Ejemplos con empedernido

El compositor, fumador empedernido, había sufrido ya algún percance coronario.

Este contraste era aún más manifiesto si se lo comparaba con sus compañeros en la pantalla: Larry era un jugador empedernido y Curly llevó una vida nocturna y rumbosa.

También se refirieron a él como negro pulmón hijo de puta, El Fumador, Viejo ahumado, nuestro amigo fumador en cadena,el demonio y El fumador empedernido.

Narra la no siempre sencilla convivencia entre Ambrosio, un solterón empedernido y su muy dominante y posesiva Tía Patro.

Esta condición de amante empedernido le terminará trayendo muchos problemas.

Don Johnston, un hombre maduro y soltero empedernido, ha sido abandonado por su última conquista, Sherry.

Lafcadio Hearn, un autor greco-irlandés que construyó su casa en Japón en el siglo XIX, era descrito como un japonófilo empedernido por Charles E.

Una vez en Brasil, tras un emotivo reencuentro de la familia, conocen a Sandra, la institutriz de Mariluz, y al secretario, y Marisol no tarda en conocer a Tony, el novio de Mariluz, descubriendo enseguida que es un ligón empedernido.

Poseedor de una vida compleja y controvertida, fue un bohemio empedernido y un conquistador incorregible.

Benedicto XIV era un fumador empedernido: quizás esto influyera en su decisión de eliminar los impuestos sobre el tabaco y despojar a los farmacéuticos de los Estados de la Iglesia del monopolio de su comercialización.

Romántico empedernido, cree estar bajo los efectos de una maldición que le impele a perseguir a la amada ideal.

Es un tacaño empedernido, tanto, que siempre que juegan al piedra, papel o tijeras pierde por no abrir nunca el puño.

Es un actor que constantemente busca distanciarse de sí mismo y casi siempre lo logra, ya que pasa sim mayores problemas de dulce prota de comedia romántica a psicótico empedernido.

Millonario y solterón empedernido, a don Juan de Vargas, como vulgarmente se le conocía, sólo le obsesionó la salvación de su alma, y fundó el patronato de Legos más grande de la historia de Vélez, el Patronato del Buen Pastor.

En la versión del animé es también un ser egoísta, insensible y perfeccionista empedernido, que se hace llamar Señor Rubeus.

No muchos artistas han dedicado tanto su obra a la ayuda altruista a su pueblo como Cacá Diegues, filántropo brasileño empedernido, quién ha continuado haciendo películas de temática brasileña, desde su regreso del exilio, a principio de los setenta, hasta hoy.

Sólo se veía por la calle tal cual empedernido máscara haciendo las delicias de un enjambre de chiquillos que le seguían.

Confesábase un gitano, ladrón empedernido y díjole el cura:¿Qué harías, infeliz, si el Juez Supremo te llamara ahora al juicio?¿Pues qué había de jacer? ¡No dir!.

La futura presidenta olióse desde luego la partida, y un oportuno constipado atroz y empedernido vino a impedirle salir fuera de casa, así se lo notificaba con grande sentimiento y cariñosas frases a su buena amiga Genoveva en una elegante esquelita cuadrada, en cuya esquina se leía, bajo la corona ducal propia de los Grandes de España, su nombre de María.

Es tan bueno, tan bueno, que no niega su amparo a ningún pecador que se llegue a Él por empedernido que sea Lo principal es tener un interior puro, un.

¡hay tanto pillo, tanto servilón empedernido! Yo no sé por qué esos hombres no han de amar la libertad, una cosa tan clara, tan patente, tan obvia.

Esta mujer, con el auxilio de la religión, puede regenerarse y llegar a ser una santa, pero de quien niega a Dios o le aborrece, del empedernido de toda la vida, ¿qué esperanza es lícito concebir?.

Y ya que de esto se trata, aunque le parezcan irrespetuosas y tal vez impúdicas mis palabras, usted debiera apresurarse a tomar estado para no dejar que se extinga tan buena casta como es la de los Gutiérrez de Cisniega, y de hacerlo, debe buscar varón a propósito, no por cierto un jamelgo empedernido y seco como D.

-Yo rezaré por ti, pecador empedernido.

Aún creía la infeliz que sus ruegos podían ablandar a aquellos dos energúmenos de corazón empedernido por el hastío, la insociabilidad y la amargura de una vida claustral.

empedernido caballero!, he estado muerta, o, a lo menos, juzgada por tal de los que me han visto, y si no fuera porque el Amor, condoliéndose de mí, depositó mi remedio en los martirios deste buen escudero, allá me quedara en el otro mundo.

Todas estas malandanzas te suceden, empedernido caballero, por el pecado de tu dureza y pertinacia, y plega a Dios que se le olvide a Sancho tu escudero el azotarse, porque nunca salga de su encanto esta tan amada tuya Dulcinea, ni tú lo goces, ni llegues a tálamo con ella, a lo menos viviendo yo, que te adoro.

Yo vagaba por el parque del castillo, con el aire de un soñador empedernido.

Y sentado, momentos después, a su lado, el Bellotero, preguntábale mientras vaciábase en la palma de la mano tabaco en cantidad suficiente no ya para hacer un cigarro de grueso calibre, sino para rendir al fumador mis empedernido:.

»¡Y ni aún este aviso de Dios fue suficiente a despertar de su letargo mi pecho empedernido! Todavía no estaba colmada la copa de mi amargura, como lo estuvo pocos días después.