Ejemplos con esbirro

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Trogo: esbirro de Arbakala de fuerza monstruosa, aunque de cierta propensión a meter la pata.
Abby Normal, quien era un personaje gótico menor en Un trabajo muy sucio, completa la narración con un diario de sus aventuras como esbirro de Tommy y Jody.
Maléfica llama cariñosamente a Diablo Fiel Amigo, ya que su querida mascota es su más leal esbirro y el más fiel de sus secuaces.
Diablo es un cuervo similar al que tiene la Reina Grimhilde de Blancanieves y los siete enanitos, sin embargo, Diablo tiene un mayor papel en la historia La Bella Durmiente como esbirro de la bruja Maléfica.
En un principio de las tiras cómicas, Pete fue como el esbirro de Sylvester Shyster, pero poco a poco comenzó a trabajar por su cuenta.
Los personajes protagonistas de la saga son el oso Banjo y la gaviota Kazooie, quienes con ayuda de personajes como Bottles, Jamjars, Mumbo Jumbo, Humba Wumba o Cheato entre otros, deben hacer frente a la bruja Gruntilda y a su esbirro Klungo junto con multitud de enemigos y obstáculos.
El Esbirro, es el asistente personal del Mini Rey.
En sus andanzas, el Mini Rey siempre tiene extraños caprichos y curiosas pretensiones que le encarga al Esbirro, las cuales terminan en un malentendido, y con el Mini Rey persiguiendo al Esbirro o al revés.
El Mini Rey es un monarca que vive en su castillo, junto al Esbirro, su asistente personal, y los lacayos.
Mientras tanto, Nathaniel el esbirro de la Reina Narissa, va al mundo real después de Edward y Pip, quienes han viajado para salvar a Giselle.
Hechicero esbirro de Brajdu, al cual proporcionó el canalizador mágico artificial que mantuvo viva a Victoria en su prisión en el desierto.
Se desconfiaba del juez por culto y escrupuloso y se echaba mano del esbirro, pidiéndole que renovase los antiguos aparatos de tormento.
¿Y qué ha hecho Zaragoza? ¡Oh!, la ciudad en que tal cosa ha pasado permaneció muda y permitió que su Capitán General fuera destituido, dejó que un vil esbirro manchara la sagrada investidura de la autoridad, despojando de ella a Riego.
¡Ay del miserable esbirro que le puso la mano encima! ¿No sabes a donde la llevaron?.
¿Para qué trabaja? Para que el labrador disfrute del producto de sus cuidados, y el minero, sin sacrificar la vida, tenga pan abundante, para que la humilde costurera cosa vestidos para ella y goce también de las dulzuras de la vida, para que el amor sea el sentimiento que, ennobleciendo y perpetuando a la especie, una a dos seres libres, para que ni el rey de la industria, ni el juez, ni el esbirro pasen la existencia trabajando para el mal de los hombres, para que el sacerdote y la prostituta desaparezcan, para que la tiranía, el despotismo y la ignorancia mueran, para que la justicia y la libertad, igualando racionalmente a los seres humanos, los haga solidarios constructores del bienestar común, para que cada quién tenga, sin descender al fango, asegurado el derecho a la vida.
Díaz Mirón, el poeta gendarme, está enfermo, el inspirado esbirro autor de las famosas Lascas, se encuentra en su casa hecho una piltrafa, de resultas de su valerosa campaña en persecución de Santanón, que ha de reir todavía de las bravatas del Bate-polizonte, que prometía ridículamente ir a cortarle la cabeza.
El poeta-gendarme, vergüenza de Veracruz, sigue desarrollando sus aptitudes de esbirro en la Cámara de Diputados con mejor éxito que en las montañas, donde tan mal le fue.
Escuchando pasa el esbirro junto a las puertas, sus ojilIos inquieren por las rendijas, estudian los semblantes tratando de adivinar el rasgo característico de la rebeldía, sus oídos se alargan tratando de percibir todos los ruidos inquietantes para el despotismo, se disfraza, pero no se oculta, el esbirro tiene un olor propio que lo denuncia, tan pronto es gusano como es una serpiente, se agita, se retuerce, se escurre por entre la multitud queriendo leer los pensamientos, se pega a las paredes como sí quisiera chupar los secretos que guardan, golpea, mata, encadena, trabaja, trabaja.
En una palabra, no parece sino que eclesiásticos y seculares, nobles y plebeyos, toda la nación, en fin, quiso hacerse cómplice de los millares de asesinatos jurídicos cometidos por la inquisición, al paso que la mayor afrenta que hoy puede hacérsele a un hombre es llamársele esbirro.
» Don Antonio condujo al esbirro y volvió a presenciar la escena espantosa de aquellos dos amantes de otro tiempo.
A poco rato, se levantó una tapa del piso y el esbirro levantó a Mercedes, con la misma grosería con que habría levantado y arrojado al piso un saco de inmundicias.
El padre se dirigió a la sala del consejo, y mientras un esbirro traía a Mercedes, se paseaba agitado de uno a otro extremo.
Un profundo silencio minaba en el comedor y en todo el resto del concurso que se agolpaba a la puerta: el esbirro que llevaba el Sambenito lo descolgó, y aproximándose a la preciosa criatura la vistió con él, porque ella se dejaba hacer con una resignación modestísima y firme al mismo tiempo.
El otro esbirro llevaba una especie de tablero o bandeja, cubierta con un paño punzó sobre la que iban dos grandes tijeras: otros dos esbirros armados con alabardas seguían más atrás, y cerraban por fin la procesión dos filas paralelas de frailes dominicos encabezados por el controversista del Callao, que era a quien esto tocaba por jerarquía.
¡Maldición! ¡infierno! ¡Esbirro del santo oficio para siempre! exclamó tapándose los ojos.
Y como cuando la mujer da rienda a la sin hueso, echa y echa palabras y no se agotan éstas como si brotaran de un manantial, trató al pobre guardián del orden de corchete y esbirro vil, y a su excelencia de perro y excomulgado, aludiendo a la carga de caballería dada contra los frailes de San Francisco el día de la ejecución de Antequera.
El esbirro no dejó continuar su discurso al leguleyo ciudadano, porque lo interrumpió exclamando:.
El Chato, el clérigo que servía de esbirro a doña Paula, tenía el vicio de ir al teatro disfrazado.

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