Ejemplos con estrechaba

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El apéndice estaba surcado por un canal longitudinal y tenía tres regiones: una sección proximal ancha que lo unía a la teca, una región media que se estrechaba gradualmente hasta la región distal.
Uecker guió a Kennedy a través del área de la cocina, sosteniendo su mano derecha, pero soltándole a menudo pues el senador estrechaba las manos de las personas que encontraba en el camino.
El bloqueo se estrechaba cada día más y se agotaron los víveres y las ropas secas.
Como en un espejo, el cuerpo derecho del dispositivo del ejército de Rivera se estrechaba contra la izquierda del dispositivo de Urquiza.
El cuerpo, sostenido de forma obligada por cuatro patas acabadas en pezuñas, se estrechaba y achicaba hacia delante, hasta terminar en una minúscula cabeza alargada dotada de un pico débil y dientes pequeños de escasa capacidad masticatoria.
Su forma no era recta de la base a la punta, sino que se estrechaba ligeramente hacia el centro y de nuevo, antes de llegar al extremo, se estrechaba para conformar la punta.
Ella se estrechaba suspirante contra el pecho del mozo, y decía:.
Y se estrechaba contra él y le apretaba la mano y de vez en cuando la llevaba a sus labios.
Y al pronunciar estas palabras la estrechaba contra su pecho.
El gran maestre de Malta estrechaba la mano del terrible Dragut al verle cautivo.
Y había salido de su ensueño conmovida para siempre, con la convicción de que no se realizaría nunca, pero viéndolo a él como un hombre distinto a todos los otros del buque, sintiendo una turbación en su pecho y en sus ojos, un temblor en las piernas, una música lejana en los oídos cada vez que Fernando se aproximaba para hablarla Luego ¡qué de penas viéndole con aquella señora tan elegante, tan altiva, que parecía burlarse de ella con los ojos! El ensueño no se realizaría nunca, una ilusión imposible, como tantas otras de su pobre existencia Y cuando había perdido toda esperanza, era él, ¡él! quien avanzaba en la noche con palabras de poesía, igual a un príncipe magnífico y clemente, y la estrechaba entre sus brazos y buscaba su boca, haciéndola estremecerse como una sierva de amor.
Y entonces este hombre sonrió con una sonrisa divina, y los miró con una mirada dulce, y cogió sus manos, y las estrechaba blandamente contra su pecho.
Al fin, reparando en el numeroso pelotón que por todas partes los estrechaba, dió orden de marchar, pero lentamente, al paso de los romeros.
Su mano, que era suave y ágil, rápida y diestra en el ejercicio de la caridad, estaba animada por una vida pródiga de sí misma, era una mano larga, flexible, fresca como una hoja, él, cuando la estrechaba, sentía en realidad la frescura de una hoja lozana.
Y tan afligida como su amiga, estrechaba entre las dos suyas una de sus manos, mientras la de Butrón, sin quitarse el pañuelo del rostro, cual si la vergüenza, al par que las lágrimas, la ahogaran, tartamudeaba:.
El padre, siempre silencioso é impasible, recibía las visitas, estrechaba manos, agradecía con movimientos de cabeza los ofrecimientos y las frases de consuelo.
Esta amistad, que se estrechaba por encima del mostrador, iba siendo una necesidad para los dos.
El auditorio se estrechaba, y de las mesas próximas y de los veladores del centro acudía gente, apelmazándose en torno a los bravos contrincantes.
Examinó uno a uno los rostros, y de pronto se lanzó sobre la señorita que ocupaba el centro del medio círculo, Adela, y diciendo:Esta es mi hija, la levantó en sus robustos brazos, y mientras la estrechaba en ellos y giraba como loca, la cubría de besos y repetía:¡Mi cielo! ¡mi lindura! ¡mi pimpollo! ¡mi hija idolatrada!.
A medida que se acercaban a la iglesia del Santo Ángel Custodio, que, como sabe el lector habanero, se halla sentada en la planicie de la Peñapobre, se estrechaba más la vía a causa del declive y del golpe de gentes de ambos sexos, de todos colores y condiciones que llevaban la misma dirección.
Mientras la niña estrechaba por la cintura a la vieja con sus torneados brazos y recostaba la hermosa cabeza en su pecho, semejante a la flor que brota en un tronco seco y con sus hojas y fragancia ostenta la vida junto a la misma muerte, la figura de Josefa se mostraba más extraña y fea de lo que era naturalmente.

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