Ejemplos con despidiéndonos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Así fue, y ya en pie, despidiéndonos, le dije: Santiago, sabrás que Gracia no se ha consolado del desprecio que le hiciste, y ha tenido bastante grandeza de alma para perdonártelo.
El general, despidiéndonos con ánimo sereno, nos dijo que renunciásemos a una inútil resistencia, conformándonos con nuestra suerte, añadió que él confiaba en el próximo triunfo de la causa nacional, y que aun sintiéndose próximo a morir, su alma se regocijaba con aquella idea.
Pronto dejamos las bóvedas de la Inquisición, subimos otra escalera, pasamos a un patiecillo, donde despidiéndonos cordialmente nos abandonó el Sr.
Brindamos a la salud de Inglaterra, de España, y a eso de las nueve nos retiramos todos, despidiéndonos la hermosa ninfa con afabilidad, pero sin que ni con frase, ni gesto, ni mirada me distinguiese de los demás.
Llegados a Cidones, nos apeamos el campesino y yo, despidiéndonos del indiano, que continuaba su viaje en la diligencia hasta San Leonardo, y emprendimos en sendas caballerías el camino de Vinuesa.
»Díjele que se pasara muy pronto por la mía, donde era más necesario que en ninguna otra, y nos separamos despidiéndonos «hasta luego».
Y así diciendo, mi madre nos ponía como unos Gerineldos, y añadía despidiéndonos con un beso:.
En esto sonó la campana de la ermita anunciando que iba a empezar la salve, y Diego y terminamos el altercado despidiéndonos par bajar a cantarla, pues aquella tarde la salve iba a ser cantada con acompañamiento de tamboril y silbo.
Así fue, y ya en pie, despidiéndonos, le dije: «Santiago, sabrás que Gracia no se ha consolado del desprecio que le hiciste, y ha tenido bastante grandeza de alma para perdonártelo.
Concluida la carneada, metimos cada cual nuestro medio borrego en una bolsa de arpillera, lo atamos a los tientos y, despidiéndonos del puestero, que nos hizo traer unos mates con una chinita flaca y huraña, nos fuimos a trote de zorrino hasta alcanzar la tropa, que por cierto no se había distanciado mucho.
A las once salimos del puesto, despidiéndonos de nuestros amigos hospitalarios y nos dirigimos cruzando el pueblo hacia los locales del remate.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba