Ejemplos con cubriera

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Luego entraron en un feudo con Prince Justice Brotherhood, peleando en No Surrender, perdiendo después de que Curry Man cubriera a Hemme.
Toph le dice a Aang que no debería exponerse de esa forma al nadar y que se cubriera, a lo cual Aang respondió que estaba usando traje de baño.
El pavimento de estos espacios interiores es de losas de piedra caliza, salvo una zona que aparece sin empedrar y que debe estar relacionada con algún piso o estructura de madera, u otro material perecedero, que la cubriera.
La falta de recursos hizo que de momento se cubriera de forma provisional a la espera de su culminación que llegaría años después.
Cuero: los de cuero eran lo más comunes, solían ponerse en la cabeza de manera que cubriera la cubriera procompleto, orejas incluidas.
El corte de hacha aun perdura en el cuello del Señor, ya que la hermandad decidió que la tala no se cubriera en su restauración.
Y esta ciudad de monumentos iguales a los de Atenas, poseedora de inmensas riquezas, se extinguía repentinamente sin que el mar se la tragase, sin que un volcán la cubriera con el sudario de sus cenizas.
Teresa abrazó a su hija, que, olvidando el peligro, estremecíase de vergüenza al verse en camisa en medio de la huerta, y se sentaba en un ribazo, apelotonándose con la preocupación del pudor, apoyando la barba en las rodillas y tirando del blanco lienzo para que le cubriera los pies.
Y mientras tanto, escuchaba a Tónica, cuidando de ladear el paraguas para que la cubriera bien, y mirando al suelo, como encantado por el trozo de enagua blanca al descubierto y las pequeñas botinas que saltaban los charcos con una graciosa ligereza de pájaro.
¡Ya no era la hermosa y brillante Ismena, sino su sombra, la que apoyada sobre el brazo del general, y sostenida por un facultativo, se arrastró bajo el soberbio portal de mármol, como un cadáver en su suntuoso mausoleo! A los veintiocho años, Ismena había perdido todo el brillo de la juventud: sus claros y brillantes ojos estaban empañados y abatidos, sus dorados cabellos habían encanecido, y su tez blanca y mate parecía una mortaja que cubriera un esqueleto! Pocos años habían bastado para producir este cambio, puesto que no era el tiempo el que con su pausada y suave mano le había traído, sino el sufrimiento con su destructora garra.
Dirigió un frío saludo a su esposo, inclinó ligeramente su hermosa cabeza, de la cual separó la magnífica gorra de pieles bordada en oro que la cubriera, cayendo al punto sobre sus hombros los blandos y saturados bucles en que se dividía su profusa cabellera flotante.
Omar-Jacub observaba a su vez también con cierta complacencia feroz el triunfo de su astucia, y como si pretendiese, antes de terminar la conferencia, encadenar al joven con otro vínculo más fuerte, a aquella mujer hechicera, supo aprovechar su sueño para descubrir a la vista aturdida del mismo algunos de aquellos encantos tan bellos e incitantes, aun a través del velo que los cubriera apenas.
Y corría como un desesperado apretándose el macfarland para que le cubriera el cutis ante las miradas risueñas de los que lo miraban pasar.
Porque ignorar, sea dormido, sea despierto, lo que es justo o injusto, bueno o malo, ¿no sería la cosa más vergonzosa, aun cuando la multitud toda entera nos cubriera de aplausos?.
¡Cuán ofensivo no parece un hecho, una palabra, un gesto que acaba de irritar! «La intención del ofensor -se dice a sí mismo el ofendido- no podía ser más maligna, se ha propuesto no sólo dañar, sino ultrajar, los circunstantes deben de estar escandalizados, si no se tomase una pronta y completa venganza, la sonrisa burlona que asomaba a los labios de todos se convertiría irremisiblemente en profundo desprecio por quien ha tolerado que de tal modo se le cubriera de afrentosa ignominia.
¡Cuál no ha debido ser por lo mismo mi sorpresa al veros servir de instrumento a inicuos planes, deteniendo a don Álvaro en las entrañas de la tierra, cual si le cubriera la losa del sepulcro!.
Y aunque le repugnara mucho hacerlo, mandó desnudar a la madre de Ghanem y a su hermana la hermosa Fetnah, y las expuso tres días en la ciudad, prohibiendo que se las cubriera ni con una camisa sin mangas.
Entonces dispuso Gedeón que se le cubriera con una manta, contra el parecer de Regla, que pretendía tirarle a la calle con la barredura.

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