Ejemplos con inútil

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Yo era como un inválido, como una cosa inútil y paralítica.
Después, durante las horas antemeridianas, era hombre inútil.
Pero todo fue inútil: la aparición del animal, el desastre del mostrador, el salto sobre Simón y el desaparecer en la plaza, fué obra de un solo instante.
Esta era la necesidad más apremiante, y era otra, bastante urgente, la de abrir algunos canales de riego, por los cuales se distribuyera convenientemente el caudal del arroyo en invierno, a fin de que empapase toda la campiña por igual, de modo que en verano conservara alguna frescura, ya que en tan calorosa estación todo canal era inútil, puesto que se secaba el regato hasta su origen, y no corrían por su cauce otras cosas que las nubes de polvo que levantaba el viento, las lagartijas y las cucarachas.
¡Inútil afán el suyo! Cuanto más miraba y más quería oír, menos hallaba lo que iba buscando.
Tú fuiste quien les entregó la plata, y es inútil que lo niegues.
¡Tantos diría entonces! Cuando se fue usted, dijo mi cuñado: Éste ha colgado los hábitos para siempre, es inútil que su tío el beneficiado quiera hacerlo sacerdote.
El panteísmo, como decía Schopenhauer, equivale a licenciar a Dios por inútil.
Su fue tan célebre, que estaba prohibido copiarla, bajo pena de excomunión, pero trabajo inútil, pues hoy a quien excomulgarían es al que se acordase de ella.
Es inútil que te esfuerces, Gabriel.
Mientras esto siga, es tarea inútil la de los revolucionarios en este país.
Los gobiernos no quieren ejército: saben que es inútil para la defensa exterior de la nación, pues la fortuna nacional no permite su mantenimiento, y les basta con una organización embrionaria, que vive en pleno desorden, agitada por incesantes y contradictorias reformas, copiando los adelantos extranjeros, como una muchacha pobre imita las galas de la gran señora.
El zapatero recordaba con los ojos lacrimosos al pequeñuelo muerto de hambre, y hablaba de la miseria de su prole, tan numerosa que hacía inútil su trabajo.
Batistet regresó desesperado de su inútil correría.
Sus voces se perdían, levantando el eco inútil de las ruinas y los cementerios.
¿Por qué quieres llevarte a la pobre anciana? ¡Necio de mí que no acerté a pensar que la muerte estaba tan cerca! No, sí, lo pensé, lo pensé muchas veces, pero siempre la ví lejos, ¡muy lejos! Y ahora venía de pronto, ¡insidiosa, inesperada cruel terrible! El que se muereme decía yoes como un náufrago arrebatado por las olas: lucha por ganar la orilla, todos los que le aman quieren salvarle, y no pueden, y es imposible, todo esfuerzo es inútil y el infeliz pide socorro ¡y parece que no le oyen! ¡Horrible! ¡Horrible!.
Se había arruinado, había caído hasta en la deshonra por hacer su papel en la comedia del mundo, y fuera de algunas satisfacciones de su orgullo, ¿qué había sacado? Su Rafaelito era un perdido: ahora lo comprendía, muy elegante, eso sí, pero inútil para librar a la familia de la miseria.
¿Qué soy en aquella casa? Un trasto inútil, un mueble incómodo que se empeña en permanecer intacto y todos desean verlo hecho astillas para arrojarlo al montón.
Por dos pesetas diarias la explotaban las parroquianas de un modo irritante, mostraban un ansia furiosa para exprimir todas sus habilidades, la hacían cortar y probar como una maestra y coser o zurcir como una oficiala, obligábanla, con falsos mimos, a no levantar la cabeza del trabajo ni un solo instante, se mordían los labios con rabia y dudaban de su laboriosidad cuando no podía convertir en vestido flamante un guiñapo viejo, y después de todo, cuando la costurera terminaba, despedíanla sin cariño alguno, como un mueble inútil, y no se acordaban de ella al darse tono en paseos y teatros, asegurando que era de una modista francesa el vestido cuya confección les costaba unas cuantas pesetas.
¡Vanos propósitos! ¡Empeño inútil! Me refugiaba yo en el recuerdo de Angelina, como en un puerto salvador, me repetía una y mil veces cuanto ella me había dicho, sus palabras más tiernas, sus frases más doloridas, las expresiones que más hondamente habían penetrado en mi corazón, y cuando me creía victorioso y alardeaba de haber triunfado en mí mismo, la voz de Gabriela, el eco de su piano, el ruido de su falda, el aroma de sus vestidos, cualquiera cosa suya me hacía estremecer, y me sentía débil como un niño, impotente para resistir una mirada, la más indiferente, de sus ojos azules.
Quise replicar, pero me pareció inútil toda aclaración.
En vano pretendes ocultarme que vives para mí, es inútil que te empeñes en esconder así ese secreto de tu corazón.
Acudí a relevar a mi tía, esperando que la anciana segura de mi vigor, se mostrara más decidida y animosa, pero todo fué inútil.
Al acabar la última página advertí que aquella lectura había sido inútil.
También le cultivaba la memoria, descargándosela de fárrago inútil, y le hacía ver claros los problemas de aritmética elemental, valiéndose de garbanzos o judías, pues de otro modo no andaba ella muy a gusto por aquellos derroteros.
Inútil pregunta, porque él no sabía que cuando se recibe algo se dan las gracias.
Pero es inútil, no me escapo ya.
Echábalas de sí como enfermera que administra la inútil medicina al agonizante.
Nos escriben de aquella localidad que el país está tan poco dispuesto a aventuras, que se considera inútil en aquel punto la presencia de la brigada Batalla.
¡Inútil celibato el de los clérigos! Si el Concilio de Trento les prohibe tener hijos, Dios, no el Demonio, les da sobrinos para que conozcan los dulces afanes de la paternidad.

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