Ejemplos con creyente

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Las crónicas ortodoxas describen numerosas y variadas formas de tortura sufridas por el santo, hasta llegar a ser juzgado y condenado a muerte en doce ocasiones, penas a las que sobrevivió, ayudado, según la tradición, por una mujer creyente que le llevaba cada día un trozo de pan.
Lo que significa para el creyente, no usar la gracia de Dios como una excusa para pecar, sino para ser controlados por el amor de Dios y de esta forma traer el fruto del Espíritu Santo.
Tal idea de creyente monoteísta puro es recogido en otras tradiciones no Islámicas, aunque no, naturalmente con el término Hanif.
De acuerdo con él, era más difícil ser ateo que creyente, pero reconocía que el hombre todavía no poseía las herramientas necesarias para descifrar el maravilloso ritmo que rige el universo, desde los átomos hasta las galaxias.
Además de las Iglesias Evangélicas que se abrieron en distintas partes de España y Latinoamérica, de la Iglesia Evangélica de Marín salieron personajes que influyeron en el mundo evangélico como Jonatán Medinilla, maestro en la escuela evangélica y que tuvo que emigrar a Argentina por la persecución religiosa, o Francisco País Pesqueira primer bautizado de la iglesia de Marín y profesor-director también en la escuela evangélica, que se estableció en Cuba y que fue padre de Frank País, creyente evangélico, héroe de la revolución cubana que luchó por la llegada de la democracia a Cuba tras el golpe militar de Fulgencio Batista, aunque fue asesinado y con su muerte se truncaron las expectativas de la democracia.
Era una persona muy creyente que siempre tenía presente a Dios en sus cosas.
A diferencia del Advaita, el bhakti supone una relación dual entre el creyente y la deidad.
La exposición fue cancelada por el incidente y dos funcionarios municipales fueron suspendidos por el intendente de la ciudad, Luis Juez, que es católico creyente.
Mientras él es un creyente en lo paranormal, conducido por un recuerdo perdido donde su hermana es abducida por extraterrestres, ella es una científica y prefiere buscar explicaciones racionales y lógicas.
Seguidamente se muestran algunos ejemplos de dichos vitrales, orgullo de todo jatiboniquense, -creyente o no-, por los méritos que los mismos aportan al acerbo cultural local:.
Recibe anualmente innumerable cantidad de peregrinos y en la Capilla de los Milagros situada justo debajo del camarín donde se encuentra la imagen original de Nuestra Señora, se pueden contemplar infinidad de ex-votos que el pueblo creyente ha ido depositando a los pies de su Madre y Patrona a través de tantos años.
Al igual que Lloyd y Colette, ella es una firme creyente en el altruismo.
Dora era una ferviente creyente.
Creemos que la Biblia, la Palabra de Dios, es la completa revelación del plan de salvación y la historia de la redención y única regla de fe y práctica para el creyente.
Yo, como sacerdote que soy, soy creyente.
El, hombre de razón, sólo había sabido burlarse de los entusiasmos generosos y desinteresados de los otros hombres, encontrando inmediatamente su parte flaca, su falta de adaptación a las realidades del momento ¿Con qué derecho reía de su piloto, que era un creyente y soñaba, con la pureza de un niño, en una humanidad libre y feliz? ¿Qué podía oponer él a esta fe, aparte de sus burlas estúpidas?.
Varios bailes con Desnoyers y una visita a la representaban para ella sagrados derechos adquiridos, y perseguía al maestro con la desesperación de una creyente abandonada.
Su pasión tomaba todas las formas de un amor intenso, creyente y vulgar.
Aquél había sido un hombre completo, un hombre representativo de su época: soldado de mar y tierra, cautivo rebelde, héroe ignorado, creyente y mujeriego, adulador sin éxito de nobles y ricos.
Dudaban un momento, como asustados, y después la fe del creyente iluminaba sus rostros.
El pueblo creyente no conoce ya la liturgia, no la estima, la tiene olvidada, sólo se siente atraído por las novenas, triduos y ejercicios, lo que se llama culto tolerado y extralitúrgico.
Yo soy muy católico, muy creyente, perrro lo que es el clerrro, deja mucho que desearr en todas parrtes No se encuentra un sacerrdote que nos conozca bien, que sepa amoldarrse a nuestro modo de serr, al modo de sentirr de las gentes de nuestrrro círrculo El mismo padre Cifuentes, el otro día, en el entierrro del general Tercena, me dio la tarrde, hijo, me dio la tarrde empeñado en convencerrme de que yo me había de morrrirr también, y que era menester preparrrarrse y pensarr en lo eterrno En fin, hijo, me angustió, ¡me angustió de verrras! Y cuando lo de Pepita Abando, ¿tú no sabes? Estuvo atrroz, atrroz, crruelísimo Una muchacha tan buena, tan elegante, tan carrritativa, que nunca tuvo más pasión que Pablo Verrra, y todo Madrid lo sabía y lo sancionaba, y hasta su mismo marrrido se hacia cargo Pues nada, hijo, el padrre Cifuentes no se lo hizo: se puso malo Pablitos, y Pepita, ¡clarrro está! atrropelló porr todo, y se instaló a su cabecerrra.
Anselmo por ser impío no apreciaría tan bien la como doña Luz, que era creyente, no titubeó en llevar el manuscrito a doña Luz, sin abrir siquiera sus páginas, porque le estorbaba lo negro, como no fuesen cuentas en que él saliera ganando y con alcances a su favor.
Lo que atine a poner aquí el profano, frío, escéptico y pobre narrador de esta historia, no debe mirarse, cuando más, sino como informe bosquejo de lo que dijo aquel hombre entusiasta y creyente.
Yo no vacilo en concederle que la virtud humana de la filantropía proviene de la compasión y es por lo tanto egoísmo, pero ¿la virtud divina de la caridad es menos egoísmo en su raíz y fundamento? A fin de no padecer viendo padecer a otro, hago yo, por ejemplo, un acto de filantropía: le hago para ponerme bien conmigo: soy, pues, egoísta, pero el que hace una obra de caridad, por amor de Dios, para ponerse bien con Dios, de quien toda su dicha depende ¿se muestra acaso menos interesado? Todavía se me antoja que vale más el filántropo que el caritativo, porque al cabo es más noble y más bella la condición natural del alma descreída que siente como propias las penas extrañas, y con el propósito de libertarse de estas penas obra el bien, que la condición algo sobrenatural del alma creyente que obra el bien por temor de castigo o con esperanza de galardón y de premio, y no ya por amor del ser miserable a quien socorre y ampara, sino por amor del ser poderoso de quien todo lo espera.
Doña Luz era creyente y espiritualista con su poco de misticismo, D.
Con todas sus bromas, si te rascan, aparece el creyente.
Si tú no hubieras nacido tan deforme, ya habrias tenido novia, tal vez te hubieras casado con ella, y ¡quién sabe si a estas horas serías el padrazo más creyente, más optimista y más religioso de la Ciudad!.
No hay para qué te lleve el diablo, Sancho, ni en justo ni en creyente, que no sé lo que quieres decir, que el rostro de la Dolorida es el del mayordomo, pero no por eso el mayordomo es la Dolorida, que, a serlo, implicaría contradición muy grande, y no es tiempo ahora de hacer estas averiguaciones, que sería entrarnos en intricados laberintos.
Señor, o a mí me ha de llevar el diablo de aquí de donde estoy, en justo y en creyente, o vuestra merced me ha de confesar que el rostro deste mayordomo del duque, que aquí está, es el mesmo de la Dolorida.

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