Ejemplos con franela

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las diversas compañías de bomberos varíaban los detalles de sus uniformes, pero todos ellos llevaban camisas rojas de franela.
De invierno está formado por pantalón azul marino de franela, zapatos negros, calcetines negros, polo blanco de manga larga con escudo en pecho y hombreras para galones, pañuelo de cuello negro, chaqueta azul marino de franela con escudo y hombreras para galones, boina azul con escudo metálico y cinturón ancho blanco con hebilla dorada y escudo.
Allí vendía blazers de franela, faldas rectas, blusas de marinera, suéteres largos y conjuntos de faldas y chaquetas.
Otra de las fuentes de ingresos y puestos de trabajo produciendo sábanas de invierno en la fábrica de sábanas El Cisne Rojo, que suministra sábanas de franela por toda España y también a diferentes países europeos.
Vestía franela, pantalón enrollado, calzaba alpargatas o iba descalzo y llevaba sombrero de cogollo.
La influencia de esa zona también se puede notar en el hecho de que la vestimenta asociada al movimiento grunge surgió de la mezcla de la estética punk con la ropa típica de la helada región, como las camisas de franela o de leñador.
Ella, juvenil y ligera, parecía una flor de oro y nácar dentro de sus vestidos de franela blanca, de corte masculino, con corbata de hombre y un panamá de alas caídas, al que se arrollaba un velo azul.
No contenta con lo cual, y viendo que Lucía, semianegada en olas de lino, hacía signos negativos con cabeza y manos, tocó otro resorte y trajo enormes cajas de cartón, que, destapadas, mostraron encerrar gorritas microscópicas, pañales de franela festoneados menudamente, capas de merino y de piqué, faldones inverosímilmente largos, y otras menudencias que arrebataron a Lucía la sangre al rostro.
En la popa de aquél estaba sentado un buen mozo con pantalones de franela blanca, sombrero de paja y una flor en la solapa de su americana azul.
En el primero los palcos, así llamados Dios sabe por qué, pues no eran otra cosa que unos bancos rellenos de pelote y forrados de franela encarnada colocados en torno del antepecho.
La faja negra oprimía una camisa de franela roja, apenas cubierta por un chaleco suelto, y la maraña de pelos ensortijados, sucios de barro, se escapaba por debajo de una boina vieja.
Estaba decidido: abominaría del mundo y sus vanas pompas , se retiraría a un desierto, sería fraile, pero no como aquellos barbudos, malolientes y zarrapastrosos que iban por las calles, alforjas al cuello, sino con arreglo a figurín: frailecillo blanco y melancólico, vestido con franela fina, la cruz roja al pecho y los ojos en alto, como si el lamento tierno, interminable, de las almas heridas: una fiel imitación de Gayarre en el último acto de.
¿Quién llevaba con más garbo que él el gabán sin costuras, ancho y deforme como un saco? ¿Quién, en verano, iba más mono con el trajecito de franela y la marinera de paja? ¿Quién daba mejor sombrerazo rígido, moviendo al mismo tiempo la cabeza y levantando un pie? Rafaelito, y nadie más que Rafaelito, y para atestiguarlo estaban también las amigas de la manía, que se hacían lenguas en su presencia de lo elegante que era el chico.
Mañana te pondrás una mía de franela.
Estaba enteramente ocupada por la gente de la aldea, todos labradores, las mujeres delante, vestidas la mayor parte de tela de estameña negra, pañuelos de color a la garganta y la cabeza cubierta con mantilla de franela, los hombres detrás, con chaqueta de bayeta verde o amarilla, calzón corto de pana, medias blancas de lana sujetas por ligas de color.
Las lugareñas de más tono usan mantilla sin velo ni blondas, esto es, una gran tira de franela negra, con anchas franjas de terciopelo.
Pero como la Regenta no estaba en antecedentes sintió el alma en los pies al considerar que aquel hombre con gorro y chaqueta de franela que repartía mandobles desde la cama a la una de la noche, era su marido, la única persona de este mundo que tenía derecho a las caricias de ella, a su amor, a procurarla aquellas delicias que ella suponía en la maternidad, que tanto echaba de menos ahora, con motivo del portal de Belén y otros recuerdos análogos.
La única exigencia de Inesiña había sido casarse en el santuario, era devota de aquella Virgen y usaba siempre el escapulario del Plomo, de franela blanca y seda azul.
amplio vestido de franela, friolento hago encender la chimenea cuyo.
»Queridísima tía: Mil gracias por la franela para el asilo Dorcas, así como por la tela.
Rosario se sentó en la reja, adornada con sus trapitos de cristianar, su falda encarnada de franela, el ajustado cuerpecillo de franela también, pero de color gris con adornos en negro, cerrado en la garganta por un a modo de ceñido corbatín de raso y encajes, delantal azul de abullonados bolsillos y orlado de blanquísima randa, adornado el negrísimo pelo por doradas agujetas y algunas flores graciosamente prendidas entre los relucientes rizos, grandes aros de oro en las diminutas orejas, algunos ajustadores del mismo metal en los pequeñísimos dedos, y bien calzado el pulido pie por blancos brodequines de becerro de caladas punteras.
El novio se había retirado, apareciendo pocos minutos después despojado de la levita, con un macarrónico batín de franela verde, en zapatillas, y calada una especie de gorra grasienta, a pretexto de catarro y confianza, en realidad por no desmentir la añeja y groserísima costumbre de sentarse a la mesa cubierto.
Acercó la Regenta el rostro a la raya de luz y vio a don Víctor sentado en su lecho, de medio cuerpo abajo le cubría la ropa de la cama, y la parte del torso que quedaba fuera abrigábala una chaqueta de franela roja, no usaba gorro de dormir don Víctor por una superstición respetable, él incapaz de sospechar de su Ana la falta más leve, huía de los gorros de noche por una preocupación literaria.
Y al acostarse, al dejar en una percha una prenda de abrigo interior, de franela, murmuró a media voz don Álvaro, como hablando con el lecho, a cuyo embozo echaba mano:.
Más allá, donde los desocupados solían jugar al tute, un joven muy guapo, de barba y cabellos castaños fingidamente enmarañados, de mirada serena y azul, de boca impecable, de manos aristocráticas, vestido con elegante traje de franela blanca a listas rojas, y resguardada del sol la hermosa cabeza por un amplio pavero de castor, sentábase en tosca banqueta, y con el pie en el aire, se lo palpaba con una mano, intentando calcular la importancia del daño recibido.
También esta utilísima prenda le ahorraba la mayor parte de las veces de ponerse los pantalones, como que le cubría hasta el suelo, semejante a una sotana, y por eso don Braulio paseaba en las noches de estío con sus dos amigos predilectos, en este sencillísimo traje, levitón, gorro de dormir encajado hasta las orejas, calzoncillos de franela, medias de lana negra y babuchas.
Colócame la franela de modo que no me queden arrugas.
¿Acabaste con la venda? Ahora la franela.
El de las mujeres, de saya de percalina azul sobre el refajo de bayeta encarnada, jubón de paño oscuro, mantilla de franela negra con anchos ribetes de panilla, media azul y zapatos de paño negro.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba