Ejemplos con desmayados

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Entonces los desmayados ladrones son alineados en el césped cerca de Jackie Coogan, que al principio de la película escondido bajo una frazada sin ninguna razón aparente.
Y habiéndose experimentado después mayor decadencia en aquellos preciosos Dominiós y que va cada dia en aumento como me lo han representado varias comunidades de su distrito, suplicándome vuelva a erigir el Virreinato para que con las más amplias facultades de este empleo logre el gobierno el mejor orden con que los desmayados ánimos de sus vasallos se exfuercen y apliquen al cultivo de sus preciosos minerales y abundantes frutos y se evite que lo que actualmente fructifican pase a manos de extranjeros como está sucediendo en grave perjuicio de la Corona.
Por su gusto se hubiera estado allí todo el día reza que reza, sin acordarse de que hemos de alimentar nuestros cuerpos desmayados del insomnio.
Diciendo esto se retiró presuroso, dejándome sobrecogido, y a poco tornó a mi presencia con los alientos más desmayados.
Ya sédijo tapando cuidadosamente la botella, que con este consuelo de tus nervios desmayados estarás más dispuesta, y la reparación del cuerpo ayuda la del alma.
Estas piernas abrazo, bien así como si abrazara las dos colunas de Hércules, ¡oh resucitador insigne de la ya puesta en olvido andante caballería!, ¡oh no jamás como se debe alabado caballero don Quijote de la Mancha, ánimo de los desmayados, arrimo de los que van a caer, brazo de los caídos, báculo y consuelo de todos los desdichados!.
Por su gusto se hubiera estado allí todo el día reza que reza, sin acordarse de que hemos de alimentar nuestros cuerpos desmayados del insomnio.
Los órganos, desmayados, no querían funcionar más.
Mas no por esto era mejor la situación de los que sufrían el cerco, porque también se les hacía sentir el hambre, y el no tener noticias de Camilo los tenía desmayados, no pudiendo pasar nadie hasta ellos, a causa de la estrecha custodia en que tenían la ciudad los bárbaros, por lo cual, hallándose así unos y otros, se llegaron a mover conversaciones de paz, primero por medio de las avanzadas, cuando se juntaban, y después, habiendo deliberado entre sí los principales, tratando con Breno Sulpicio, que era tribuno militar, ajustaron el convenio de que los Romanos les pagarían mil libras de oro, y en recibiéndolas al punto se retirarían de la ciudad y de todo el país.
Más fácil le fue a ella distinguirle, porque el bulto de su cuerpo se dibujaba claramente en medio de los rayos desmayados de la lámpara que por detrás le herían.
Era el comedor lo que se llama «un ascua de oro», expresiva metáfora en que cabe cuanto el lector pueda imaginarse en profusión de luces sobre lámparas y candelabros de ricos y variados metales, vajillas estupendas, cristalería de inverosímil nitidez y ligereza, vasos de porcelanas valiosísimas cargados de raras flores, en fin, lo mejor entre lo más caro del profuso acopio de que se dio cuenta en otro lugar de este relato, y lo adquirido después a peso de oro, destacándose sobre fondos obscuros, salpicados de brillantes toques metálicos, e interrumpidos en cada puerta por los desmayados paños de las pesadas y ricas colgaduras.
Por los pasadizos de aquel plano, realzado con el fuego de la imaginación del dibujante, veía éste pasar la esbelta figura de su mujer, y oía el crujir de la seda de la bata, y por debajo de los pliegues desmayados, distinguía la punta del diminuto pie calzado con artística, leve babucha, y aspiraba el aroma de los rizos cayendo sobre el lascivo cuello.
Detúvose Bastián a respetuosa distancia, y aún continuó aquél un breve rato con la mirada punzante, fija en los desmayados ojos del muchachón.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba