Ejemplos con deslumbrante

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Es curioso que este autor, hoy encasillado en la comedia y el musical, comenzase su deslumbrante obra en una película de terror.
Lo deslumbrante, desconcertante, del relato de Stevenson, es que la historia de estos dobles inquietantes, constituye, a grandes rasgos -como anticipamos- un adelanto de lo que Freud presentó como modelo del psiquismo dos décadas después.
En una deslumbrante pieza de coloratura, le cuenta que los hombres son infieles por naturaleza, que no merece la pena llorar por ellos y la manera más sencilla de superar un corazón roto es encontrar un nuevo amor.
Armado de una prosa cuidada y un sofisticado manejo del lenguaje, Pablo Simonetti entrega en esta, su primera novela, una deslumbrante historia de amores filiales, quiebres familiares y redención.
A Elbereth! Gilthoniel!¡O Elbereth! ¡Prendedora de estrellas!silivren penna mírielblanca deslumbrante, bajando, centelleando como una joya,o menel aglar elenath!¡la gloria de la hueste celestial!Na-chaered palan-dírielHabiendo mirado fijamente lejoso galadhremmin ennorath,desde las tierras tejidas de árboles de la Tierra Media,Fanuilos, le linnathona vos, La Eternamente Blanca, te cantaré,nef aear, sí nef aearon!desde este lado de la mar, ¡acá en este lado del océano!.
Es deslumbrante su sencillez y suele ser uno de los primeros tipos de bordado en aprender.
Los depósitos más recientes de carbonato de calcio le dan al lugar un aspecto blanco deslumbrante.
Días más tarde, la asociación Telespectadores Asociados de Cataluña pidió la retirada de la serie por trato deslumbrante que se da al mundo de la prostitución y al del narcotráfico.
El primero basado en el principio Rousseauniano siento luego existo mientras que el segundo, separándose del vetusto clasicismo y el deslumbrante Romanticismo, no buscaba la razón ni la sensación, buscaba la crítica al pasado por la crítica misma.
Destaca el hermoso y deslumbrante interior, de estilo neoclásico, así como los vitrales.
El deslumbrante encanto, la poesía, la originalidad, la libertad plena y la claridad absoluta de la ejecución de Chopin no pueden describirse con palabras.
No una voz angelical o una personalidad deslumbrante, pero una virtud aún más extraña: millones de pre-adolescentes ansiosos por comprar su álbum de debut.
Bueno, por lo menos hasta el día en que a Sololo se le ocurrió preguntarle a Luluna quién de los dos era más deslumbrante.
Un disco deslumbrante que lo mismo te hace vibrar la cadera que te lleva de la mano por parajes inusitados.
Barbie adquiere mágicamente vida a través de una deslumbrante animación informática en esta moderna adaptación del clásico cuento de E.
Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor.
La casa, el , era una vivienda casi árabe, un grupo de construcciones cuadradas como dados, de techo plano y deslumbrante blancura.
Éstos, por su parte interna, hallábanse cuidadosamente enjalbegados con la deslumbrante cal de Ibiza, que da una transparencia y una suavidad lácteas a todos los edificios, comunicando aspecto de risueñas mansiones a las casuchas sórdidas de la campiña.
Una triple cadena de oro deslumbrante, rematada por una cruz, partía su pecho, pero con eslabones tan enormes, que a no ser huecos la hubiesen agobiado bajo su pesadumbre.
Él es el héroe epónimo en la epopeya de la especie, él es el inmortal protagonista, desde que con su presencia inspiró los débiles esfuerzos de racionalidad del hombre prehistórico, cuando por primera vez dobló la frente obscura para labrar el pedernal o dibujar una grosera imagen en los huesos de reno, desde que con sus alas avivó la hoguera sagrada que el arya primitivo, progenitor de los pueblos civilizadores, amigo de la luz, encendía en el misterio de las selvas del Ganges para forjar con su fuego divino el cetro de la majestad humana, hasta que, dentro ya de las razas superiores, se cierne deslumbrante sobre las almas que han extralimitado las cimas naturales de la humanidad, lo mismo sobre los héroes del pensamiento y del ensueño que sobre los de la acción y el sacrificio, lo mismo sobre Platón en el promontorio de Súnium, que sobre San Francisco de Asís en la soledad de Monte Albernia.
Después de tales expediciones, la señora se mostraba majestuosa y deslumbrante como una basílisa de Bizancio: las orejas y el cuello con gruesas perlas, el pecho constelado de brillantes, las manos irradiando agujas de luz con todos los colores del iris.
Barcelona, deslumbrante de resplandor, atraía a la muchedumbre.
Aparecieron dos botinas de mujer con la suela blanca y el charol deslumbrante, el calzado con que sueñan las muchachas de las minas como una elegancia suprema.
¡Qué modo de utilizar los escombros de Valencia! Las grietas desaparecieron, y terminado el enlucido de las paredes, la mujer y la hija las enjalbegaron de un blanco deslumbrante.
¿Qué luz deslumbrante iluminaba su ? Aún veía la boca del infierno, que era igual a la puerta de su cuarto, arrojando humo y rojizo resplandor.
Frente al Principal, un grupo de soldados comía melones, en las puertas de las tiendas asomaban los dependientes curiosos, un corro de granujillas del Mercado jugaba a las chapas frente a los pórticos, y el resto de la plaza estaba solitario, con las aceras limpias de cestones y toldos, tostándose sus baldosas con aquella luz intensa y deslumbrante que lo caldeaba todo.
Todos estaban ligados por la vida común, pero los otros eran la burguesía pretenciosa, corrompida prematuramente por la ambición de brillar, por el ansia de mentir, encaramándose penosamente a una altura usurpada, y él era un intruso, el resultado de un encuentro de la fuerza, cándida y sumisa, con la corrupción moral, hermosa y deslumbrante.
Estallaban luces de colores, y a su resplandor, tan pronto blanco como rojo, veíanse a lo lejos, terminando la doble fila de cirios, los sacerdotes con capas de oro, manejando los incensarios, con un continuo choque de cadenillas de plata, en el fondo de una nube de azulado y oloroso humo, sobre ella, agitándose dorado y tembloroso entre sus deslumbrantes varas, el palio, que avanzaba lentamente, y bajo la movible tienda de seda, como un sol asomando entre nubes de perfumes, la deslumbrante custodia, que hacía bajar las cabezas, como si nadie pudiera resistir la fuerza de su brillo.
Desfilaban los cleros parroquiales con sus áureas cruces, los seminaristas con la frente baja y los ojos en el suelo, cruzadas las manos sobre el pecho, y en toda la extensión de la plaza, a la luz de los cirios, que brillaban con más fuerza en el crepúsculo, veíanse dos filas interminables de deslumbrante blancura, compuestas por los rizados roquetes y las albas de ricas blondas.
Tónica era para él como esas vírgenes de cabeza hermosísima, que bajo la deslumbrante vestidura sólo tienen para sostenerse tres feos palitroques.

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