Ejemplos con discreciones

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Estas discreciones ridículas, en la conversación con Reyes, le comprometen a uno tanto como las indiscreciones más estúpidas.
Fernando y Pilar paz a las lenguas, ávidos de la comunicación verbal, que por primera vez gustaban, y que les resarcía de las reservas y discreciones que impone la escrita.
Dale, dale la feliz noticia, con las discreciones y atenuantes que tu buen juicio te sugiera.
Con tales razones se lo agradeció Isabela, que de nuevo dejó obligada a la reina para hacerle siempre mercedes: despidióse de las damas, las cuales como ya estaba fea, no quisieran que se partiese, viéndose libres de la envidia que a su hermosura tenian, y contentas de gozar de sus gracias y discreciones.
¡Válate el diablo por villano dijo don Quijote, y qué de discreciones dices a las veces! No parece sino que has estudiado.
Apartóse Roque a una parte y escribió una carta a un su amigo, a Barcelona, dándole aviso como estaba consigo el famoso don Quijote de la Mancha, aquel caballero andante de quien tantas cosas se decían, y que le hacía saber que era el más gracioso y el más entendido hombre del mundo, y que de allí a cuatro días, que era el de San Juan Bautista, se le pondría en mitad de la playa de la ciudad, armado de todas sus armas, sobre Rocinante, su caballo, y a su escudero Sancho sobre un asno, y que diese noticia desto a sus amigos los Niarros, para que con él se solazasen, que él quisiera que carecieran deste gusto los Cadells, sus contrarios, pero que esto era imposible, a causa que las locuras y discreciones de don Quijote y los donaires de su escudero Sancho Panza no podían dejar de dar gusto general a todo el mundo.
Cuando esperaba oír nuevas de tus descuidos e impertinencias, Sancho amigo, las oí de tus discreciones, de que di por ello gracias particulares al cielo, el cual del estiércol sabe levantar los pobres, y de los tontos hacer discretos.
Por otra parte, quiero que entiendan vuestras señorías que Sancho Panza es uno de los más graciosos escuderos que jamás sirvió a caballero andante, tiene a veces unas simplicidades tan agudas, que el pensar si es simple o agudo causa no pequeño contento, tiene malicias que le condenan por bellaco, y descuidos que le confirman por bobo, duda de todo y créelo todo, cuando pienso que se va a despeñar de tonto, sale con unas discreciones, que le levantan al cielo.
Mandó la duquesa a Sancho que fuese junto a ella, porque gustaba infinito de oír sus discreciones.
Hízolo así el capellán, y el retor le dijo que aquel hombre aún se estaba loco: que, puesto que hablaba muchas veces como persona de grande entendimiento, al cabo disparaba con tantas necedades, que en muchas y en grandes igualaban a sus primeras discreciones, como se podía hacer la esperiencia hablándole.
Y quisiera yo, señor, que vuestra merced le hubiera enviado junto con Amadís de Gaula al bueno de Don Rugel de Grecia, que yo sé que gustara la señora Luscinda mucho de Daraida y Geraya, y de las discreciones del pastor Darinel y de aquellos admirables versos de sus bucólicas, cantadas y representadas por él con todo donaire, discreción y desenvoltura.
Sus discreciones le parecían frialdades, simplezas sus enigmas, arrogancia sus rendimientos y vanidad o codicia de sus riquezas el amor que le mostraban.
¿Quién sabe las agudezas, discreciones y lindos conceptos que se le pueden ocurrir a un enamorado si su Belisa bosteza, o si su Inés se resbala? Entre los mejores sonetos de Lope cuentan los que le inspiraron el pájaro que se le fue a Lucinda de la jaula, y la pulga que picó a Leonor en el pecho.
Nueva gallarda prueba hallábase dando de esta su ternísima especialidad, entre el general regocijo del auditorio, ponderando y enalteciendo los méritos, las virtudes, las pudibundeces y discreciones de su bella hija, cuando de súbito la inesperada exclamación de un concurdáneo cortó el hilo de sus logomaquias apologéticas.
Después, descendiendo de la región del sentimiento a la de los hechos y propósitos, habló de unos y de otros, y pudo Magdalena ir orientándose poco a poco en aquel terreno, recobrar su serenidad perdida, y llevar a la conversación todas las discreciones y armonías de su palabra.
Como la materia se había agotado en la primera, sí es que había verdadera materia tratable entre los de casa y el forastero, repitiéronse las mismas frases de repertorio, salieron a relucir las indispensables agudezas, y retoñaron, por consiguiente, algunas majaderías, que no llegaron a medrar, gracias al cuidado que ponía el señor duque en cazarlas al vuelo con la certera puntería de sus discreciones de hombre superior y mundano.
—Será Toledo, que a fianzas de sus discreciones, aspira a taladrar las estrellas, si bien.
triunfando de soberanías, de bellezas, de valentías, de riquezas, de discreciones y de todo.
Fernando y Pilar paz a las lenguas, ávidos de la comunicación verbal, que por primera vez gustaban, y que les resarcía de las reservas y discreciones que impone la escrita.
Estas discreciones ridículas, en la conversación con Reyes, le comprometen a uno tanto como las indiscreciones más estúpidas.

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