidadoso de cumplir sus obligaciones, abandonaba la tienda para ir a la Bolsa en compañía de su principal, o a los lugares donde se reunían sus compañeros de explotación financiera.
Y el señor Cuadros repetía con expresión pedantesca estos y otros lugares comunes que había oído en la Bolsa de boca de ciertos pillos de levita, que con la dichosa lucha por la existencia justifican rapiñas legales que merecen un grillete.
Don Antonio sacaba a luz todo un arsenal de afirmaciones que, a fuerza de repetidas, habían pasado a ser lugares comunes.
La importación de los nuevos estilos de piedad, como el del Sagrado Corazón, y esas manadas de curas de babero expulsados de Francia, nos han traído una cosa buena, el aseo de los lugares destinados al culto, y una cosa mala, la perversión del gusto en la decoración religiosa.
Cada peldaño tenía su historia, y la pollería y el cuarto entresuelo y después el segundo tenían ese que es propio de los lugares consagrados por la religión o por la vida.
Llevaba Olmedo una vida muy poco ejemplar, mudando cada mes de casa de huéspedes, pasándose las noches en lugares pecaminosos, y haciendo todos los disparates estudiantiles, como si fueran un programa que había que cumplir sin remedio.
No encontrando lo que buscaba en lo que parece más alto, descendió de escalón en escalón, visitó lugares donde había estado algunas veces y otros donde no había estado nunca.
Baldomero con muy buen juicio que pues era costumbre que se largaran los novios, acabadita de recibir la bendición, a correrla por esos mundos, no comprendía fuese de rigor el paseo por Francia o por Italia, habiendo en España tantos lugares dignos de ser vistos.
Rosarito vióse de súbito dominada por tan viva sensibilidad, que la escasa energía de su cuerpo no pudo corresponder a la excitación de su espíritu, y desfalleciendo, dejóse caer sobre una piedra que hacía las veces de asiento en aquellos amenos lugares.
Les recibían de muy mal talante, dándoles acomodo en los lugares más atrozmente inhabitables de las casas.

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