Ejemplos con galante

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Y era poeta, o mejor dicho, hacía versos, y era con las damas galante como un caballero de la Edad Media -que fue, según la Historia, la edad de la galantería suprema.
Por otro lado, la versión de Delaroche presenta a Napoleón con un abrigo gris bastante común que tiene el único propósito de mantener alejado el frío más que mostrarlo como el símbolo que pudo haber representado: el de un líder militar poderoso y galante, que es la impresión que uno recibe de la versión de David.
Pronto tuvo una cierta reputación, y recibió muchas comisiones para ilustrar autores importantes y la llamada literatura galante del día, de una forma erótica.
Yo quiero ser galante contigo en el doble sentido de hombre y de poeta, y quisiera decir en esta pequeña elegía, algo muy antiguo, algo, como la palabra 'serenata', aunque naturalmente sin ironía, ni esa frase que usan los falsos nuevos de 'estar de vuelta'.
El cuadro es un exponente decantado del estilo galante o Rococó, y sus rasgos de estilo característicos: vivacidad, inmediatez, curiosidad, cromatismo de suaves rosas, texturas de gasa en las faldas de las mujeres, un paisaje de fondo luminoso y el reflejo de un momento encantador de disfrute de la vida no exento de posibilidades de flirteo.
Diego era muy hábil, prudente, apreciado como consejero y fue un guerrero caballeresco y galante, amante de la poesía y gran mecena de los artistas de su tiempo.
La formación actual de Cucsifae es: Lucas Sequeira, voz y guitarra, Cecilia Gulias bajo, Nicolas Pandolfelli guitarra, Alejo Galante en batería.
Febrer era el único que no parecía entusiasmado por esta hazaña galante del verro.
Los brazos varoniles escogían con galante zarpazo entre las agrupadas.
Por su infinita comprensibilidad ideal, acostumbran las clasificaciones de la crítica a personificar en él el alegre escepticismo de los que convierten en traje de máscara la capa del filósofo, pero si alguna vez intimáis dentro de su espíritu, veréis que la tolerancia vulgar de los escépticos se distingue de su tolerancia como la hospitalidad galante de un salón del verdadero sentimiento de la caridad.
Ulises experimentó un irresistible deseo de mostrarse intrépido y galante.
Pero al mismo tiempo confiaba en un bondadoso perdón a cambio de todo lo que había revelado, en una misericordia galante por ser ella.
Galante y desalmado en su juventud, como don Juan, habíase acogido, viendo próxima la vejez, al seguro de la Iglesia para decir su misa entre un acto terminado de escribir y otro que empezaba a versificar.
Aquella tan galante réplica, produjo una penosa impresión de frío en Cecilia.
La majestad de los príncipes la conmovía, la embargaba de sumisión, ¡ella que era incapaz de humillarse a nadie! Y aquella vida galante de la corte le producía cierto deslumbramiento como los fulgores de un sueño feliz.
Visitaba poco la casa de Belinchón, pero cuando tropezaba a la joven en la calle, nunca dejaba de pararla, mostrándose tan galante y expresivo como jamás le había visto nadie.
Trabajaba en una casa de comercio, colaboraba en varias sociedades y , sostenía incansable correspondencia con sus adictos, enseñaba a los desgraciados, meditaba, discutía, exaltaba a los pusilánimes, asaeteaba a los cobardes, confortaba a los sufridos, se erguía ante los poderosos, lloraba con los indigentes, tenía un báculo para cada caída, una esperanza para cada lacería, un bálsamo para cada dolor, una rosa para cada beldad, un pensamiento dulce para cada párvulo, y aun le quedaba tiempo para ser rendido y galante con la esposa y cariñoso y afable con los hijos.
Neptuno, porque a nadie sino a este había pedido él cita alguna, mas extrañábale, por lo mismo, la singular manera de su redacción y el empeño manifiesto que en ella se notaba de encubrir todo lo que pudiera denunciar su carácter masónico y hacerla tan sólo como una cita galante y misteriosa, según la había juzgado ya, engañándose por completo, la misma Currita.
Mas de repente, cuando esta voz tomaba cuerpo y comenzaba a excitar en los ánimos el terror que infunde todo poder oculto y la indignación que inspira toda cobarde añazaga, levantóse otra voz contraria, que nadie supo nunca de dónde salía ni quién la atizaba, y que se extendió, sin embargo, por todas partes, con grandes visos de certeza, a la manera que esparce un pozo subterráneo por todos lados sus húmedas filtraciones Díjose que en el fondo de todo aquello había tan sólo una intriga galante, que existía en el Juzgado un billetito concediendo una cita y que obraba también en poder del juez una prenda acusadora, perteneciente a la : una talma de pieles de castor, marcada por la parte de dentro con una etiqueta negra, en que con letras rojas decía: Worth.
Doña Luz se compuso de suerte que hizo galopar al Padre y hasta correr a todo escape, y el Padre galopó y corrió sin vanagloria de hacerlo bien, haciéndolo perfectamente, y sin dar el menor indicio de que lo hacía por complacencia galante, ni por lucirse, sino cumpliendo con un deber.
Doña Luz, lejos de ofenderse, se reía de esta comparación poco galante, y seguía viviendo en la casa del antiguo administrador.
¿Tanta belleza? Parece que el señor don Rodolfo se ha vuelto galante.
Como estilista sin rival, como personalidad sin parecido en el terreno de las letras, donde brilla la figura de Alarcon con luz propia y bellísima, sirven de ejemplos constantes , , los trozos del y las , donde hay diálogos, descripciones y discursos que bastan por sí solos a hacer este libro una joya más de nuestra literatura, y un digno modelo para los que se dediquen en España a esta forma tan dificil y compleja, tan sin reglas y sin criterio, como que responde a la manera pública que tienen de manifestarse cosas tan difíciles de manosear, como el hogar doméstico, la fiesta de familia, la aventura galante, y todo ese mundo de acciones individuales que, por medio de la imprenta periódica, tienen su crítica constante en las columnas de los periódicos.
Tomando una actitud galante, añadió: Porque yo me intereso vivamente por usted en todas las circunstancias, en todas absolutamente.
Era hombre que tenía que contenerse mucho para no ser galante y aun atrevido con cualquier mujer en cuya presencia estuviese.
Pues señor de la cantina de la estación vieron salir al condenado inglés de la noche de marras, el cual les conoció al punto y fue a saludarles muy fino y galante, y a ofrecerles unas cañas.
Lo era hasta en el modo de ayudar a Nucha a bajarse de la borrica, en la naturalidad galante con que le ofreció no el brazo, sino, a la antigua usanza, dos dedos de la mano izquierda para que en ellos apoyase la palma de su diestra la señora de Ulloa.
Don Pedro atendía a satisfacer sus menores deseos: en ocasiones se mostraba hasta galante, trayéndole las flores silvestres que le llamaban la atención, o ramas de madroño y zarzamora cuajadas de fruto.
Hallábanse, pues, solos y gustosísimos los pájaros, las bestiecillas montaraces y los reptiles é insectos que lo habitan, todos ellos doblemente regocijados y juguetones a la sazon, con motivo de haberse dignado subir a aquellas alturas, a pasar unos dias en su compaña, la hermosa y galante Primavera.
Dos reales lleva por cada pregunta, si es que el mono responde, quiero decir, si responde el amo por él, después de haberle hablado al oído, y así, se cree que el tal maese Pedro esta riquísimo, y es hombre galante, como dicen en Italia y bon compaño, y dase la mejor vida del mundo, habla más que seis y bebe más que doce, todo a costa de su lengua y de su mono y de su retablo.

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