Ejemplos con iglesia

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

La galería de la Iglesia va hasta la viña de los Puntales y allí se abre al campo, junto al río.
El calzado de estos grandes dignatarios de la Iglesia y de las repúblicas era de telas tejidas con metales preciosos y recamados de las más ricas piedras: esmeraldas, rubíes, zafiros, diamantes del tamaño de nueces casi siempre.
Se advierte que los himnos de la Iglesia primitiva y moza están inspirados en un amor concebido en el corazón, y los de la Iglesia ya madura, en un amor concebido en la cabeza.
Como ya le he indicado más arriba, los himnos del Breviario nacieron en diferentes períodos de la vida de la Iglesia: unos, al período infantil y mozo, que son los de la Iglesia primitiva, otros, al período adulto y de madurez, y otros, poquísimos, al período senil, que es un período estéril.
¿No está aquí claramente acusada la contraposición de la Iglesia primitiva, como potencia espiritual, frente al fausto de las potencias temporales y caedizas? Sin duda, debe de ser magnífico, imponente y maravilloso el aparato y circunstancias de contorno con que actualmente se canta este himno en Roma, pero, ¿qué dirían Boecio y su mujer si levantasen la cabeza? No se impaciente usted, que vuelvo en seguida a mi historia, pero estos preámbulos son esenciales.
Tal era la misión social y espiritual de la Iglesia primitiva, de la Iglesia apostólica.
¿Por qué la Iglesia, pensaba yo entonces, no ha de permitir ahora el matrimonio de los clérigos? Cuántos daños se evitarían.
Aquellas almas inocentes y piadosas consideraban decoroso y prudente que los clérigos viviesen con mujer, y la Iglesia consentía el concubinato eclesiástico.
Ya desde aquellos primeros años de seminario me he atrevido a pensar que la Iglesia cristiana, en el curso de los siglos, fué mudando de condición, de potencia espiritual y apostolado de caridad social, se trocó en potencia política.
Verdaderamente, la liturgia de la Iglesia católica es muy bella, muy bella, muy sensual, a propósito para temperamentos delicadamente voluptuosos.
Si cantase, el rayo único de su voz hubiera penetrado en el alma penumbrosa de Belarmino, como penetra un solo haz de los rayos del sol a través de la ojiva en una iglesia.
¿Quién te dice que, cooperando a ese matrimonio disparatado, no destruyes en germen un futuro padre de la Iglesia? Y ahora se me viene a las mientes una gran idea.
Xuantipa, que se había convertido en una beata rabiosa, venía de pasar tres horas en la iglesia de San Tirso.
La Juana, por orden nuestra, no aparece por el zaquizamí de la portería, se está en la habitación que les dieron ustedes de vivienda, y cuando no, de paseo por la calle o de novena en alguna iglesia.
Luego, en el escenario, hay otros personajes, comparsería, orquesta, coros, la misma Iglesia asegura que hay coros.
Estos señores de Neira eran un matrimonio sin hijos, riquísimos, muy metidos por la Iglesia.
El primogénito permanecía siempre al servicio de la casa, y a los demás hijos varones los condes los dedicaban a la Iglesia, o los enviaban a que se ganasen la vida por el mundo.
Quiere decirse que usted, a pesar de sus ideas contrarias a la Iglesia, no tiene inconveniente en calzar a las personas religiosas.
Aquella otra casa solariega, de entrada barroca y escudo blanquinoso, labrado no ha mucho, es un noble de ayer, y muy afecto a la Iglesia, puesto que salen del portal dos dominicos de abundantes libras.
Aquella casona de sillares de granito, angostos y escasos huecos de románico diseño, gran portón de arco apuntado y escudos junto al alero, es un señorón feudal que se atreve a mirar a la Iglesia casi par a par y se mantiene apartado de ella.
En la iglesia vecina ha sonado el meridiano.
La Iglesia es intransigente en materia de ideas y tolerante en materia de acciones: sólo el pensamiento peca.
No de otra suerte que los amantes, por certificarse del amor recíproco, ponen el amor del otro a prueba, por medio de ordenamientos y exigencias caprichosas, por aquello de que obedecer es amar, así la Iglesia impone a sus fieles algunas obligaciones disciplinarias, por espolear a los tibios a que ejerciten y muestren el amor.
En la Iglesia, el espíritu de disciplina se engendra en el ámbito de los afectos generosos, es la voluntad de sacrificio.
Por lo tanto, el espíritu de disciplina de la Iglesia es de naturaleza distinta del espíritu de disciplina del Estado.
El Estado es una comunidad material que se mantiene por la mutua conveniencia, y la Iglesia una comunidad espiritual que se sustenta por el mutuo amor.
Así como en el Estado hay delitos artificiales, en la Iglesia hay pecados artificiales.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba