Ejemplos con fresca

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡Y qué bien le iba el nombre! Tenía la cara fresca, coloradina y alegre, como una manzana.
¿Lo conoce usted? La obra más fresca y más graciosa de Beethoven.
De vez en cuando, abriéndose las mamparas cubiertas de anuncios religiosos, esparcíase en el ambiente cálido de la plaza una fresca bocanada de incienso, semejante a la respiración húmeda de un lugar subterráneo.
De los corrales salía un discordante concierto animal: relinchos de caballos, mugidos de vacas, cloquear de gallinas, balidos de corderos, ronquidos de cerdos, un despertar ruidoso de bestias que, al sentir la fresca caricia del alba cargada de acre perfume de vegetación, deseaban correr por los campos.
Mi tía Pepa se entretenía con el chocolate, y yo me servía en una rebanada de pan la fresca e incitante mantequilla.
Una sensación fresca le despertó de aquella pesadilla, que le hacía caminar como un sonámbulo aterrado.
El sol de verano caldeaba la muchedumbre, por entre la cual paseaban las chiquillas despeinadas y en chanclas, con el cántaro en la cadera, pregonando el agua fresca, y los mocetones de brazos hercúleos y arremangados, con pañuelo de seda en la cabeza, sosteniendo a pulso las pesadas heladoras y ofreciendo a gritos la horchata y el agua de cebada.
Y luego, ¡qué orgía para el olfato en esta atmósfera fresca! Experimentábase la misma impresión que en una tienda de perfumería, donde, al entrar, toda una avalancha de esencias distintas sale de cuantos huecos tiene la anaquelería, asaltando el olfato.
Y el viejo se animaba, se erguía, apoyándose en su bastoncillo, y al hablar de su querida tienda, una oleada de sangre daba color a su cara fresca de anciano bien conservado.
Rozaba al andar un lado de su busto, se sentía envuelto en el ambiente embriagador que exhalaba su cuerpo sano, y veía cerca de sus ojos el rostro de Tónica, su boca fresca, mostrando la brillante dentadura con graciosas sonrisas.
Muchas gracias, él quería ser empleado de los que están a la fresca y fuman.
Tenemos caras de muertas , se decían todas las mañanas al mirarse al espejo, y martirizaban su fresca y jugosa piel con los polvos cargados de plomo, el bermellón que teñía levemente las mejillas y los lóbulos de las orejas, y como si sus ojos no fueran bastante grandes todavía enmendaban la plana a la Naturaleza, trazando leves líneas al extremo de los párpados.
Era joven, bien claro nos lo dijo su fresca y limpia voz:.
Era gran madrugador, y por la mañanita con la fresca se iba a Santa Cruz, luego a Santo Tomás y por fin a San Ginés.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba