Ejemplos con dijeses

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

¡Buen susto se llevaría mi pobre si dijeses otra cosa!.
Y no sería malo que tú, tan despabilada y francota, te fueras a él, metiéndote en su cuarto, si es que lo tiene, con el pretexto de saber cuándo se va para ocuparlo yo, y una vez metida le dijeses quién soy, y como me veo en estas estrechuras impropias de mi nobleza.
Es verdad, hija mía: el caso es apurado, pero ¿quién te mandó que dijeses que querías ser monja y que lo prometieses? ¿Por qué no declaraste con valor a tu madre que no querías a D.
Pues será necesario que cambies, mi caro tebano, replicó Sócrates, si persistes en la creencia de que la armonía es algo compuesto y que nuestra alma no es más que una armonía que resulta del acuerdo de las cualidades del cuerpo, porque probablemente no te creerías a ti mismo si dijeses que la armonía existe antes de las cosas que deben componerla.
Y la joven añadió: ¡Cuán amada fué Izzat! Y tú, oh príncipe Scharkán! si recordases las palabras que el hermoso Djamil decía a la misma Izzat, ¡qué amable serías si nos las dijeses! Y Scharkán dijo: Realmente, de las palabras de Djamil a Izzat no recuerdo más que esta estrofa:.
- Más fácil seria que tú me lo dijeses.
Así se dice que habiendo entendido que un Marso, buen militar, y en linaje y valor muy principal entre los aliados, había movido con algunos pláticas de defección, no se irritó con él, sino que, reconociendo que injustamente había sido olvidado: “Ahora- le dijo-, la culpa ha sido de los jefes que distribuye en los premios por favor más que por consideración al mérito, pero, en adelante, cúlpate a ti mismo si no vinieses a mí y me dijeses lo que echas menos”, y, dicho esto, le regaló un caballo hecho a la guerra y le remuneró con otros premios, con lo que desde entonces lo tuvo muy adicto y muy apasionado.
Quisiera me dijeses qué método seguiste y qué objeto llevaste en la educación de Gazel.
¡Buen susto se llevaría mi pobre Mita si dijeses otra cosa!».
¡Muy bien! Estaba impaciente por hablarte, para que me dijeses.
-¿Tampoco nace de amor? Digamos, pues, que estás triste porque no estás alegre, del mismo modo que si dieras en reír y saltar, y dijeses luego que estabas alegre porque no estabas triste».
-Sí, esperemos, porque yo t,ampoco comprendería nada de lo que tú me dijeses.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba