Ejemplos con goteando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Oral: suero goteando en la boca, que aunque sea lento al cabo del día puede aportar una cantidad importante.
Luego, cuando Loki fue atado en una cueva como castigo por haber matado a Baldr, fue Skaði quien colocó la serpiente venenosa sobre la cabeza de Loki, goteando veneno en su cara.
Se pueden crear antiburbujas de forma bastante sencilla, dejando a un grifo goteando en un recipiente lleno de agua en el que se ha añadido algo de jabón.
Arreciaba la lluvia en aquel instante, y el agua, escurriéndose aquí, goteando allá, buscando presurosa todos los caminos y conductos que la condujeran a la tierra, hacía los ruidos más extraños.
Al mismo tiempo y mientras se empavesaban los balcones, mil candilejas, puestas en los antepechos y goteando su aleve aceite sobre los transeúntes, amenazaban con una iluminación general en la próxima noche.
Arreciaba la lluvia en aquel instante, y el agua, escurriéndose aquí, goteando allá, buscando presurosa todos los caminos y conductos que la condujeran a la tierra, hacía los ruidos más extraños.
No, no era tarde, mas la fatiga, la angustia, las tinieblas y el silencio, los árboles goteando en nuestras espaldas enfriadas, todo ello hacía que la noche nos pareciera eterna, y dijo Enrique con melancolía:.
Llenose de espuma, de risas y roturas, la corriente arisca, salimos a la otra orilla con las cinchas goteando y alguno que otro salpicón en las bombachas.
¡Ah! Es que entonces la gente no se andaba en chanzas, no, por los caminos reales encontraba el viajero los cuartos de algún cuerpo humano, y oía sin asombro que aquel brazo o aquella pierna era del faccioso Fulano de Tal, si es que no entraban en Compostela los cruentos despojos atravesados en una mula y goteando sangre.
Casi todos estaban ya en lo último del cabo, y sus pábilos negros se enroscaban como lenguas de la llama bostezante, mientras el lagrimeo de la cera derretida escurría por los blandones abajo, goteando sobre el suelo.
Las madres alzan en brazos a sus hermosos niños y les enseñan al jefe de la fiesta, tendiendo ellas mismas el cuello cargado de gargantillas para alcanzar a verle mejor, los chicos sueltan el redondo pecho que queda goteando dulce néctar, y dirigen con asombro las miradas al punto señalado, o bien muchos se encogen asustados y hunden las cabecitas entre el cuello y hombro de las madres, como el pichón que quiere ocultarse entre las plumas de la paloma.
Los días en que mi amigo no tiene convidados se contenta con una mesa baja, poco más que banqueta de zapatero, porque él y su mujer, como dice, ¿para qué quieren más? Desde la tal mesita, y como se sube el agua del pozo, hace subir la comida hasta la boca, adonde llega goteando después de una larga travesía, porque pensar que estas gentes han de tener una mesa regular, y estar cómodos todos los días del año, es pensar en lo escusado.
Sigue el agua goteando con idéntico canto,.
Dícese que en esta batalla se aparecieron los Dioscuros, y que después de ella se les vio, con los caballos goteando de sudor, dar la noticia en la plaza, en el sitio junto a la fuente donde está edificado su templo: de donde proviene que en el mes de julio el día de los idus, que es fiesta triunfal, está consagrado a los Dioscuros.
Es cierto en realidad que se ve allí cómo va goteando de una peña una poca agua que de allí se encamina hacia un valle circuido con una pared seca: Nonacris, donde se encuentra esta fuente, es una de las ciudades de Arcadia vecina a Feneo.
-¡Gracias, gracias, señor don Sancho de mi alma! -contestó en este trance el penitente, con la voz temblorosa y los ojos goteando, aprieta que aprieta las manos con las rodillas.
Y cuando el champaña hervía en los cálices cristalinos, me acordé de los dos guardias que acaso entonces llegarían calados, transidos de frío, a la casa-cuartel del lugarejo lejano, y descubrí sus tricornios de charol, goteando el agua de la tempestad, sus capetas mojadas, sus polainas llenas de barro, y como recompensa de este esfuerzo diario, la mísera cena de legumbres, con la esposa harta de trabajar, con los chicuelos andrajosos, condenados a vivir de pueblo en pueblo, sin esperanza de un oficio útil, desprovistos de toda posibilidad de cultura.
Dedicáronse a rebuscar en los antecedentes, en la familia y en el ayer de Severo Llamas alguna de esas historietas que ofrecidas por comidilla a la malignidad la enconan y soliviantan para que se alce goteando ponzoña, y encontraron, porque siempre se encuentra, aun en el pasado más puro, aun en la más honrada familia, algo que, interpretado y comentado por el odio, resulte infamante.
Los cirios ardían goteando sus lágrimas de cera entre la nube de incienso que inundaba los ámbitos del templo con su aroma sagrado, y allá en el altar el sacerdote, todo resplandeciente de oro, alzaba la custodia cubierta de pedrería, bendiciendo a la muchedumbre, arrodillada.
Su voz, que temblaba como hilillo de agua goteando de una fuente medio seca, se hizo más enérgica al exigir el juramento.
Y a todo esto, el patio y sus tejados, y el terreno de afuera, y las zarzas y los helechos y la baranda del balcón, en fin, cuanto se veía o se palpaba desde mi observatorio, húmedo, reluciente y goteando.

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