Ejemplos con desangrándose
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Entonces encuentra a Jill con el estómago desangrándose.
Una vez alcanzado por los disparos de la policía, fué abandonado solo, malherido y agonizante, por sus dos compañeros, quienes lo dejaron desangrándose en el interior del vehículo en una calle de Barcelona.
Se muestra como pudo haber ocurrido el accidente: Wendy intenta coger una caja con evidencias desde un lugar superior de la oficina arriba de una escalera, ella tambalea, cae y su cuello es azotado con la esquina de un escritorio, cortándose y desangrándose.
En el momento de la explosión sentí como si todo se levantará y cuando abrí los ojos vi la gente muerte y a otros desangrándose en el suelo, dijo.
El pequeño Gilles vio como agonizaba su padre desangrándose lentamente, mientras sus visceras se esparcían por su lecho.
Tenía el pobre diablo un metrallazo horrible: partida la mejilla, interesada la mandíbula, y desangrándose a más andar por la arteria.
Había allí delante de ellos una vida que se acababa, desangrándose día a día, hora a hora, sin saber absolutamente cómo.
No habían andado media legua, cuando encontraron al compañero de Don Alonso que había logrado escapar de la venta, el cual venía tan azorado y temeroso que daba compasión verle, además, herido, con un brazo atravesado por bala de fusil, desangrándose.
Nomdedeu rechinó los dientes, y sin contestarme se fue derecho hacia el animal que yacía en tierra desangrándose.
El señor estaba desangrándose a la puerta de casa, y entonces la señorita se ha condolido de él.
Veía a su hijo tendido, desangrándose, le veía en el hospital, agonizando, amputado, asistido por una mujer de blancas ropas y roja cruz, le veía en la fosa, descompuesto, olvidado bajo la tierra helada.
Entretanto los otros avanzaban hacia esta parte del pueblo por los callejones de la hacienda vecina, los guardianes, abrumando a golpes, a risas de sarcasmo, a motes de burla al prisionero, y el prisionero, silencioso, desangrándose y tiñendo el suelo de púrpura, mientras los bucares florecidos lloraban sangre sobre todos.
Cuando el arraez, acorralado y desangrándose, se apoyó contra el pedestal, los ojos verdes centellearon, revolviéndose furiosos en la órbita.
Mutilado y desangrándose permaneció agarrado al tronco hasta que vino una canoa y le salvó.
Si al horror de estas escenas puede añadirse algo, es la suerte que cupo al respetable coronel Arraya, padre de ocho hijos: prisionero con tres lanzadas en la espalda, se le hizo entrar en Tucumán a pie, desnudo, desangrándose, y cargado con ocho fusiles.
desangrándose, hacia la barraca, donde mueren comidos por la gangrena.
