Ejemplos con cuestores

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

El poder legislativo correspondía al Senado y el poder ejecutivo lo conformaban las magistraturas, cuestores, pretores y cónsules entre otros cargos, que eran elegidos por los ciudadanos con derechos, los patricios inicialmente y posteriormente también la plebe, en verdaderas campañas electorales en las que se renovaban, por elección directa, multitud de cargos públicos.
En la base de la escala se encontraban los cuestores, seguidos en orden ascendente por los ediles.
Finalmente se establecieron, junto a los cuestores existentes, los cuestores itálicos, con competencias para coordinar los censos de la parte de Italia sometida a Roma.
También existieron cuatro cuestores de la Marina, encargados de la administración de las cuatro bases navales romanas.
, los decumviri o cuestores perdieron sus atribuciones judiciales, que pasaron a los triunviri nocturni.
Los primeros cuestores fueron jueces encargados de los casos de asesinato y de insurrección o alta traición.
El comercio con África mantuvo la posteridad de la ciudad y fue la residencia habitual de uno de los dos cuestores de Sicilia.
los Decumviri o Cuestores perdieron sus atribuciones judiciales que pasaron a los Triunviri nocturni.
Así, existían dos censores, dos cónsules, de dos a catorce pretores, dos ediles curules, dos ediles, de dos a veinticuatro cuestores, y de dos a ocho tribunos de la plebe.
Las magistraturas locales eran elegidas anualmente por sufragio entre los ciudadanos, y se elegían dos magistrados para cada una de ellas, es decir, dos cuestores, dos ediles y dos duoviros.
Los cuestores locales estaban en contacto con los provinciales para la administración de los impuestos.
Cuestores: Los cuestores eran los encargados de la recaudación y formaban el rango inferior de la magistratura.
Las funciones del curator eran vigilar la gestión financiera, el registro de los acta, la ejecución de trabajos públicos, el aprovisionamiento, el control de precios, encargado de la policía y la instrucción de algunos asuntos menores, los duouiri, los demás magistrados, ediles y cuestores, le estaban subordinados.
podían ser elegidos Cuestores Militares, ningún plebeyo resultó elegido hasta pasados muchos años.
Lo que siguió fue un ejemplo de la crueldad romana, los rehenes fueron azotados y luego condenados por los cuestores a las remotas de la Roca Tarpeya.
En las provincias y en los ejércitos se preveía la existencias de varios Cuestores, con la única atribución de de percibir las restas publicas, pagar a los ejércitos.
Los incas nombraran a dos Cuestores o administradores del tesoro público, dos para el cargo de Ediles, para la construcción y reparos de caminos del imperio y seis ciudadanos para el cargo de Censores para llevar censos en el imperio, vigilar la instrucción publica y cuidarían del preservación de la buenas costumbres.
Las beatas que servían de cuestores de palacio en el del Gran Constantino, las del cónclave, como las llamaba Ripamilán, esperaban con ansiedad mística y con una curiosidad maligna a la nueva compañera, que tanto prestigio traería con su juventud y su hermosura a la piadosa y complicada empresa de salvar el mundo en Jesús y por Jesús, pues nada menos que esto se proponían aquellas devotas de armas tomar, militantes como coraceros.
No habiendo Octavio escuchado la proposición, mandó por un edicto que cesaran todas las demás magistraturas en sus funciones hasta que se votara la ley, y puso sellos en el templo de Saturno para que los cuestores ni introdujeran ni extrajeran nada, publicando penas contra los pretores que contraviniesen, de manera que todos concibieron miedo, y dieron de mano a sus respectivos negocios.
En tanto, los que atacaban el tratado decían que en aquel caso debían los Romanos imitar a sus antepasados, porque también éstos a los cónsules que se dieron por contentos con recibir libertad de los Samnites los arrojaron desnudos en manos de los enemigos, y a cuantos intervinieron y tuvieron parte en los tratados, como los cuestores y comandantes, igualmente los entregaron, haciendo que recayera sobre éstos el perjurio y el quebrantamiento de los pactos, pero aquí fue donde principalmente se vio el interés y amor con que el pueblo miraba a Tiberio, porque decretaron que el cónsul, desnudo y atado, fuese entregado a los Numantinos, y a todos los demás los trataron con indulgencia, a causa de Tiberio.
Como ellos eran atrevidos, y con lisonjas procuraban ganar a los otros cuestores, hacían a Catón la guerra, mas éste, habiendo convencido al primero de ellos de infidelidad en la participación de una herencia, lo expulsó de la tesorería, y a otro le intentó causa de suplantación, a cuya defensa salió el censor Lutacio Cátulo, varón de grande autoridad por este cargo, pero más respetable todavía por su virtud, como que en justicia y modestia se aventajaba a los demás Romanos, siendo, al mismo tiempo, elogiador y amigo de Catón por su conducta.
De la misma manera, habiéndole presentado el rey de los Iberes un lecho, una mesa y un trono, todos de oro, haciéndole instancias para que los tomase, lo que hizo fue entregarlos a los cuestores para el tesoro público.
El Senado eligió veinticuatro de los que habían sido pretores y habían mandado ejércitos para que sirvieran a sus órdenes, a los que se agregaron dos cuestores.
De la grandeza de ánimo de Sertorio son manifiestas pruebas, lo primero, el haber dado el nombre de Senado a los que de este Cuerpo habían huido de Roma y se le habían unido, y el elegir entre ellos los Cuestores y Pretores, procediendo en todas estas cosas según las leyes patrias, y lo segundo, el que, valiéndose de las armas, de los bienes y de las ciudades de los Españoles, ni en lo más mínimo partía con ellos el sumo poder, y a los Romanos los establecía por sus generales y magistrados, como queriendo reintegrar a éstos en su libertad y no aumentar a aquellos en perjuicio de los Romanos.
Ni era menos celebrada de todos su liberalidad y grandeza de ánimo, pues con haber encontrado amontonado mucho oro y mucha plata en los tesoros del rey, ni siquiera quiso verlo, sino que lo puso a disposición de los cuestores para el erario.
También fue tomada de allá la creación de los Cuestores, para que al supremo magistrado, ni si era bueno le faltara tiempo para las cosas importantes, ni si era malo le sobrasen los medios de abusar, siendo dueño del mando y de los caudales.
Fue asimismo celebrado por su ley acerca de la cuestión, pues siendo indispensable que de sus bienes contribuyesen los ciudadanos para la guerra, y no queriendo tocar él mismo los caudales, o que los tocasen sus amigos, ni tampoco que entrasen en poder de ningún particular, señaló por erario o tesorería el templo de Saturno, el cual destino conserva todavía, y concedió al pueblo que nombrara dos tesoreros o cuestores de entre los jóvenes, habiendo sido los primeros nombrados Publio Veturio y Minucio Marco, y mucho el caudal que se recogió, porque fueron hasta ciento y treinta mil los alistados en el censo, sin los huérfanos y viudas, a quienes se perdonó la contribución.

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