Ejemplos con ifigenia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Sin embargo, Artemisa impidió el sacrificio, sustituyendo a Ifigenia por un ciervo y trasladándola al país de los tauros, gobernado por Toante.
Fue miembro del PRI hasta que salió de sus filas y fundó, junto con Cuauhtémoc Cárdenas e Ifigenia Martínez, la corriente democrática, que más adelante se convertiría en el PRD.
A la izquierda del altar se encuentra Agamenón, en el centro, Ulises e Ifigenia, más a la derecha Calcas, de blanco, con una cinta en la cabeza y la diestra en la empuñadura del cuchillo, y Menelao, portando un cetro.
Witkiewicz, JUAN MOREIRA, de Eduardo Gutiérrez-José Podestá, EL CONTRABAJO, de Patrick Süskind, SUEÑO DE UNA NOCHE DE VERANO, de William Shakespeare, PALOMI­TAS BLANCAS, de Manuel Cruz, SEXO DROGA Y ROCK'N ROLL, de Eric Bogosian, CALIGULA, de Albert Camus con Imanol Arias en el rol portagónico, MUSICA ROTA, de Daniel Veronese, LA CHINA, de Sergio Bizzio y Daniel Guebel, DECADENCIA, de Steven Berkoff, RECONSTRUCCIÓN DEL HECHO, de Daniel Veronese y Rafael Spregelburd, POLVO ERES, de Harold Pinter, BRECHT-EFFEKT, sobre textos de Bertolt Brecht, MARTES ERÓTICOS, sobre textos de autores varios, AMOR DE DON PERLIMPLIN CON BELISA EN SU JARDÍN, de Federico García Lorca, y LA BIBLIOTECA DE BABEL, de Jorge Luis Borges, ambas en codirección con Edgardo Rudnitzky, GALILEO GALILEI, de Bertolt Brecht, CÁMARA OSCURA, con dramaturgia propia, IFIGENIA EN AULIDE, de Eurípides, EXTINCIÓN, de Iñigo Ramírez de Haro, LO QUE PASÓ CUANDO NORA DEJÓ A SU MARIDO O LOS PILARES DE LAS SOCIEDADES, de Elfriede Jelinek, MI QUERIDA, de Griselda Gambaro, EL SIGLO DE ORO DEL PERONISMO, de Pedro Calderón de la Barca, Marcelo Bertuccio y Rubén Szuchmacher, PEQUEÑOS CRÍMENES CONYUGALES, de Eric Emmanuel Schmitt, LAS TROYANAS, de Eurípides, en versión de Jean Paul Sartre, ENRIQUE IV, de Luigi Pirandello, QUARTTET, de Heiner Müller, MUERTE DE UN VIAJANTE, de Arthur Miller, LAS REGLAS DE LA URBANIDAD EN LA SOCIEDAD MODERNA, de Jean-Luc Lagarce, LA GRACIA, de Lautaro Vilo, HIJOS DEL SOL, de Máximo Gorki.
Eurípides sigue esta versión en sus tragedias Las troyanas e Ifigenia en Áulide.
Orestes, ante las dudas de Menelao, recuerda a éste las deudas de gratitud que debe tener con su familia y particularmente con Agamenón, que comandó las tropas de la expedición de castigo a Troya por el rapto de Helena y permitió el sacrificio de su propia hija Ifigenia para favorecer la partida de las naves.
Su trama está muy relacionada con las tragedias Electra, Ifigenia entre los Tauros e Ifigenia en Áulide.
Ifigenia tiene un plan para escapar del país con la estatua de Artemisa.
Sin embargo, por si acaso la tablilla se perdiese en un naufragio, Ifigenia explica oralmente cual es el contenido de la tablilla.
Pílades jura que entregará a los parientes de Ifigenia la tablilla con sus noticias y a cambio Ifigenia promete que lo dejará partir sano y salvo.
Ifigenia interroga a los prisioneros sobre sus nombres, linaje y procedencia.
Los prisioneros son puestos a disposición de Ifigenia para ser víctimas de un sacrificio.
Ifigenia tuvo un sueño que interpretó que significaba que su hermano Orestes había muerto.
Ya nacida su tercera hija Ifigenia Torres, la familia parte hacia Estados Unidos donde permanece unos años dedicados a la producción de juguetes.
Un oráculo había sido la causa de que Agamenón se hubiera visto obligado a sacrificar, en honor a la diosa Artemisa, a su hija Ifigenia, en Áulide, para permitir la partida de la flota griega que debía dirigirse a Troya para castigar el rapto de Helena.
El desarrollo de la trama enlaza con la tragedia Electra y está relacionada con Ifigenia en Áulide.
Más tarde, un mensajero cuenta a Clitemnestra los sucesos que ocurrieron durante el sacrificio: Ifigenia ofreció su cuello con nobleza y cuando el sacerdote se disponía a degollarla inesperadamente, Ifigenia desapareció raptada por algún dios y en su lugar apareció una cierva degollada.
En ese momento Ifigenia prefiere resignarse a morir para evitar a Aquiles desgracias y porque comprende que su muerte es necesaria para que los helenos puedan castigar el rapto de Helena.
Aquiles acude al encuentro de Ifigenia y Clitemnestra y les explica que él mismo ha estado a punto de ser lapidado por el resto del ejército por oponerse al sacrificio, pero que aún se muestra dispuesto a impedirlo.
La propia Ifigenia se entera de la verdad y Clitemnestra increpa a Agamenón y trata de hacerle recapacitar, mientras Ifigenia suplica abrazada a las rodillas de su padre.
Ambos son informados en ese momento por el anciano esclavo de que el verdadero propósito de hacer traer a Ifigenia no era para casarla con Aquiles sino para sacrificarla.
Ifigenia y Clitemnestra se reunen con Agamenón felices por lo que ellas creen que va a ser una boda aunque Clitemnestra se enfada por la insistencia de Agamenón en que ella esté ausente en el momento de entregar a su hija en matrimonio.
Agamenón se lamenta profundamente de su destino y Menelao se compadece entonces de él y de Ifigenia y le ruega que ya no realice el sacrificio.
Mientras tanto llega un mensajero trayendo a Ifigenia, junto a Clitemnestra y al pequeño Orestes, otro hijo de Agamenón.
Agamenón se encuentra arrepentido de su decisión y decide encargar a su anciano esclavo la misión de enviar a su esposa Clitemnestra otro mensaje en el que se anula la orden previa de que envíe a Áulide a Ifigenia.
Ante esta situación, intervino el adivino Calcante, que emitió un oráculo según el cual solo se producirán vientos favorables si Ifigenia, hija de Agamenón, es sacrificada en honor a Artemisa.

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