Ejemplos con desocupadas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

En todos esos expedientes, siempre se hallaron desocupadas las cárceles del señorío, no obstante en dicha cárcel existía como utillaje unos cepos con su respectivo candado y unos grillos con espinas.
Este ministerio ha centrado sus actuaciones en intentar que el parque de viviendas desocupadas salgan en alquiler sin usar medidas fiscales.
Noruega y Dinamarca son desocupadas por los alemanes, aunque una provincia sureña danesa se une a Alemania de nuevo en un referendo.
El jugador con las fichas blancas continúa jugando y se van colocando fichas sobre casillas desocupadas del tablero por turnos.
La ley ha provocado que muchos bares y discotecas hayan cambiado así su razón social, haciéndose llamar club y al amparo de vacíos legales se han popularizado los after party, los cuales son establecimientos informales que funcionan en casas privadas, generalmente desocupadas, sin ningún tipo de publicidad.
No todas las bandas se ocupan uniformemente, sino que algunas son más probables de ser ocupadas que otras, incluso hay bandas totalmente desocupadas, o sea que la probabilidad de que un eléctrón tenga ese nivel de energía es nula o muy cercana a cero.
En cuanto a la vivienda, la creación de nuevas construcciones de los últimos años desatendiendo a la realidad de que el número de habitantes descendía, ha dado lugar a una considerable bolsa de viviendas desocupadas.
Si un rombo 'T' grueso es inscrito en cada decágono, la parte de la teselación de Penrose correspondiente a esas formas es obtenida, mientras que los lugares para las teselaciones pequeñas se quedan desocupadas.
Hay algunos vestigios de edificios en las zonas que en el anterior periodo habían estado desocupadas, lo que significa que había más habitantes.
La moraleja de la historia es El diablo tiene trabajo sobre corazones, manos o mentes desocupadas.
Debido a las condiciones del hielo no pudieron ser relevadas las dotaciones de las bases Belgrano y Ellsworth, debió ser evacuada la Base San Martín y las bases Brown y Cámara fueron desocupadas y acondicionadas como refugios.
A pesar de que antes de las guerras contra Angmar una gran población vivía en sus faldeos, producto de la guerra y de sucesivos crudos inviernos a finales de la Tercera Edad Las Colinas estaban totalmente desocupadas y las fortificaciones en ruinas.
Las casas desocupadas serían ocupadas tras esto por los azerí que habían huido los años anteriores procedentes de Armenia.
Cada vez que hubo guerra fueron desocupadas las aulas donde se acuartelaron las tropas.
Después de esta experiencia, con el impulso de las mujeres del Partido de los Trabajadores Socialistas, decidieron conformar una agrupación nacional y militante de mujeres trabajadoras ocupadas y desocupadas, estudiantes y jóvenes con el nombre de Pan y Rosas, en homenaje a las obreras textiles de principios de siglo pasado que lucharon por sus derechos.
Las gentes de a bordo, siempre desocupadas, mentían grandemente.
Continuaban desocupadas las mesas en redor, los músicos charlaban en el palco, y del salón de billares llegaba el ruido de tacos con que algunos entusiastas aplaudían una carambola complicadísima.
-¡Justo! -exclamó Carmen estremecida de espanto-, y enseguida el corro de gentes desocupadas, y los guardias municipales, y yo a la botica entre brazos, y usted a la prevención, y mi padre notando mi falta en casa, corriendo en mi busca por esas calles de Dios.
Después revolvió la banqueta sin levantarse de ella, tumbando con las patas otras dos desocupadas, y se fue gruñendo, con un periódico en cada mano y el bastón debajo del brazo.
Por ejercicio de la misma enseñanza de leer, después de la doctrina cristiana, deben tener precisamente los maestros, o sus hijos, aprendices, y oficiales un ejemplar de los tratados, que van referidos, y de otros semejantes, repasándolos en los ratos y horas desocupadas, leyéndose a la mesa en días libres, al modo que se hace en los refectorios.
Al pasar por el corredor, sin hacer el menor ruido, le pareció ver en una de las habitaciones desocupadas cuatro cabezas de hombres inmóviles.
Querían los de la ciudad, y habían dado orden para que Alcibíades volviese, mas él creyó que no debía hacerlo con las manos vacías y desocupadas, sino glorioso con alguna ilustre hazaña.
- En cuanto a esas casas que ve usted, casi todas siguen desocupadas.
-¿Y qué es lo que me cuentas ¡oh Pablo amigo!, sino lo que se lee en copias y romances de gentes desocupadas y soñadoras?.
Perdió aquel refugio de sus horas desocupadas que eran muchas, y anduvo como alma en pena vagando de café en café hasta que al cabo de algunos años tropezó con don Santos Barinaga en el Restaurant y café de la Paz, donde todas las noches el enemigo implacable del Magistral se preparaba a mal morir bebiendo un cognac con honores de espíritu de vino.
Llevo tres días sin ver a los señores de Peleches más que un ratito al anochecer, y como las horas desocupadas se me hacen siglos y el tiempo está hermoso y los entretenimientos viejos del Casino no me satisfacen, el yacht lo paga.
Sé que hay grandes ciudades llenas de maravillas, para admiración y recreo de las personas ricas y desocupadas, y que las mujeres de nuestra clase brillan y gozan entre los placeres de su mundo.
Sentámonos frente a frente en cómodos, aunque no ricos ni elegantes sillones, con una mesita entre los dos, cargada de papelejos, una plegadera, cajas de fósforos llenas y desocupadas, cenicero con colillas, una petaca de suela y una bolsa abierta de cirugía, y hubo primeramente las vaguedades acostumbradas en toda visita, después fumamos, sin dejar de hablar del tiempo, por lo inusitado de su relativa templanza, ni del juicio que iba formando yo de aquella tierra, para mí desconocida hasta entonces, luego tocamos el punto de las condiciones higiénicas del valle, y por este resquicio salió a relucir la quebrantada salud de mi tío Celso, sobre la cual tenía yo muchos deseos de hablar con el mediquillo aquél.
¡Vaya si tenía camándulas el mozallón! Por de pronto, ni él ni yo íbamos entonces propiamente «de caza», sino de paseo, sólo que así como en las tierras llanas se pasea un hombre con un bastón en la mano o con las dos desocupadas, allí se pertrecha el paseante de armas y de municiones por lo que pueda acontecer.
Cuando salió de él dos horas después, tuvo que pasar entre muchos y muy compactos grupos de personas alegres y desocupadas, y aunque no hubo cabeza con sombrero que no se descubriera delante de ''los señores'', ni chico ni grande que no les diera los buenos días con el mayor respeto, Águeda se empeñó en que todos los ojos la miraban de distinto modo que otras veces, así se lo dijo en casa a Macabeo, que le había jurado que nadie sabía en el pueblo cosa alguna de lo ocurrido la noche antes.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba