Ejemplos con huidas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El paso hacia este país era un recurso empleado por numerosos jóvenes alsacianos y moselanos que escapaban del decreto de incorporación forzosa en el ejército, promulgada por el Gauleiter Robert Wagner, quien a medida que las huidas se hicieron masivas, decretó el uso de la fuerza en la zona declarada prohibida de los pasos montañosos.
La guerra civil tuvo escasa importancia en este siglo, ya que este concejo, estaba alejado de los focos industriales y obreros, pero sí tuvo importancia con la caída del frente oriental, ya que muchas personas huidas se escondieron en los Picos de Europa.
Bonnie y Clyde eran los maestros de la huidas entre estados antes de la creación de la FBI.
Grupos de Ukranianos del oeste nacionalistas anti sovieticos apoyaron a las fuerzas alemanas y combatieron a las fuerzas del ejercito sovietico, posteriormente cuando estas se encontraban en el frente y se empezo a conocer las atrocidades y matanzas sobre la poblacion civil en la retaguardia,estas fuerzas quedaron disueltas, huidas o combatientes partisanos, ya que si acababan como prisioneros sovieticos serian ejecutados, y para el bando que luchaban, no eran mas que eslavos que luchaban por su causa, pero con su futuro establecido, bajo los colonizadores alemanes.
En el transcurso de su estancia en el hospital psiquiátrico, será protagonista de numerosos episodios de descontrol entre los enfermos e incluso de huidas de él mismo y el resto de los pacientes, irrumpiendo en la sosegada y cuadriculada vida de los enfermos.
Durante los meses siguientes fueron tratados con cordialidad, y sin crueldades inútiles, especialmente porque el grado de aislamiento del lugar no permitía pensar en huidas.
En el archivo Archives Départementales des Pyrénées-Atlantiques en Pau se encuentran los fondos del campo con comunicados oficiales con el ministerio o con la prefectura, listado de fallecidos, fichas de recluidos, cartas censuradas, actas personales con datos sobre huidas, enfermedades, mal comportamiento, etc.
Pero Medea había suplicado la protección de la reina, Arete, que no dejó dormir a su marido en toda la noche narrándole lo cruelmente que habían tratado los padres a las hijas huidas a lo largo de la historia.
A parte del modo carrera, también afrontamos huidas o retos especiales, por ejemplo, derribar carteles publicitarios chocando contra ellos.
Se agitaba en torno de ella sumiso y suplicante, con alternativas de cólera y huidas de despecho que sólo duraban breve tiempo.
Así transcurrieron los últimos meses, alternando mis huidas con breves regresos.
Pero el año que acaba de pasar, allá por Septiembre, si no recuerdo mal, cuando Maroto vino a mandar en Cataluña, que más valía que no viniera, la partida de Llarch de Copons y la de otro cabecilla que llaman , bajaron huidas de la parte de Lérida, donde Gurrea les pegó de firme, tomaron la vuelta de Benabarre y Albalate para pasar el Cinca, y con el furor que traían cometieron mil desmanes, saqueando las aldeas y arrasando cuanto encontraban.
Nunca se siente uno más triste que allí adentro, rodeado de caras pálidas que quieren esconder con sonrisas falsas, huidas, la terrible urgencia carnal.
No teníamos más que hacer una atropellada, de vez en cuando, para que a muchas cuadras repercutiera en un apuro y hasta en huidas sin fin.
No era mucho, por consiguiente, que, a pesar del dominio que ya ejercíamos sobre ellos, de su noble condición y de la confianza que les inspirábamos, temblasen, se retemiesen, marchasen contraídos, sin quitar ojo de las olas, y que, al verlas venir, diesen unas bruscas huidas de costado, que nos hacían perder mucho tiempo, ya que de manera alguna los estribos.
De esta base partía su fantasía, seguía con la fuga, hasta perderse luego en idilios, desafíos y nuevas huidas en carruaje o en brioso corcel, a la grupa de su amante, salvando precipicios a la luz momentánea del relámpago.
En el primer instante, todo va a placer, pero bien pronto acometen a los amotinados recelos y sobresaltos, el zumbido de una mosca les parece la voz del dómine, las pisadas, zurriagazos, y entre voces de alarma, huidas, tropezones y congojas por el temor a la infalible paliza que les aguarda cuando se descubra el desaguisado, presentan los chicuelos una perspectiva que no hace envidiar el atracón que se pegaron.
Las penas andaban huidas, también ellas son veleidosas.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba