Ejemplos con hiciste

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En el episodio Se lo que hiciste el verano pasado, Castiel regresa con Uriel buscando a Anna Milton, una muchacha con una capacidad especial de oir todas las comunicaciones entre los ángeles.
Para el mercado estadounidense, el segundo sencillo sería la canción Brave, de la cual ya hay un video filmado que fue dirigido por Michael Haussman, el mismo que la dirigió en el video de Que Hiciste, pero aún no hay fecha de estreno en radio.
En el avión de regreso a casa Michael pregunta a Neri, ¿lo hiciste bien? A esta pregunta Neri asienta con la cabeza y responde: Conseguí a Moe Greene asaltado y conté encima de aquí.
La película marca el re-trabajo en equipo de Kevin Williamson, creador de Scream y director Jim Gillespie de Sé lo que hiciste el verano pasado.
No Puedes Mentirme, Preso,Tranquilo,Pero Me Hiciste Tuyo,Vamos A Darnos Tiempo,Una Noche De Amor, entre otras, que se siguieron colocando en los primeros sitios de popularidad en toda América Latina hasta ahora.
Guarda una caja con fotografías de menores y mensajes anónimos tales como pagarás por lo que hiciste o nadie se libra de su castigo, que hace pensar a sus compañeras de piso sobre una posible pederastia, pero el misterio es revelado cuando relata un accidente de tráfico en el que se vieron involucrados su coche y un autobús escolar.
Es entonces cuando te enterarás de que es tu padre y lamentas lo que hiciste.
¡Hiciste bien en llamárselo, hija mía! ¿Quién es ella para ponerse a jugar contigo?exclamó, en un sincero arranque de soberbia, la mujer de Simón.
¡Qué falta me hiciste! La doctora estaba preocupada por los sucesos italianos.
Sí ¡no es una diadema sorprendente! ¿cuando la hiciste?.
¡Ay, si hubiera triunfado don Carlos! ¡Si no hubiésemos tenido traidores! ¿Verdad, Gabriel? Tú, que hiciste la guerra lo mismo que yo, podrás decir si tengo razón.
¿Qué hiciste luego? ¿Por qué no viniste de noche? Te estuve esperando Se perdió el palco y me acosté de un humor.
Y del desaire que me hiciste en la romería, ¿te acuerdas, pícara?.
Primero le hiciste firmar pagarés, contraer deudas, y luego, su imbécil principal y tú, con el hambre del dinero, lo habéis metido en esa ladronera que llaman Bolsa.
¿Cómo he de olvidar lo que hiciste conmigo?.
Pues señor le hiciste el amor por lo fino, y ella lo admitió por lo basto.
Ahora y en la hora de nuestra muerte sí, ya ¡Si son como las rosquillas inglesas que me hiciste comprar el otro día y que olían a viejo! Parecían de la boda de San Isidro.
¿Y por qué no lo hiciste? ¡Qué tal sería ello! ¡Vaya, que un chico delicadito como tú, meterse con esas viciosonas! Y no te quepa duda Así, pronto entregarás la pelleja.
¡Qué manera de hablar! Corrígete, mujer ¿Te has olvidado ya de la que hiciste en el convento? ¡Vaya un escándalo! Lo sentí mucho por ti.
Luego, dados tus antecedentes y viéndote vivir oculto en casa como un criminal, tuve sospechas de que habías venido a Madrid para asuntos que no eran tuyos Recuérdalo: exceptuada la primer salida que hiciste entre dos luces la misma tarde del día en que llegaste, sólo al cabo de muchos días te atreviste a salir a la calle, después de las dos o tres visitas de aquel señor que vino a verte, cuando se conoce que estaba ya cumplida tu misión.
¿Por qué no lo hiciste? Eres un tonto Aunque después me hubieras matado a mí también.
Entre una que se descompone y hace las brutalidades que tú hiciste y otra que padece y es maltratada, el amor tiene que preferir a la víctima.
Tratar tú de evitarlos o de remediarlos entonces, no es humildad, sino soberbia, orgullo satánico, es luchar contra Dios, es tomar el papel de la Providencia, es dar palo de ciego, es querer enderezar el tuerto que tú mismo hiciste, torciendo y ladeando lo que está recto, y tirando a trastornar el orden natural de las cosas.
Si mamá te hubiera despachado para el ingenio cuando hiciste aquella perrada de marras, no te verías ahora en la cárcel.
Reparé sólo que le hiciste el feo a la niña más linda del baile y esto picó mi curiosidad.
Bien hiciste, porque no es regalo, sino tormento el besar ni dejar besarse de una vieja.
Sosiégate, señora, y baja, y si te atreves a hacer lo que nunca hiciste, que es llegarte a mí, llega y verás que no soy cuerpo fantástico: Ricardo soy, Leonisa, Ricardo, el de tanta ventura cuanta tú quisieres que tenga.
Hiciste muy bien, por ser prerogativa de la hermosura, que siempre se le tenga respeto.
En fin, señor, lo que últimamente te digo es que, quieras o no quieras, yo soy tu esposa: testigos son tus palabras, que no han ni deben ser mentirosas, si ya es que te precias de aquello por que me desprecias, testigo será la firma que hiciste, y testigo el cielo, a quien tú llamaste por testigo de lo que me prometías.
¡Oh buen hermano mío, y quién supiera agora dónde estabas, que yo te fuera a buscar y a librar de tus trabajos, aunque fuera a costa de los míos! ¡Oh, quién llevara nuevas a nuestro viejo padre de que tenías vida, aunque estuvieras en las mazmorras más escondidas de Berbería, que de allí te sacaran sus riquezas, las de mi hermano y las mías! ¡Oh Zoraida hermosa y liberal, quién pudiera pagar el bien que a un hermano hiciste!, ¡quién pudiera hallarse al renacer de tu alma, y a las bodas, que tanto gusto a todos nos dieran!.

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