Ejemplos con extraordinarias

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Días después, el gobierno es investido de facultades extraordinarias por parte del Congreso, lo que le permite detener y relegar a dirigentes opositores.
Los aficionados que siguen de cerca a las extraordinarias golfistas disfrutan de relevantes eventos sociales y culturales, además de disfrutar de los atractivos turísticos que Morelia y Michoacán ofrecen.
Éste asumió a condición que poder disponer, no sólo de las facultades extraordinarias que había utilizado en su primer gobierno, sino de la suma del poder público , es decir, sencillamente la dictadura.
Desde allí continuó hacia Mendoza, y también la ocupó, se hizo nombrar gobernador y conceder facultades extraordinarias.
Estas civiles afectaciones no se producían en Xuantipa sino en coyunturas extraordinarias y con razón suficiente.
Debe usted considerar, además, que el tomar ese papel será un acto eminentemente patriótico, atendidas las circunstancias extraordinarias que obligan al Gobierno a crearle.
El marino, bajo el peso de su fracaso y de las extraordinarias libaciones, se sumió en un mutismo enfurruñado.
Una calma resignada y serena había sucedido a la excitación del primer momento, cuando las gentes esperaban intervenciones extraordinarias y maravillosas.
No sentía la atracción de estas ocasiones extraordinarias.
Con la audacia que infunden las circunstancias extraordinarias, se lanzaba a pie a través de París, yendo a la Magdalena, a Nuestra Señora o al lejano Sagrado Corazón, sobre la cumbre de Montmartre.
En todo demostraba Martí las extraordinarias condiciones que lo sacaron por encima de los demás hombres ¿No lo dijo él? Si los hombres nutren con sus manos prácticas lo que tienen de fieras, yo haré con las mías por nutrirles lo que tienen de palomas.
España le parecía tan grande como el resto del mundo, y sentía la comezón de ver algo nuevo, de contemplar de cerca las cosas extraordinarias admiradas en los libros.
Todas las extraordinarias visiones del soñador de Patmos, cuantas alucionaciones había consignado el evangelista Juan en su Apocalipsis, pasaban ante el gentío, sin que es Le, después de contemplarlas tantos años, adivinase su significación.
Me pasaba yo en el escritorio las horas de descanso, fingiendo ocupaciones extraordinarias, o me iba yo, como escapado, a vagar por la llanura o a tenderme en la hierba, bajo los árboles del río.
Belén se había puesto a charlar por lo bajo con una monja llamada Sor Facunda, que era la marisabidilla de la casa, muy leída y escribida, bondadosa e inocente hasta no más, directora de todas las funciones extraordinarias, camarera de la Virgen y de todas las imágenes que tenían alguna ropa que ponerse, muy querida de las y aún más de las , y persona tan candorosa, que cuanto le decían, sobre todo si era bueno, se lo creía como el Evangelio.

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